La Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) suspendió este martes la unidad de servicios médicos municipales (UMS) que atiende a más de 8 mil empleados del Ayuntamiento de Tijuana y a sus familiares.
Según la dependencia estatal, se encontraron cinco irregularidades en las instalaciones de esa unidad que se ubica a un costado de la delegación Zona Centro. Entre ellas, una falta de documentación y la omisión de algunas medidas sanitarias.
La diligencia de Coepris fue encabezada por el verificador Vladimir Jasso, en compañía de la Síndico Procuradora municipal, María del Carmen Espinoza.
Jasso describió que una de las inconsistencias que detectó la Coepris, fue la contaminación cruzada entre 12 medicamentos junto con alimentos del personal, dentro de un mismo refrigerador.
Tampoco se mostraba la cédula profesional del médico que consultaba y encontraron una falta de documentación para la operación y funcionamiento sanitario de esa unidad, así como sondas y un medicamento vencido.
Las instalaciones contaban con una almacén de medicamentos que debe estar a menos 30 grados y según el acta que leyó Vladimir Jasso, no se tenía ningún método para el control y medición de la temperatura.
“Vamos a trabajar en las próximas horas para abrir lo antes posible”, dijo Juan Carlos González Valle, director Municipal de Salud, a las personas que esperaban su turno este día y que tuvieron que retirarse tras la suspensión.
En promedio, esa unidad médica atiende a más de 700 personas por semana, según un comunicado.
“El gobierno de la ciudad hace un llamado a la cordura de las instituciones, sobre todo en estos momentos cuando todavía se encuentra presente la pandemia por el nuevo coronavirus a nivel mundial”, dice un comunicado del Ayuntamiento de Tijuana.
Desde agosto pasado, el gobernador Jaime Bonilla, y el alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, se han enfrentado públicamente.
El Ejecutivo acusó a González Cruz de hacer campaña para gobernador y desatender la ciudad, a lo que éste respondió con una denuncia, vía redes sociales, de los ataques por parte del gobierno estatal.
Desde entonces, Coepris suspendió un almacén municipal por supuestos dulces caducos que se entregaban a los ciudadanos.
El ayuntamiento de Tijuana después clausuró la empresa que le donó esos dulces.
El próximo año, Baja California tendrá elecciones y el alcalde de Tijuana es una de las figuras que medios y encuestas consideran como posible candidato a la gubernatura por Morena, algo que disgusta al gobernador Jaime Bonilla, quien promueve públicamente a la alcaldesa de Mexicali, Marina de Pilar, y al de Ensenada, Armando Ayala, como posibles candidatos a ese cargo.