Una voz poderosa envuelta en sensualidad y medias de red se apoderan del escenario y lo transforman en un cabaret a media luz. Madame Ur recorre con misticismo y pasos felinos todo a su alrededor, hace suyo el entarimado. Mientras, una especie de jazz onírico que lucha con sintetizadores y pianos suena muy suave, casi como un vals agónico, un lamento con fuerza punk entrando en el cadalso: “Vámonos para otro lado porque en este lado siento tempestad”.
“Madame Ur es un alter ego, una mujer que se convirtió en gato y cuyos hombres acentúan todo para que ese personaje se desenvuelva en el escenario. Somos muy escénicos, la música es muy intensa, melodramática, con letras introspectivas”, Cuenta Azzul, vocalista de la banda, originaria de Tijuana, Madame Ur y sus Hombres.
—¿Qué nos dicen de Better Day?
—Es nuestro primer disco después de dos EP (extended plays); tiene cinco canciones con letras profundamente introspectivas. No es hablar de amor común entre pareja, son más sobre el amor puro, el amor al otro. Decidimos ese título porque el mundo es caótico y oscuro, pero hay esperanza, queremos estar mejor y estar bien. “Cuervos” es una canción muy poética, tiene una mezcla de flamenco y alternativo.
—Los comparan con Portishead y Santa Sabina.
—Es un honor la comparación —opina Joel, pianista de la banda—. Son enormes y míticas bandas con mujeres líderes muy particulares y con personalidades muy claras. Son músicos extraordinarios que te llevan por un camino que solo suena a ellos.
Azzul añade: “Empezamos en un camino más jazzero, pero de pronto la música y la vida, las mismas experiencias tan intensas, nos empezaron a llevar por otros caminos y melodramas”.
—Trabajaron en una canción con John Fryer, productor de Cocteau Twins, Nine Inch Nails y Depeche Mode.
—Es el productor que ha trabajado con los grupos que han marcado nuestra vida —explica Azzul—. Nos contactaron de la disquera No Devotion Records; estaban trabajando con John Fryer y él quería conocer vocalistas de diferentes idiomas y países. Me mandó un track y sentía que lo iba a arruinar, pero me dijo: “Puedes hacer lo que quieras, solo hazlo en español”.
—Hacen un tributo a Chavela Vargas nada sencillo, tu voz es notable, Azzul, ¿de dónde viene tu capacidad vocal?
—Vengo de una pequeña historia familiar de cantantes y compositores, mi hermana mayor es una gran cantante, crecí escuchándola cantar. Recuerdo un día, cuando era chica, estaba en casa tonteando y cantando, mi mamá me escuchó y me gritó: “¡Tú cantas! Mírate en el espejo, te tienes que ver y cantar”. Ha sido práctica y práctica, canto desde los ocho años.
—¿La última canción que les llegó al alma?
Joel: “A veces en vivo ‘Better Day’; es un impacto, la canción es larguísima como una película, tiene muchas partes, va subiendo y tiene un clímax. He sentido mucha fuerza al tocarla y ver cómo el público entra en un trance y se derrite con nosotros.
—El rock mexicano no tiene tantas bandas con una voz femenina al frente.
—Hace falta, sí hay varias chicas, pero son solistas. No hay tantos grupos liderados por una mujer, como fue Rita Guerrero en Santa Sabina o ahora con Hello Seahorse —dice Joel.
Añade Azzul: “Tal vez todavía hay algo ahí en la comunidad masculina que le cuesta trabajo aceptar o estamos nosotras esperando nuestro turno y espacio”.
—¿Lo último que escuchan con obsesión?
—Bad Bad Not Good nos ha encantado, los vocalistas que han traído. También el nuevo disco de Natalia Lafourcade que hizo con Los Macorinos, tiene un alma vieja y una madurez en su música deliciosa —responde Azzul.
—Azzul, ¿quiénes son las “front woman” que admiras?
—Beth Gibbons, Nina Simone y Chavela Vargas. Nina es uno de mis monstruos favoritos de la vida, es una de las diosas a las que les rezo, es una mentora para mí.
—¿Madame Ur o Azzul?
—¡Ay no, pues hay para todos!