Evitar la muerte por neumonía es una nueva oportunidad de la ciencia de mejorar la expectativa y calidad de vida de toda la humanidad. “Enero y febrero, desviejadero” es un feo refrán popular que se refiere al mortal aumento de las neumonías en los primeros meses del año por un clima más frío y que afecta sobre todo a los adultos mayores; pero realmente le deberíamos sumar al refrán a los niños menores de cinco años, los adultos mayores de 65 años y a las personas con problemas de salud preexistentes de cualquier edad como prematuros, neumópatas, cardiópatas, diabéticos, hipertensos, obesos, inmunodeprimidos, entre otros, porque son los que tienen mayor riesgo de enfermar y fallecer por este padecimiento.
La pandemia del covid-19, además de sumar una nueva causa de neumonía a las ya existentes, el SARS-CoV2, nos ha concientizado más sobre los peligros de las enfermedades respiratorias y que pueden provocar la muerte.
Así como hay planes de importancia de la Organización Mundial de la Salud para 2030 como “Derrotar a la meningitis” y la “Eliminación del cáncer de cuello uterino”, también hay que abrazar y apoyar las estrategias de acabar con las muertes por neumonía o Neumonía Zero.
Actualmente tenemos las herramientas para prevenir sus principales causas, como las virales, que son influenza, virus sincitial respiratorio (VSR) y SARS-CoV2. Y las bacterianas, donde el principal es el neumococo; por medio de la inmunización pasiva (anticuerpos) y activa (vacunas) las podemos prevenir y controlar.
HERRAMIENTAS PARA EVITAR LA MUERTE POR NEUMONÍA
También tenemos las herramientas para hacer los diagnósticos etiológicos de las enfermedades respiratorias y utilizar los tratamientos antivirales o antibióticos específicos que tenemos disponibles en México para evitar complicaciones, hospitalizaciones y muertes.
La evidencia respalda la efectividad de las vacunas, diagnósticos y tratamientos tempranos en la prevención y reducción de la neumonía. Gracias a estas intervenciones se ha logrado reducir significativamente tanto la incidencia de casos como las lamentables pérdidas de vidas asociadas con esta enfermedad.
En México tenemos estas herramientas disponibles, el reto es generalizar su uso, como la prevención de virus sincitial respiratorio en los recién nacidos, en especial prematuros, la vacunación generalizada contra influenza y covid-19 con las vacunas actualizadas de la temporada, fomentar la vacunación contra neumococo, y facilitar la eventual entrada de nuevas herramientas de inmunización contra neumococo y VSR para niños, adultos mayores y mujeres embarazadas que se tendrán en un futuro muy próximo.
Además, tener la disponibilidad de pruebas rápidas y PCR para detectar la etiología de las enfermedades respiratorias, y tener facilidades en el medio público y privado para que los trabajadores de la salud utilicen los tratamientos antivirales y antibióticos específicos contra los microorganismos que causan las enfermedades respiratorias.
No tener ninguna muerte por neumonía sí es posible. Solo lo lograremos si todos tenemos la voluntad y compromiso científico, político y social, para en un futuro cercano prevenir nuevos casos y evitar todas las muertes por neumonía. N
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Rodrigo Romero Feregrino es coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología. Es médico cirujano por la Facultad de Medicina de la UNAM y maestro en Vacunología por la Universidad de Lausana. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.