¿Hemos llegado al punto en donde ya no podemos diferenciar entre lo creado por humanos y lo generado por inteligencia artificial (IA)? Todo indica que sí. Un aclamado filósofo chino, Jianwei Xun, estuvo bajo la mirada pública por su libro Hipnocracia, una teoría que plantea nuevas formas de manipulación. Sin embargo, en realidad ese autor nunca existió; fue creado por IA.
“En este revolucionario ensayo, Jianwei Xun analiza el surgimiento de una nueva forma de control social: la hipnocracia, un régimen que no censura ni reprime, sino que induce un trance funcional permanente mediante la modulación algorítmica de la conciencia colectiva”, refiere la sinopsis del libro, de Editorial Tlon, cuyo costo es de 655 pesos mexicanos.
Y agrega: “Desde las figuras emblemáticas de Donald Trump, Elon Musk y otros dirigentes mundiales, hasta las arquitecturas de atención de las plataformas digitales, Xun desvela los mecanismos mediante los cuales el poder moldea nuestra percepción de la realidad”.
Entonces, ¿quién está detrás del supuesto autor originario de Hong Kong? La respuesta es un humano y dos plataformas de inteligencia artificial. El responsable de este “experimento social” es el ensayista y editor italiano, Andrea Colamedici, que firma como traductor, pero que en realidad es coautor de la obra junto a la IA.

CASO DEL LIBRO “HIPNOCRACIA”: UN AUTOR AL QUE NUNCA PUDIERON CONTACTAR LOS PERIODISTAS
“No advirtió de esta circunstancia en ningún momento, como exige la ley de la Unión Europea sobre la IA”, declaró El País. En palabras de Colamedici, se trata de un “experimento filosófico y un performance artístico”. A pesar del engaño, el contenido de la nueva teoría ha generado un amplio debate intelectual; numerosos medios y representantes de instituciones académicas han retomado el término para sus presentaciones.
Una de ellas, Cecilia Danesi, investigadora en el Instituto de Estudios Europeos y Derechos Humanos (Universidad Pontificia de Salamanca) y quien asistió a un encuentro en Cannes, ahondó en los conceptos del libro Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad.
“La frase más repetida del libro: ‘El paisaje mediático es un océano donde ya no sabemos si estamos viendo agua o su simulación perfecta’, se volvió casi un mantra porque Xun era esa simulación”, criticaron algunos académicos.
De acuerdo con medios especializados en temas culturales, el autor ficticio y la obra fueron generados con herramientas como Claude y ChatGPT, en sesiones donde la máquina además de responder, se corregía e incluso entraba en conflicto.
Uno de los primeros indicios que sacaron a la luz esta “verdad oculta” ocurrió cuando la periodista italiana Sabina Minardi, redactora jefe de L’Espresso, intentó contactar al supuesto autor. Tras varios intentos fallidos y una investigación más profunda, descubrió que lo único real de Jianwei Xun era su nombre: no existía un hombre de carne y hueso detrás de él.
“¿Podría este modelo abrir camino a una nueva manera de hacer filosofía? El debate, de nuevo, está servido”, escribió al respecto Emilio Carelli, director de L’Espresso. N