El activista de Blue Lives Matter denuncia los actos de saqueo y violencia después de la acción vergonzosa de un policía de Minnesota en la muerte de George Floyd.
He sido policía en la Ciudad de Nueva York por más de 14 años, y he vivido en este planeta 35 años. He escuchado historias de cómo, hace décadas, Times Square era un lugar al que no ibas. Desde prostitución hasta venta de drogas y latrocinio, el crimen estaba fuera de control en toda esa área, y la mayoría de Manhattan también era peligrosa en las décadas de 1980 y 1990. Ni en mis peores sueños llegué a pensar que vería el día en que esta gran ciudad estuviera de nuevo sitiada.
Estos últimos días en Nueva York han sido difíciles de ver. Años de trabajo duro y dedicación por parte de los policías han sido borrados y retrasados. Me duele el corazón al ver el saqueo y violencia extremos. Los escaparates han sido dañados y tomaron la mercancía que había en ellos. Han incendiado patrullas.
Y no soy el único que se siente de esta manera. Los policías en la Ciudad de Nueva York y en toda la nación están pasmados por lo que está sucediendo. Les duele. Cientos de policías han perdido sus vidas al paso de los años defendiendo a la gente que ahora se comporta como anormales. Esta es la bofetada máxima en el rostro de todos los estadounidenses.
Hay violencia; se lanzan ladrillos y escombros. Los policías son golpeados por vehículos, son lesionados, y se han roto varios huesos. No es distinto a una zona de guerra.
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Todo oficial está avergonzado por lo que hizo un policía de Minnesota. Él no solo cruzó la línea, sino que fue en contra de su juramento de servir y proteger. Eso incluye incluso a la gente que arrestamos; nunca tratas a un humano de esa manera.
Y estamos con el resto del mundo. Nosotros también estamos más que contentos de que lo hayan arrestado y le hayan quitado su título de policía. También nos duele y avergüenza que un hombre perdiera su vida durante una interacción con un oficial. No se espera que los policías actúen como él lo hizo.
“ESOS MUCHACHOS NI SIQUIERA SABEN POR QUÉ ESTÁN PELEANDO”
Pero no allanas tiendas y saqueas. No hay excusa ni explicación para tal comportamiento.
Un hombre debería ser recordado. Deberían celebrarse vigilias con velas. Deberían hacerse las preguntas de por qué pasó esto, y deberían sostenerse discusiones sobre qué camino tomar como humanos, para asegurarnos de que esto no suceda de nuevo.
Pero eso no está sucediendo. Trabajo como sargento en las calles durante estos disturbios. Hay turbas de gente de todas las edades —jóvenes, adolescentes y adultos de veintitantos años— corriendo por las calles como en la Ciudad Gótica de una escena de Batman. Estos muchachos ni siquiera saben por qué están peleando, cada uno tiene una respuesta diferente. Sus vidas apenas están empezando. Estos no son adultos educados con una lógica, imitando a iconos tales como Martin Luther King Jr. o John Lennon. Ni remotamente lo son.
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La gente exige “justicia”, pero aun así viola las leyes para justificar sus acciones. El culpable ha sido arrestado. Está tras las rejas para nunca volver a dañar a otro humano. ¿Por qué desquitarse con el resto del mundo? ¿Por qué desquitarse con los buenos oficiales que sirven y protegen como juraron hacerlo?
Fue muy fácil aterrorizar y saquear. Por lo tanto, se deben restablecer la ley y el orden. Estos grupos deben saber que no mandan en estas ciudades. Necesitan toparse con las autoridades que juraron defender a los inocentes y vulnerables.
Tiene que haber consecuencias. Si exigimos que se haga responsables a quienes hicieron un uso excesivo de la fuerza, de la misma manera debe hacerse responsables a quienes aterrorizan a peatones inocentes.
Somos mejores que esto. La humanidad es mejor que esto. Necesitamos retomar el curso y recuperar los avances que hemos perdido.
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Joseph Imperatrice es sargento del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York y ha servido como oficial de policía por más de 14 años. Es fundador de Blue Lives Matter en la Ciudad de Nueva York y es colaborador de Fox News. Las opiniones expresadas en este artículo son propiedad del autor.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
