Los medicamentos anticolinérgicos se utilizan para tratar la depresión y psicosis, afecciones de la vejiga y gastrointestinales, alergias y síntomas de la enfermedad de Parkinson.
Sin embargo, en un estudio publicado el lunes en el Journal of the American Medical Association’s Internal Medicine, las personas mayores de 55 años que usaban medicamentos anticolinérgicos fuertes cada día durante más de tres años tenían un riesgo 50 % mayor de desarrollar demencia.
“Este estudio proporciona evidencia adicional de que los médicos deben tener cuidado al recetar ciertos medicamentos que tienen propiedades anticolinérgicas”, dijo en un comunicado de prensa Tom Dening, uno de los autores y director del Centro para la Demencia de la Universidad de Nottingham.
“Sin embargo, es importante que los pacientes que toman medicamentos de este tipo no solo los detengan bruscamente, ya que esto puede ser mucho más dañino. Si los pacientes tienen inquietudes, deben consultarlos con su médico para considerar los pros y los contras del tratamiento que deben están recibiendo”.
Los investigadores analizaron los datos médicos de casi 59,000 personas con demencia, que recolectaron entre enero de 2004 y enero de 2016. De los registros que analizaron, la edad promedio de los pacientes era de 82 años y alrededor del 63 % eran mujeres.
Aproximadamente el 57 % de los pacientes en el estudio recibieron una receta para al menos un medicamento anticolinérgico fuerte, de uno a 11 años antes de ser diagnosticados con demencia. Aunque el vínculo encontrado entre los fármacos y el desarrollo de la demencia parece ser fuerte, los investigadores observaron que sus hallazgos son asociaciones y no muestran que los fármacos causen demencia.
Los médicos recetan medicamentos anticolinérgicos para tratar afecciones como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, afecciones de la vejiga, alergias, trastornos gastrointestinales y síntomas de la enfermedad de Parkinson.
El estudio también tenía algunas limitaciones; por ejemplo, algunos pacientes pueden no haber tomado la medicación prescrita según las indicaciones, por lo que los niveles de exposición anticolinérgicos podrían haber sido clasificados erróneamente.
“Se necesita más investigación para confirmar si la asociación entre estos medicamentos y el riesgo de demencia es causal o no. Estos medicamentos se recetan para una serie de problemas de salud y cualquier duda que los pacientes puedan tener sobre ellos se debe discutir con sus médicos”, dijo Martin Rossor, Director Nacional de Investigación en Demencia de NIHR.
Según los expertos, estas condiciones de salud pueden ser tan agudas como las convulsiones o la psicosis, por lo que es crítico sopesar los pros y los contras de tomar este medicamento con un proveedor de atención médica.
“Pasé gran parte de mi tiempo en la clínica de trastornos de la memoria, viendo a pacientes geriátricos y quitándoles medicamentos a las personas, principalmente a los que tienen propiedades anticolinérgicas, y muchas veces puede haber otro medicamento que tenga menos impacto anticolinérgico o que no sea anticolinérgico”, dijo a CNN el doctor Douglas Scharre, director de la división de neurología cognitiva en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus.
“Es una discusión de riesgo-beneficio… así que converse con su médico”, agregó Scharre, quien no participó en el estudio.
Carol Coupland, investigadora de la Universidad de Nottingham y autora principal del estudio, agregó: “Los profesionales de la salud deben considerar cuidadosamente los riesgos de este tipo de medicamento junto con los beneficios cuando se recetan los medicamentos y se deben considerar tratamientos alternativos cuando sea posible, como otros tipos de antidepresivos o tipos alternativos de tratamiento para afecciones de la vejiga”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek