Advierte el Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), sobre los riesgos sanitarios originados por el uso del cigarro electrónico, el cual es un dispositivo con forma de cigarrillo que expulsa nicotina y busca emular la experiencia de fumar.
El titular de la Dirección de Regulación Sanitaria de la dependencia, Octavio Jiménez Macías, explicó que este aparato debe ser recargado con un líquido que contiene nicotina, aromas naturales extraídos del tabaco y compuestos humectantes como propilenglicol, los cuales son vaporizados sin que exista combustión, gracias a la batería del cigarro electrónico.
Este vapor, dijo, saldrá por los filtros dando una sensación similar a la del cigarro tradicional; “existe un mito, relacionado con el uso de los vapeadores, de que no originan ningún daño a la salud y de que ayudan al fumador a dejar el hábito del tabaco, lo cual es totalmente falso”, señaló.
Jiménez Macías informó que la oficina norteamericana responsable de la autorización de alimentos y medicinas (FDA, por sus siglas en inglés), advirtió desde el 2009 la presencia de químicos tóxicos y cancerígenos en estos dispositivos, tales como nitrosaminas, anabasina, myosmina, b-nicotyryna y dietilenoglicol (usado como anticongelante).
Precisó que los síntomas que manifiestan las personas que usan estos aparatos son: fatiga, náuseas, vómito, tos y fiebre, que pueden crecer hasta la falta de aire o dificultad para respirar, aunque se pueden volver tan extremos que las personas requieran hospitalización.
Dejó en claro que en nuestro país, la comercialización de los cigarros electrónicos está prohibida, pues el artículo 16 de la Ley General para el Control de Tabaco, señala claramente que “se prohíbe comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir cualquier objeto que no sea un producto del tabaco, que contenga alguno de los elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que lo identifique como tal”.
Finalmente, señaló que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitario (Cofepris) no ha expedido autorización alguna para este tipo de productos, es decir, que los cigarros electrónicos no cuentan con un registro sanitario como medicamentos o dispositivos médicos, por lo que el uso supuestamente terapéutico no ha sido comprobado científicamente.