El recorte al presupuesto federal de las estancias infantiles para este 2019 ha desatado gran incertidumbre sobre el futuro de estos centros y el de las miles de familias beneficiadas por las estancias y guarderías que reciben el apoyo.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2019 se indicó que el presupuesto destinado para el Programa de Estancias Infantiles (PEI) será de 2 mil 41 millones de pesos, cifra que significa una reducción de casi el 50% respecto de 2018, cuando se destinaron para este programa 4 mil 70 millones de pesos. Es decir, de un año a otro el recorte presupuestal fue de alrededor de 2 mil 29 millones de pesos.
Esta decisión fue tomada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que se asegura que existe corrupción en la entrega de los apoyos, los cuales no llegaban completos a sus beneficiarios.
López Obrador ha afirmado que gracias a un censo realizado por las autoridades se encontraron con informes «adulterados» y se detectó que en el programa existían alrededor de 300 mil menores inscritos en las estancias infantiles, una cifra aparentemente inflada.
«Se encontró que hay informes adulterados, que no son todos los niños que se registran y otro tipo de irregularidades […] no se entregaban los fondos completos, tenemos pruebas de que había corrupción en la entrega de los apoyos a la gente», expuso el presidente durante su conferencia de prensa de la mañana del pasado 7 de febrero.
López Obrador ha dicho que se entregarán 1,600 pesos a los beneficiarios del programa de manera bimestral y aseguró que el monto será dado a los padres de familia de forma directa y no a las estancias, como anteriormente se hacía, pues asegura que la corrupción se encuentra en los intermediarios.
Ante el cuestionamiento sobre la urgencia de los padres que necesitan el servicio cada día, López Obrador afirmó en su conferencia matutina del viernes 15 de febrero que el gobierno «se está apurando» para no detener este apoyo: «donde se encuentre que en efecto existen los padres y los niños y necesitan tener una estancia, o que ya estaban en una y están de acuerdo, de inmediato se les va a dar una forma de ir al banco y sacar el recurso».
«No nos vamos a demorar en esto, pero no queremos dispersar recursos porque supuestamente son 3 millones 200 mil niños, pero lo que hemos hecho de evaluación nos dice que no es así. No hay esos más de 3 millones de niños; entonces queremos depurar y entregar, pero eso sí, lo más pronto posible, eso es un compromiso. Yo creo que en un mes estará resuelto y ya en definitiva les podemos decir cómo están las cosas. Pero no vamos a permitir la corrupción; están abiertas las investigaciones».
En entrevista para Newsweek San Luis Potosí, la responsable de una estancia infantil, quien solicitó que sus datos fueran confidenciales, indicó que desde el mes de diciembre se vio obligada a cerrar las puertas de la estancia, debido a que ya no recibió recursos para poder operar y a que las madres de familia de la comunidad en la que se encuentra el centro no perciben el suficiente ingreso como para pagar una guardería particular.
Asimismo, informó que el cierre de la estancia afectó directamente «a las madres trabajadoras, a los niños y al personal, pues el empleo significa una entrada de dinero para apoyar a los hogares».
«Fue desde el mes de diciembre; el día 21 fue la última fecha indicada para laborar. Al regreso de vacaciones ya no pudimos trabajar porque se nos informó que había posibilidades de que el gobierno ya no nos iba a apoyar con el recurso para los niños. Se les dijo a las mamás beneficiarias que se trabajaría de manera particular en lo que había una respuesta del gobierno, pero el ingreso de las mamás aquí en el campo es muy poco y no les alcanza para pagar de manera particular», detalló la responsable de la guardería.
Estancias infantiles en San Luis Potosí
De acuerdo con la ficha de monitoreo 2017-2018 Programa de Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras, realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, para el 2017 dicho apoyo tuvo una cobertura en el 50% de los municipios de todo el país.
Asimismo, señala que a través de las 9,399 estancias infantiles y guarderías que se tenían registradas se brindó servicio de cuidado y atención infantil a 310 mil 968 madres y padres solos y se atendió a poco más de 327 mil 800 niños de 1 a 3 años 11 meses o hasta los 5 años 11 meses, en caso de niños con discapacidad.
Aunque durante el año pasado el programa contabilizó un total de 205 estancias infantiles en San Luis Potosí, los datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas de Inegi indican que en la entidad se registraron 305 guarderías y estancias infantiles.
Entre las anteriores, Coneval menciona que durante 2017, el programa benefició a un total de 6,819 padres y madres de familias potosinas, de los cuales 6,799 eran mujeres solteras y en 20 casos se trataba de hombres solos. Además, fueron 7,151 los niños de 0 a 5 años 11 meses que asistían a las estancias infantiles y guarderías en el estado.
El Programa Estancias Infantiles beneficia a más 6 mil 800 potosinos; la gran mayoría son madres solteras
El Directorio apunta que el municipio de San Luis Potosí es el que cuenta con más estancias infantiles y guarderías dentro de su territorio, pues las cifras muestran que son 143 las que se contabilizan, es decir, alrededor del 47% del total estatal.
Le siguen Soledad de Graciano Sánchez, con el 15% (45 guarderías e estancias infantiles); Ciudad Valles, con el 8% (25 centros); Matehuala, con el 7% (21 centros), y finalmente, Rioverde, con el 4% de total estatal (11 centros).
La responsable de la estancia infantil dio a conocer que al momento del cierre eran 44 niños los que asistían, mismos que actualmente se encuentran sin este apoyo. Al respecto mencionó que las madres de familia afectadas tenían la propuesta de hacer una petición ante las autoridades para que se continuara con el apoyo del Programa de Estancias Infantiles, pues sin él era imposible que la estancia continuara con las puertas abiertas.
«Ellas manifestaban que se hiciera algún oficio con la petición de que continuara el programa, el apoyo más que nada, porque la estancia ahí está, pero el apoyo es lo que no tenemos», lamentó.
¿Quién se hace responsable?
Es necesario señalar que uno de los motivos externados por el presidente López Obrador con los que se han impulsado estas acciones es el desconocimiento de las condiciones en las que se encuentran las estancias infantiles y las guarderías, las cuales pueden generar o no un ambiente de riesgo e inseguridad para los pequeños.
Por tal motivo, el titular del Ejecutivo ha dejado en claro que el gobierno federal no quiere «cargar» con dicha responsabilidad.
Expertos en materia de infancia y desarrollo social, como Mario Luis Fuentes, director de México Social, han externado su preocupación al respecto; en uno de sus artículos más recientes[1], Fuentes señala como uno de los principales problemas la renuncia del Estado a garantizar los derechos de las niñas y los niños.
El también investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) y titular de la Cátedra Trata de Personas de la UNAM, aclara que no se puede renunciar a la responsabilidad de vigilar el cumplimiento de las normas oficiales en cuanto a la seguridad de los pequeños en las estancias infantiles y guarderías, y que es indispensable «avanzar hacia un esquema de protección social de la niñez que permita abatir las condiciones en que viven niñas y niños en la primera infancia».
En entrevista con Newsweek San Luis Potosí, la directora general del Instituto de las mujeres del Estado de San Luis Potosí (IMES), Erika Velázquez Gutiérrez, mencionó que, de acuerdo con el informe de la Organización de las Naciones Unidas dado en 2015, faltaban 70 años para que en México se dieran verdaderas condiciones de igualdad entre hombres y mujeres y por ello es necesario acompañar a las políticas públicas de una perspectiva de género.
De esta manera, manifestó que con las medidas implementadas para combatir la corrupción en el Programa de Estancias Infantiles «lo que se muestra es que no se tiene ninguna perspectiva de género. Además de que se están tomando decisiones que no están siendo analizadas a fondo».
Por lo anterior, afirmó que el IMES se suma a la exigencia de que continúen abiertas las estancias infantiles y que se refuerce y amplíe su cobertura. Afirmó que esa postura es legitimada por distintas voces de grupos de feministas pero también justificada legalmente con los tratados internacionales.
Por último, informó que en el Instituto se proporciona asesoría jurídica, psicológica y de trabajo social de manera gratuita a todas aquellas potosinas a las que se les están violentado sus derechos.
Es indispensable «avanzar hacia un esquema de protección social de la niñez que permita abatir las condiciones en que viven niñas y niños en la primera infancia»
Su trabajo en riesgo
La decisión del gobierno federal ha provocado múltiples manifestaciones en los diferentes estados de la República por parte de los beneficiarios del programa, así como de los trabajadores y encargados de las estancias infantiles y guarderías, pues temen el cierre de los centros y la pérdida de su empleo.
De acuerdo con los registros de Inegi, en San Luis Potosí el 54% de las estancias infantiles y guarderías, es decir, 164 centros, emplean entre una y cinco personas que día con día atienden a los más pequeños.
El 29% (88 centros) tienen en su planta de personal de entre seis y 10 trabajadores; el 8% (24 centros) emplean entre 11 y 30 personas; el 5% (lo equivalente a 16 guarderías) cuentan con un personal que va desde los 31 a las 50 elementos, y por último, solo 13 estancias, las más grandes, emplean entre 51 y 100 personas (equivalente al 4%).
Debido a que, como ya fue anunciado, los beneficiaros del programa recibirán el apoyo de manera bimestral, el último pago que recibieron las más de 9,300 estancias infantiles y guarderías en todo el país fue realizado el 31 de diciembre del 2018, que correspondía a los 950 pesos mensuales por cada niño. A partir de enero las estancias no han recibido ningún apoyo, por lo que se han visto afectadas económicamente.
La directora de la estancia infantil manifestó que con ella son siete las asistentes que se encuentran sin empleo, al menos temporalmente. Asimismo, enfatizó que la estancia estaría dispuesta a reabrir sus puertas siempre y cuando el gobierno federal otorgue los apoyos a los niños.
«Lo que necesitamos es el apoyo para que las mamás puedan continuar trayendo a sus niños a las estancias», señaló.
De igual manera, al ser cuestionada sobre si los 1,600 pesos otorgados bimestralmente cubrirían los gastos de la estancia, su respuesta fue negativa y argumentó que los gastos que se tienen que cubrir en el centro son muchos.
«No alcanzaría porque la cantidad que nos pagaban apenas nos alcanzaba porque nos piden dictámenes estructurales, eléctricos, capacitaciones del personal, mantenimiento e infinidad de cosas para que la estancia esté al cien en cuestión de medidas de seguridad. Además de ahí teníamos que pagar al personal y la alimentación de los menores», afirmó.
Dejar de trabajar no es opción
Las estancias infantiles no solo benefician a los niños en su desarrollo, habilidad motriz y búsqueda de personalidad. Por otro lado también benefician a muchas de las madres solteras, jefas de familia que se encuentran en el mundo laboral.
De acuerdo con datos del Coneval, el Programa de Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras tiene el propósito de contribuir en las mejoras de las condiciones de acceso y permanencia en el mercado laboral de las madres, padres solos y tutores que trabajan, buscan empleo o estudian, a través del acceso a los servicios de cuidado y atención infantil, como parte de la seguridad social.
Según datos de la Encuesta Intercensal 2015 de Inegi, en San Luis Potosí se tienen contabilizados más de 710 mil 233 hogares, de los cuales, 191 mil 193 son liderados por mujeres, lo equivalente al 27% del total estatal.
Aunado a lo anterior, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indica que para el tercer trimestre del 2018, del total de las mujeres potosinas que trabajaban, el 24% (103 mil mujeres) recibía un salario mínimo o menos y el 25% (109 mil mujeres) obtenía solo entre uno y dos salarios mínimos.
Además, el 7%, es decir, 31 mil 782 mujeres potosinas no reciben ingresos por su empleo y miles no cuentan con acceso seguridad social ni a servicios de guardería por parte de sus trabajos.
Ante esta situación, Erika Velázquez asegura que cada vez son más las mujeres que participan en el mercado laboral, motivo por el cual México es parte de tratados internacionales como la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). De esta manera, asegura que el gobierno federal debe tomar «acciones afirmativas para que cada vez sea más accesible el entrar al mercado laboral para las mujeres» en nuestro país.
Pero no solo el ingreso hace que la inserción laboral de las mujeres sea cuesta arriba; también los horarios de trabajo son cruciales al momento de decidir tener un trabajo y poder dejar a los hijos en un lugar de cuidado como las estancias infantiles. En San Luis Potosí, el 49% de las mujeres que trabajan lo hacen de 35 a 48 horas y el 15% trabaja más de 48 horas semanales.
Aun en este complejo contexto, plagado de dificultades, dejar el empleo no es una opción: o se trabaja o se vive con hambre. De acuerdo con cifras del Atlas de Género, de cada 100 jefes de hogares en situación de pobreza en el estado, 34.35 son mujeres y de diciembre a la fecha, más de 21 mil 321 mujeres potosinas han manifestado que alguna vez dejaron de desayunar, comer o cenar por falta de dinero.
Por ello, ante la amenaza latente de que algunas estancias puedan cerrar sus puertas, también existe el riesgo de que madres solteras tengan que dejar el empleo con el que dan sustento a sus familias por cuidar a sus hijos.
Al respecto, la responsable de la estancia infantil manifestó que desde el cierre muchas madres se han visto obligadas a abandonar sus trabajos, debido a que no tienen quién les cuide a sus hijos y, en algunos otros casos, han reducido su jornada semanal a solo tres días.
«Muchas dejaron su empleo porque ya no tenían quién les cuidara a sus niños; otras trabajaban toda la semana y ya nada más trabajan tres días. Son muchas personas que buscaban cómo mantener a su familia, cómo traer un poco de ingreso a su hogar».
[1] Las estancias infantiles y el interés superior de la niñez / México Social
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