Dirigentes empresariales de Aguascalientes se dijeron satisfechos con el incremento salarial del 20%, aprobado este lunes por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), pasando de 102.68 pesos a 123.22 pesos para el próximo año.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Raúl González Alonso, consideró como una deuda histórica que se tenía con el sector laboral desde el año 1992, cuando se tuvo un aumento similar, aunque reconoció que siguen faltando avances para consolidar la “nueva cultura salarial”, que propuso la central empresarial desde 2016.
Asimismo, se dijo optimista de que a más tardar al año 2030 se pueda fijar el salario mínimo con la línea de bienestar familiar, es decir, que los ingresos salariales de dos personas permitan la manutención de cuatro personas.
“Esperamos que no más allá del 2030 se pueda alcanzar la línea del bienestar familiar, es decir que dos personas puedan cubrir las necesidades de una familia de cuatro personas, quisiéramos que esto pudiera suceder en el 2024”, apuntó.
González Alonso mencionó que el salario mínimo ideal tendría que ser de 246.04 pesos.
Al respecto, ya hay algunas empresas que acordaron comenzar con la asignación de dicho monto salarial a partir de enero de 2020.
“Ya hay empresas que se anticiparon a esta cuestión, son empresas que tienen la capacidad para generar un tabulador mínimo para que ningún colaborador no puede ganar menos de ese rango, hay quiénes tienen tabuladores de hasta 10 mil pesos, pero no podemos pedir esto a todas las empresas, son sobre todo empresas transnacionales”.
Por otra parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCEA), Pedro Gutiérrez Romo, señaló que el incremento salarial sólo beneficiará de forma directa a los trabajadores que continúan ganando el salario mínimo.
“En Aguascalientes es poca la gente que gana salario mínimo, pero se decía que 11 mil pesos al mes los ganan el 30% de las personas en México”, afirmó.
En tanto que para algunas empresas, el aumento salarial podría representar la estocada final si no realizan una planificación eficiente en el pago de las percepciones y prestaciones económicas de sus trabajadores.
“Algunas empresas podrían verse presionadas a aumentar el salario mínimo en un 20%, pero quizá esta empresa desaparecería en unos tres o cuatro meses”, subrayó.
De igual modo, destacó que el salario de los trabajadores debe ser proporcional a su productividad.
“La decisión debe ser de cada una de las empresas tras un diálogo, para que vean en qué porcentaje aumentan en los salarios de sus trabajadores, pero que el salario se relacione con la productividad, sino es un balazo en la cabeza para la empresa”.