*Mientras 2,200 personas han desaparecido en Chihuahua desde hace 11 años, 3,770 restos esperan ser identificados en las morgues y fosas comunes
*Empiecen por Cuauhtémoc, que encabeza los reportes de personas ausentes en el estado, pidió el Gobierno estatal al EAAF, que ya fijó el perfil genético de 29 muestras halladas en ‘sitios de exterminio’
Cd. Juárez.- Desde hace casi 10 años, la familia Castillo Rincón vive con la incertidumbre de dónde y cómo estará su hija Esmeralda, incluso las condiciones del clima les “dispara” la angustia de conocer a ciencia cierta, el paradero y estado de la menor ausente.
“Cuando llueve, cuando nieva, no puedo dejar de pensar si mi hija tendrá frío, en cómo estará, qué comerá, es muy difícil; puede tener uno un rato alegre y de repente, caer en depresión”, dice José Luis Castillo Carrión, padre de la adolescente de 14 años, quien salió de su casa para ir a la escuela el 19 de mayo de 2009. Desde entonces, no volvieron a saber de ella.
En las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Ciudad Juárez permanece una tibia ósea, que las autoridades aseguran pertenece a Esmeralda Castillo Rincón, pero su familia no acepta la aseveración por varias razones. Una de las principales, que carecen de recursos para realizar un examen de ADN independiente del gobierno, en el cual no confían.
Otra causa es que se aferran a la posibilidad de que ella siga viva porque el resto de su cuerpo, que probaría fehacientemente que está muerta, no aparece.
Como los familiares de Esmeralda, están los parientes de otras 2 mil 199 personas desaparecidas en el estado de Chihuahua desde 2007, y alrededor de 40 mil en la República Mexicana.
Sin contar, los 3 mil 770 cadáveres completos o parciales sin reclamar o identificar de 2007 a 2018 en la entidad, según datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado (FGE).
A nivel nacional, la cifra de restos de personas en las morgues asciende a 26 mil, sea porque no se ha establecido su identidad o sus familias no han solicitado la entrega.
Una “crisis forense”, la denominó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante el relanzamiento del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas que llevó a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 24 de marzo pasado.
Un escenario caótico debido a las fallas en la labor pericial, que por años anquilosó expedientes y después se vio abrumada por la escalada de violencia que aumentó víctimas, como no había ocurrido en décadas. Una mezcla explosiva entre el rezago histórico y la incapacidad de reacción actual.
“Durante años, hubo un olvido institucional, lo hace innegable la deuda que tiene el Estado mexicano ante esta terrible situación”, subrayó Sánchez Cordero, ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, instancia desde la cual tampoco se abordó la problemática sino hasta ahora.
En la reinstalación –enmarcado así porque ya existía pero no operaba como tal— del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, lamentó que 19 estados no cuenten con los protocolos correspondientes aunque no detalló a cuáles se refería.
Mientras la titular de la dependencia, pidió a los gobernadores que para septiembre próximo, sus estados cuenten con una Comisión de Búsqueda funcional y llamó a las familias de las víctimas, a revisar los avances en tres meses.
“Nunca más, situaciones tan lamentables como el tener a los cuerpos en tráileres, en camiones, recorriendo las calles… Es dantesco e inhumano, tenemos por eso que actuar con urgencia sobre este caso”, enfatizó a su vez el presidente.
Morgues: Testigos del horror
En el estado de Chihuahua, existen 3 mil 770 cadáveres completos o parciales sin reclamar o identificar desde 2007 a 2018, indican datos de la FGE.
Tan sólo de enero a diciembre del año pasado, acorde con esas estadísticas, llegaron 458 cuerpos o restos a los Semefos del estado, donde permanecen sin que se establezca su identidad o alguien solicite su entrega.
La zona norte del estado es el lugar donde se registró el mayor número con 253, seguida de la región centro con 100, la occidente con 88 y la sur con 17.
A nivel oficial, las autoridades suelen establecer que los restos en los congeladores forenses y otros tantos que acaban por ser depositados en fosas comunes, no fueron reclamados por sus familiares, lo cual enmarcaría el olvido absoluto.
No obstante, se antoja más que relativo ese concepto cuando hay miles de personas buscando a sus familiares a lo largo del territorio nacional. En muchos casos ha salido a la luz precisamente, los esfuerzos por encontrar a alguien, que todo el tiempo estuvo en el Semefo.
INFORMACIÓN COMPLETA EN REVISTA #5