Redacción I Tula
Pese a que ayer dos personas en la comunidad Santa Ana Ahuehuepan, en Tula, fueron linchadas por presuntamente intentar sustraer a un menor, el gobierno del estado aseguró que no existen señalamientos por este ilícito en la entidad.
“No hay ninguna denuncia que acredite el dicho del robo de niños, son rumores totalmente infundados, no tenemos denuncia de ningún hecho de esta naturaleza”, manifestó Simón Vargas Aguilar, secretario de Gobierno de Hidalgo, durante una conferencia de prensa.
El servidor reprobó la acción de los pobladores, quienes prendieron fuego a dos supuestos criminales. “Nadie debe hacer justicia por propia mano; para eso están las instancias correspondientes”, dijo.
El secretario de Seguridad Pública, Mauricio Délmar Saavedra, afirmó que los rumores sobre la presencia de robachicos “son totalmente falsos”, pues en la entidad no existen denuncias por secuestro o robo de infantes.
“Hay que evitar este miedo y psicosis colectiva que se está creando en la ciudadanía por medio de las redes sociales”, complementó, además de señalar que la Policía Cibernética indaga al respecto.
Según Délmar, cuando se notifica de la desaparición de un niño se activa un protocolo nacional, por lo que no se ocultan cifras, afirmó.
Asimismo, reconoció que en la comunidad se desarrolla el tráfico de hidrocarburo extraído de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), incluso, aseguró, los huachicoleros tienen base social.
“Los ciudadanos que viven en esas comunidades dan cierto respaldo a los individuos. Es un delito del fuero federal, grave, que causa daño a tierras, ecológico, y propicia otros ilícitos como el robo de vehículos, portación de armas ilegales o cooptación de jóvenes para halconeo”, mencionó.
En la conferencia los servidores confirmaron que los elementos del Ejército y policías que se reunieron en un centro comercial forman parte del operativo Fuerza Especial Conjunta en la zona.
- Ayer, el gobierno del estado emitió un comunicado en el que calificó como “falsos” los mensajes en Facebook y WatsApp que alertaban a la población de la presencia de bandas criminales que sustraían menores para quitarles los órganos