LAS CENIZAS usualmente evocan imágenes de destrucción, no de construcción. Pero un nuevo plan podría cambiar eso. Al mezclar ceniza volcánica con concreto, un equipo de científicos internacionales creó un material que puede usarse para la construcción de edificios. Lo mejor de todo: es una alternativa más ecológica al concreto.
La producción del concreto tradicional es responsable de alrededor de 5 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, principalmente por el calor requerido para producirlo. “Es un proceso muy intenso y de mucha energía”, dice Kunal Kupwade-Patil, quien investiga materiales de construcción en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. En contraste, la roca volcánica requiere de pocos recursos. “Acumula la roca volcánica, muélela hasta hacerla ceniza; eso es todo”.
Kupwade-Patil y colegas suyos en la Universidad de Kuwait y el Instituto Kuwaití de Investigación Científica probaron varias combinaciones de la mezcla de concreto y ceniza —usando roca volcánica pulverizada molida en grados diferentes de finura— para ver cuál reducía el costo sobre el medioambiente sin sacrificar la fortaleza de la construcción. Los hallazgos fueron impresionantes. En comparación con el cemento tradicional, el concreto hecho con partes iguales de ceniza volcánica y cemento requirió 16 por ciento menos de energía para construir un vecindario de 26 edificios de concreto. Es más, cuanto más fina es la ceniza, más fuerte el concreto. El estudio fue publicado en febrero en la Journal of Cleaner Production.
Este material de construcción del futuro podría personalizarse según su uso. Los edificios altos, señalan los investigadores, necesitan concreto más fuerte, por lo que la mezcla usaría la ceniza más fina, la cual reacciona más fácilmente con el cemento. Los muros de concreto, que exigen menos fuerza, podrían usar ceniza más gruesa y más cemento.
Usar ceniza volcánica sí tiene un impacto medioambiental. Las rocas emitidas por los volcanes no son pulverizadas naturalmente, dice Oral Büyükoztürk, el principal autor del estudio y profesor de ingeniería civil y medioambiental en el MIT. “Obviamente, se requiere de un esfuerzo para pulverizarlas a un grado que pueda usarse en la mezcla”. Pero añade que el proceso requiere mucho menos calor que la producción de cemento tradicional.
El enfoque da frutos de otras maneras. Integrar ceniza en el concreto hace uso de lo que de otra manera sería un material de desperdicio. Y conseguir la ceniza localmente —de sitios volcánicos cercanos— elimina la necesidad de transportar materiales a una gran distancia. El estudio de Kuwait ilustra ese punto: los investigadores importaron su ceniza volcánica de la vecina Arabia Saudita.
Si se amplían los ahorros de energía (y por lo tanto el costo) que se vieron en el laboratorio a una escala de la vida real, dice Büyükoztürk, las oportunidades para los proyectos de construcción modernos podrían ser impresionantes. “Podría haber una consecuencia tremenda en ahorros de energía a la escala de una ciudad”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek