Un ingeniero diseñó un nuevo método para el sacrificio de las ballenas varadas: una enorme aguja. La púa gigante viene en un kit de tres tamaños, que varían entre 10 y 15 metros de largo y miden 0.7 centímetros de ancho.
Este “kit de eutanasia de ballenas” lo inventó el ingeniero australiano Girius Antanaitis, quien diseña herramientas quirúrgicas para procedimientos médicos tanto humanos como animales. La aguja se utiliza para los casos en los que no se puede salvar a un mamífero marino varado, es decir, que está atrapado en la playa y es imposible devolverlo al mar.
A menudo, las ballenas varadas pueden tardar varios días en morir, proceso en el cual sufren graves quemaduras de sol y las picaduras de los animales carroñeros.
“Los varamientos de ballenas son bastante comunes en todo el mundo. Y los varamientos masivos son particularmente traumáticos para los equipos de rescate”, dice a NewsweekCulum Brown, profesor de biología marina en la Universidad Macquarie, en Sídney, Australia.
“Hay muchos casos en los que está claro que los animales no se pueden salvar, por lo que la cuestión es cómo sacrificarlos de la forma más humana posible”, añade el especialista.
¿CÓMO FUNCIONA EN LAS BALLENAS LA AGUJA DEL SACRIFICIO?
La aguja del sacrificio está diseñada para perforar el corazón de las ballenas varadas e inyectarles drogas, lo que las mata humanamente y con un mínimo dolor. Los métodos anteriores para sacrificar a los mamíferos marinos varados incluyen el uso de armas de fuego e incluso explosivos, ninguno de los cuales ha sido particularmente exitoso o indoloro para el animal.
“El procedimiento no es indoloro, pero creo que este método es mucho mejor que dejar que los animales mueran lentamente en la playa. Y probablemente sea más efectivo que un disparo en la cabeza”, explica Brown.
Las agujas especiales introducirán cloruro de potasio en el corazón del animal, lo que acabará rápidamente con su vida. “El cloruro de potasio se usa comúnmente como método de eutanasia en una amplia gama de animales, incluso lo utilizan en personas en Estados Unidos para inyecciones letales”, añade el especialista de la Universidad Macquarie.
“Puede administrarse por vía intravenosa o directamente al corazón. Este último método es más rápido. Una dosis suficientemente grande causa un paro cardiaco. El paciente muere razonablemente rápido, en cuestión de minutos. A menudo se mezcla con un sedante para ayudar a calmarlo”, añade Culum Brown. “Básicamente, estos chicos están diseñando una versión de esto a escala para las ballenas. Parece que el plan es ir directamente al corazón, lo que requeriría un veterinario experimentado”.
NO ES UN MÉTODO FÁCIL NI CONVENCIONAL
Inyectar sustancias a una ballena es muy difícil debido a que su piel y su grasa son extremadamente gruesas y duras. La aguja tiene una estructura diferente a una normal, lo que le permite perforar profundamente el cuerpo de la ballena.
“Lo más complicado es… que no son como una aguja estándar, que es solo un tubo con un agujero y una punta afilada”, dijo Antanaitis, creador del artefacto, a ABC. “Todas mis agujas tienen que estar cerradas para que no pinchen al animal mientras entra. Tiene una punta piramidal que se abre paso”.
Los corazones de las ballenas azules, la especie de ballena más grande, pueden medir hasta 1.5 metros de altura y pesar alrededor de medio kilogramo. “Hay dos problemas. Uno, la piel es gruesa y muy dura, luego hay una capa de grasa, por lo que la aguja debe ser lo suficientemente dura para atravesarla. Dos, debido a que el diámetro es tan grande, hay dificultad de que la aguja se obstruya al entrar. Si eso sucede, la inyección no se puede administrar. Y me parece que se encontraron buenas soluciones para ambos problemas”, explica Brown.
“En definitiva, parece una muy buena solución”, concluye el profesor de biología marina. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)