La multinacional francesa Carrefour, uno de los gigantes del comercio minorista a nivel mundial, anunció que venderá sus operaciones en Argentina y abandonará el país tras más de cuatro décadas de presencia y más de 600 locales en funcionamiento. Con 17,000 empleados y un historial que se remonta a fines de los años setenta, la decisión marca un momento clave en el debate sobre la viabilidad de la inversión extranjera en territorio argentino.
¿POR QUÉ SE VA CARREFOUR?
El economista Alejandro Bercovich quien ha estudiado el comportamiento de la economía y el mercado de la nación sudamericana reveló detalles en entrevista con DW.
“El motivo es claro: falta de rentabilidad”
“No hay mercado suficiente para que todas las cadenas que operan en Argentina puedan ser rentables”. El experto señala que no se trata de un hecho aislado, sino de un fenómeno más amplio: un éxodo paulatino de multinacionales, en un contexto de estancamiento económico y caída sostenida del consumo.
La periodista Silvia Naishtat, especializada en economía, coincide: “Carrefour quedó grande para un país que quedó chico”. El especialista advierte que la situación social influye decisivamente:
“Con un índice de pobreza del 30% y con la mitad de la población sin llegar a fin de mes, la Argentina dejó de ser un mercado atractivo para muchas grandes marcas”.
A esto se suma la inestabilidad normativa y financiera, un viejo reclamo del sector empresarial extranjero. “En términos de consumo masivo, Argentina es como Chile, pero sin reglas de juego estables”, resume Naishtat.
SALIDA ESTRATÉGICA O SÍNTOMA DE CRISIS
La salida de Carrefour llama aún más la atención considerando que el año pasado había anunciado una inversión de 300 millones de dólares. Para Naishtat, esto podría explicarse también por una estrategia global de la empresa: “Carrefour está endeudada y está reorganizando sus operaciones en varios países”.
Pero la noticia golpea particularmente en un momento delicado para el gobierno de Javier Milei. “No es una buena señal para el Ejecutivo, que basa su discurso económico en la atracción de capitales extranjeros”, alerta Bercovich. “El mensaje de Carrefour es que no creen en el crecimiento sostenido que promete el gobierno”.
¿UN ÉXODO DE EMPRESAS?
Aunque la partida de Carrefour parece reforzar la percepción de un éxodo empresarial, otras voces moderan esta lectura. Natalio Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, relativiza el fenómeno: “Es natural que algunas empresas lleguen y otras se retiren. No vemos un patrón generalizado”. De hecho, asegura que hay un renovado interés de compañías extranjeras por establecer vínculos con el país.
Una visión similar comparte Hans-Dieter Holtzmann, representante de la fundación alemana Friedrich Naumann: “Las empresas alemanas planean mantener o incluso aumentar sus inversiones en Argentina. A pesar de las dificultades actuales, hay confianza en el largo plazo”.
REFORMAS ESTRUCTURALES EN CURSO
Los cambios impulsados por el gobierno de Milei —como el levantamiento parcial del cepo cambiario, la liberalización de precios y la promesa de consolidación fiscal— buscan precisamente atraer inversiones y recuperar la confianza empresarial. Pero los desafíos persisten.
“La inflación acumulada, la recesión y el escaso crédito productivo son aún barreras importantes”, advierte Holtzmann. “Falta avanzar con reformas estructurales de fondo”.
¿HAY OTRAS EMPRESAS QUE PODRÍAN SEGUIR ESE CAMINO?
Si bien es pronto para saber si el caso de Carrefour marcará una tendencia, otras compañías podrían reevaluar su presencia en el país si no hay señales claras de estabilidad macroeconómica y reglas previsibles. Entre los sectores más vulnerables se encuentran el retail, la industria farmacéutica y las cadenas de manufactura con alta dependencia de insumos importados.
Por otro lado, sectores como energía, tecnología y agroindustria siguen mostrando interés sostenido por parte de inversores internacionales, especialmente en proyectos de mediano y largo plazo.
CARREFOUR ABANDONÓ MÉXICO ANTES
Carrefour llegó a México en 1994 mediante una alianza con Grupo Gigante, con una inversión inicial de unos 500 millones de pesos para abrir seis hipermercados en ciudades como Ciudad de México, León, Guadalajara y Toluca.
Durante su expansión, alcanzó un total de 29 tiendas operativas y otras dos en construcción. Sin embargo, a inicios de 2005 la cadena enfrentaba una intensa competencia por parte de gigantes como Walmart, Comercial Mexicana, Chedraui y Soriana, así como condiciones económicas adversas tras la crisis de 1994 y depreciación del peso.
En marzo de 2005, Carrefour anunció una reestructuración global y vendió todos sus activos en México —las 29 tiendas operativas y dos más en desarrollo— a Chedraui en una operación estimada entre 500 y 550 millones de dólares, con financiamiento de Inbursa y mediación de Scotiabank. Las sucursales mexicanas se convirtieron oficialmente en tiendas Chedraui, marcando el fin de la presencia de la marca francesa en el país.
¿Y AHORA QUÉ?
El futuro del capital extranjero en Argentina dependerá de su capacidad para generar un entorno atractivo, estable y competitivo, algo que no se logra con medidas aisladas ni con promesas incumplidas. La salida de Carrefour, aunque simbólica, pone de relieve la urgencia de definir un modelo económico confiable y sostenible.
La pregunta clave no es solo por qué se va Carrefour, sino qué hará Argentina para evitar que otros sigan su ejemplo. N