Militantes prodemocracia se concentraron el domingo ante el consulado de Estados Unidos en Hong Kong para pedir a la comunidad internacional hacer presión sobre China después de tres meses de manifestaciones.
“Más de un millar de manifestantes fueron detenidos. No tenemos otro forma de acción que manifestarnos, estoy desesperado. Creo que, aparte de los países extranjeros, nadie puede realmente ayudarnos”, declaró a la AFP Jenny Chan, de 30 años.
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Los manifestantes, algunos de los cuales enarbolaron banderas estadounidenses, se reunió en un parque de la ciudad y luego se dirigieron al consulado, reclamando presión sobre el gobierno chino para que acceda a sus demandas.
La excolonia británica atraviesa su peor crisis desde su retrocesión a China en 1997, con acciones casi diarias para denunciar especialmente el retroceso de libertades y la creciente injerencia de Pekín en los asuntos de su región semiautónoma.
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El miércoles, la jefa de Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam –pro-Pekín– sorprendió al retirar un impopular proyecto de ley que permitía las extradiciones a China, y que desencadenó en junio las protestas.
Pero los manifestantes juzgaron la medida tardía e insuficiente y piden amnistía para los cientos de arrestados, una investigación a las acciones de la policía y el sufragio universal.
