Estaban ahí por necesidad, necesidad de sus familias para que superaran su problema de adicción y por necesidad también de protección personal, sin embargo, lo que encontraron fue la brutalidad que se ejerce con frecuencia en estos centros de “rehabilitación” denominados “anexos”.
En la última semana ha conmocionado a Aguascalientes la denuncia pública de familiares de internos del Centro de Rehabilitación contra las adicciones conocido popularmente como “La Cueva” y con sede en Rincón de Romos.
En ese lugar y en presunta represalia por el intento de fuga de algunos internos, se golpeó brutalmente al resto de los que se encontraban anexados en busca de rehabilitación por adicciones.
Algunas imágenes de la brutalidad del castigo fueron filtradas en redes sociales, sin que hasta el momento el “Instituto Evangélico Misioneros de Jesucristo” fije postura oficial sobre las acusaciones de tortura, abuso y maltrato que pesan en su contra y que llevaron a algunos de sus pacientes a requerir atención médica de urgencia.
El teléfono de contacto para solicitar informes de la operación del anexo permanece hasta este miércoles fuera de línea y la compañía móvil señala que el número no se encuentra disponible.
Esto, mientras que en se duplican los delitos de narcomenudeo en Aguascalientes; de acuerdo con la herramienta ciudadana “Semáforo Delictivo” este tipo de ilícitos investigados por autoridades ministeriales crecieron en un 59 por ciento en comparativo de septiembre 2018 al mismo mes de 2019.
Más allá, del 2015 al 2019 el aumento se ubica hasta en un 97 por ciento respecto al mes de enero de ambos años, esto, sin considerar la “cifra negra” y con ello, el número de niños, jóvenes y adolescentes que con serios problemas de adicción, son internados en centros de rehabilitación sin ningún tipo de vigilancia y control.