Nuevamente localizan elementos de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, a dos personas originarias de los estados de Querétaro y Jalisco, las cuales eran víctimas de un secuestro virtual, en una habitación de un hotel ubicado en la Zona Centro de la ciudad capital, donde los mantenían amenazados al asegurarles que los estaban vigilando desde el exterior, mientras solicitaban a sus familias importantes cantidades de dinero para “liberarlos”.
Los hechos se registraron el pasado jueves, cuando el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Porfirio Javier Sánchez Mendoza, recibió el reporte de que había dos personas de otros estados, las cuales presuntamente estaban privadas de su libertad, por lo cual giró las instrucciones a la Policía Cibernética para que trabajara de la mano con las familias de los afectados a fin de tratar de ubicarlos.
Fue así que alrededor de las 21:55 horas, a través de la información obtenida por parte de los familiares y de los propios afectados, se logró conocer que se encontraban en el mismo hotel, con razón social El Llanito, ubicado en la avenida Adolfo López Mateos, en el Barrio de El Llanito, hasta donde se trasladaron apoyados por elementos de la Policía Estatal.
Al llegar se entrevistaron con el gerente, quien les comentó que un par de días antes había llegado a hospedarse una persona originaria del Estado de Jalisco y la noche anterior otra persona que dijo ser oriundo del Estado de Querétaro, motivo por cual se dirigieron a la habitación y haciendo uso de las llaves maestras ingresaron a la misma.
En se momento, los elementos se percataron de que las víctimas seguían al teléfono, por lo cual los despojaron de los equipos y cortaron las llamadas, luego de esto, les explicaron a quienes dijeron llamarse Joaquín Noé, de 46 años de edad y a Edgar, de 37, que estaban siendo víctimas de una extorsión, por lo que no había ninguna persona armada a las afueras del lugar.
Al cuestionarlos, Joaquín señaló que era originario de Jalisco y que mientras conducía hacia Aguascalientes, recibió una llamada en su teléfono celular, donde le indicaban que lo tenían vigilado y si no quería que le hicieran daño a su familia, que se trasladara al hotel El Llanito, del cual le dieron la dirección.
Cuando llegó al mismo, le indicaron al número de habitación a la que se tenía que dirigir, en la cual se encontró con Edgar, quien había llegado a Aguascalientes, procedente del estado de Querétaro, por motivos de trabajo, pero para ese momento, estaba también siendo víctima de amenazas de ataques a su familia si no obedecía las instrucciones que le daban.
Los presuntos delincuentes los vigilaban a través de videollamadas o llamadas normales, asegurando que eran miembros de un grupo delictivo, mientras tanto, se comunicaban con sus familias para exigirles el pago de importantes cantidades de dinero para liberarlos.
Finalmente, fueron puestos en comunicación con sus familias para tranquilizarlos y hacerles saber que estaban bien, para posteriormente trasladarlos a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado a fin de que interpusieran las denuncias correspondientes.