La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) es un factor de equilibrio entre las autoridades y la sociedad, afirma Juan Rodríguez Ramos, uno de los 42 postulantes a encabezar la titularidad del órgano.
En entrevista, el maestro en Derecho Penal por la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) y actual doctorante en Ciencias de la Administración por la facultad de Contaduría de esta misma institución, hace un recorrido por los 19 años que ha laborado en la defensa de los derechos humanos en diversos periodos del órgano autónomo.
A unos días de que la Comisión de Derechos Humanos de la LXIV Legislatura presente la terna que habrá de votarse ante el pleno, el actual visitador de la DDHPO y aspirante a defensor afirma contar con la idoneidad para el puesto, tras haber recorrido las diversas áreas de la entonces Comisión y hasta el segundo de mayor relevancia en la Defensoría.
La experiencia y su trabajo, asegura, le permiten plantear la necesidad de efectuar un rediseño de la estructura organizacional del ente.
Originario de San Juan Yucuita, Nochixtlán y a punto de cumplir 50 años, Rodríguez Ramos asegura que es necesaria la creación de por lo menos dos visitadurías más que permitan eficientar el trabajo que desempeña el organismo, así como fortalecer la atención a las víctimas.
Reconoce el avance en materia de defensa de los derechos humanos en la entidad, ya que hasta antes de la renovación legal de 2012, el organismo se limitaba a generar recomendaciones que carecían de respuesta.
Desde hace siete años, indica, el andamiaje jurídico construido por la sociedad civil organizada permitió a la DDHPO emitir “Alertas tempranas”, establecer procesos de conciliación, e intervenir para que se logre la reparación del daño.
Además que la mediación en conflictos laborales es posible y se han creado Defensorías Especializadas en: Niños, niñas y adolescentes, Igualdad de género, Periodistas y defensores, Comunidades indígenas y Personas recluidas, así como atención en casos de violencia política contra las mujeres.
El visitador, con ocho años al frente de este encargo –uno antes del cambio en el ámbito normativo del órgano autónomo–, asegura que si bien existen retos como los juicios de protección ante la sala constitucional, la propia reestructuración, el conocimiento que ha adquirido en la DDHPO le permite tener claro el rumbo al cual se dirigirá.
“La actuación de la Defensoría debe ser enérgica pero no frontal y desde un margen institucional”, sostiene el abogado, quien ingresó en 1993 a la entonces recién fundada Comisión de Derechos Humanos como auxiliar, mientras aún se encontraba cursando la licenciatura en Derecho.
Rodríguez Ramos reitera que un pilar sobre el cual se debe nombrar al ombudsperson es su calidad moral. Al respecto, asegura que además de la experiencia en el organismo, su preparación académica y trabajo como defensor de los derechos humanos, cuenta con el reconocimiento sobre su honestidad y trabajo comprometido.
Esto, indica, le ha permitido dar solución a casos complicados que se han presentado en la DDHPO, organismo que ha ganado credibilidad y confianza de la ciudadanía, prueba de ello son las dos mil 557 quejas correspondientes al año pasado y unas 700 en los primeros cuatro meses de este 2019.
“Frente a la nueva realidad que habrá de enfrentar Oaxaca en los próximos años, es indispensable una reestructuración en materia de derechos humanos que garantice la atención integral a la población”, sostiene.
Aunado a su formación académica en abogacía, refiere haber cursado estudios de Filosofía en el Seminario y haber crecido de la mano de la teología de la liberación, lo que le permitió tener conocimiento de la problemática social del estado, sin ningún tipo de fanatismo.
El visitador ocupa su tiempo libre en dar clases de derecho en la facultad de la UABJO, así como continuar preparándose, también corre por las mañanas, lee, gusta de ver series y documentales.
Respecto a la impugnación presentada por una ciudadana ante el Congreso sobre su postulación, afirma que cumplió con la totalidad de requisitos y su trabajo en la DDHPO no le impide su participación debido a que su puesto no corresponde a la administración pública centralizada.
“Toca ahora a los diputados tomar la determinación”, concluye al tiempo que reitera su apartidismo y autonomía como persona, así como su calidad moral para asumir el cargo.