Sabemos que algunos genomas del humano moderno contienen fragmentos de ADN de una población antigua de humanos llamados denisovanos, de quienes se han hallado restos en un solo sitio, una cueva en lo que ahora es Siberia.
Dos ensayos publicados en Nature hoy nos dan un entendimiento más sólido de cuándo vivieron estos arcaicos humanos (homininos) poco conocidos.
Los denisovanos eran desconocidos hasta 2010, cuando se anunció por primera vez su genoma. El ADN se obtuvo de la falange de una niña enterrada en las Cuevas de Denisova en el macizo de Altái en el sur de Siberia.
Los estudios nuevos dan la primera línea de tiempo sólida para los fósiles denisovanos y el ADN recuperado de los sedimentos de la cueva, así como del medioambiente que enfrentaron los denisovanos.
También se han recuperado unos cuantos fósiles de neandertales en el sitio, junto con sus rastros genéticos en los sedimentos de las Cuevas de Denisova, las cuales fueron excavadas por primera vez hace 40 años.
Los humanos modernos (Homo sapiens) llegaron después, haciendo que el sitio sea único en el mundo pues albergó tres grupos de humanos en épocas distintas.
¿Quiénes fueron los denisovanos?
Actualmente sabemos mucho más sobre el ADN de los denisovanos de lo que sabemos de su apariencia física, ya que los fósiles de homininos son excesivamente raros en el sitio.
Aparte de la falange, se ha identificado genéticamente un total de tres dientes como denisovanos. El ADN de un fragmento diminuto de un hueso largo de la hija de progenitores denisovanos y neandertales nos da evidencia directa de que los dos grupos se conocieron y se cruzaron por lo menos una vez.
Es frustrante lo poco que sabemos de la distribución geográfica y la demografía de los denisovanos, excepto por el hallazgo desconcertante de que los aborígenes australianos y neoguineanos son las únicas personas vivas hoy día con cantidades importantes de ADN denisovano en su genoma.
Pero aun cuando los fósiles de homininos son muy escasos en las cuevas de Denisova, los depósitos contienen miles de artefactos hechos con piedra.
Las capas superiores también contienen artefactos confeccionados con otros materiales, incluidos ornamentos hechos con mármol, hueso, dientes de animales, marfil de mamut y cascarón de huevo de avestruz. También hay restos de animales y plantas que dan testimonio de las antiguas condiciones medioambientales.
Datar a los denisovanos
A pesar de la importancia de las Cuevas de Denisova para los estudios de la evolución humana, la historia del sitio y de sus habitantes sigue siendo una especie de rompecabezas, dada la falta de una línea de tiempo confiable para los depósitos en la cueva y sus contenidos.
Con la publicación de los dos ensayos nuevos, algunas de las piezas cruciales de este rompecabezas ahora encajan.
Los estudios nuevos se apoyaron en la obra minuciosa llevada a cabo por nuestros colegas rusos durante varias décadas en las tres cámaras de las Cuevas de Denisova. Ellos documentaron meticulosamente la estratificación compleja de los depósitos, junto con los restos culturales, animales y herbarios excavados.
Utilizamos datación óptica para determinar la última vez que los sedimentosestuvieron expuestos a la luz del sol y se depositaron en la cueva. La datación óptica se ha aplicado en sitios arqueológicos de todo el mundo, siendo los minerales de cuarzo y feldespato de potasio los más usados.
Medimos más de 280,000 granos individuales de estos minerales de más de 100 muestras, usando una combinación de procedimientos tanto sólidamente establecidos como nuevos.
Esto nos permitió llevar a cabo cierta variedad de verificaciones experimentales, identificar partes del depósito que habían sido perturbadas, datar las capas más viejas de sedimentos y construir una cronología sólida para el sitio.
Para delimitar mejor las edades de los fósiles de homininos, nuestros colegas en la Universidad de Oxford, Reino Unido, y dos de los Institutos Max Planck en Alemania desarrollaron un nuevo modelo estadístico (bayesiano).
Los estudios nuevos muestran que los homininos ocuparon el sitio de manera casi continua durante períodos relativamente cálidos y fríos durante los últimos 300,000 años, dejando detrás herramientas de piedra y otros artefactos en los depósitos de la cueva.
Se hallaron fósiles y rastros de ADN de denisovanos de por lo menos hace 200,000 a 50,000 años, y de neandertales entre 200,000 y 100,000 años de antigüedad. La niña con ancestros mixtos revela que los dos grupos de homininos se conocieron y se cruzaron hace alrededor de 100,000 años.
Aun cuando los denisovanos persistieron en el sitio hasta hace 50,000 años, esto no excluye que sobrevivieran más tarde en otro lugar. Es evidente que eran un grupo resistente, sobreviviendo a múltiples episodios del frío clima siberiano antes de extinguirse finalmente.
Una historia incompleta
Ahora sabemos mucho más sobre la vida y la época de los denisovanos, pero todavía hay muchas preguntas sin respuesta.
Por ejemplo, no sabemos la naturaleza de cualesquiera encuentros entre ellos y los humanos modernos, quienes ya estaban presentes en otras partes de Asia y en Australia hace 50,000 años.
Entonces, aun cuando nuestro entendimiento de la historia de los denisovanos ha avanzado muchísimo desde 2010, todavía hay muchas piezas faltantes en este rompecabezas intrigante.
Zenobia Jacobs es profesora en la Universidad de Wollongong; Bo Li es un investigador en jefe en ciencias arqueológicas, también en la Universidad de Wollongong; Kieran O’Gorman es candidato a doctorado por la Universidad de Wollongong, y Richard “Bert” Roberts es director del Centro de Excelencia ARC para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano (CABAH) en la Universidad de Wollongong. Las opiniones expresadas en este artículo son propiedad de los autores.
Este artículo se publica con permiso de The Conversation bajo una licencia de Creative Commons.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek