El 7 de octubre pasado, la cabo israelí Noa Marciano fue secuestrada por terroristas de Hamás y llevada como rehén a Gaza. La retuvieron en el hospital Al Shefa, donde la asesinaron el 9 de noviembre. Este es el hospital que sufrió los ataques aéreos israelíes bajo la premisa de que albergaba el cuartel general de Hamás, algo cuestionado por varias generaciones de empleados de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, por sus siglas en inglés) y del sistema de Naciones Unidas.
Las fuerzas israelíes descubrieron túneles bajo el hospital, así como depósitos de armas y demás parafernalia bélica. Durante años, Hamás ha estado ocultando personal y armamento en una enorme red de túneles que se extiende a lo largo y ancho de Gaza y llega hasta Israel. Se han necesitado toneladas de concreto y acero para construir y acomodar estos túneles, así como mucho tiempo.
¿Puede alguien creer con seriedad que los 13,000 empleados de la UNRWA en Gaza no vieron ni oyeron nada? ¿Ninguna pregunta sobre la construcción subterránea que se estaba llevando a cabo bajo sus propios pies? ¿Ninguna auditoría de los fondos y recursos de los donantes que estaban siendo desviados? ¿Es creíble que la UNRWA haya negado durante años las acusaciones israelíes en este sentido?
¿POR QUÉ NACIONES UNIDAS NO CONDENA A HAMÁS?
Y ahora Israel tiene pruebas en video de la complicidad entre los médicos palestinos de los hospitales de Gaza que ayudan y colaboran con los terroristas de Hamás y les permiten retener y asesinar a rehenes israelíes en los hospitales. ¿Naciones Unidas y sus organizaciones emitirán condenas contra Hamás, iniciarán investigaciones y tratarán de procesar a los responsables?
Ha habido acusaciones de que las escuelas de la UNRWA en los campos de refugiados de Gaza utilizan libros de texto que justifican el odio y la violencia contra israelíes y judíos. En lugar de obligar a Hamás a ejercer una buena administración y a utilizar los recursos donados por los Estados miembros para crear una economía viable que pueda aportar dignidad y paz a los gazatíes, la ONU y sus organismos se han quedado al margen y han visto cómo Hamás utiliza sus escasos recursos para propagar su perspectiva de odio y la violencia entre los niños en las escuelas de Gaza.
Estas agencias han permanecido en silencio mientras Hamás utiliza instalaciones médicas y educativas para almacenar y lanzar misiles contra objetivos civiles israelíes y utilizar a los gazatíes como escudos humanos cuando Israel toma represalias. Y sus dirigentes políticos y oficiales han considerado oportuno apoyar esta ilusión de neutralidad y benevolencia.
Cuando me uní a las Naciones Unidas como vocero adjunto del secretario general, en 2011, enseguida me di cuenta del sesgo antiisraelí dentro de la Secretaría. Cuando visité Gaza con el entonces secretario general, Ban Ki-moon, en 2021, fui testigo directo de la pobreza y la desesperanza absoluta de la población.
HAMÁS PARECE CONTENTO DE MANTENER A LA POBLACIÓN EN LA MISERIA
Por lo que vi, al gobierno de Hamás no le importaba crear una infraestructura educativa y económica viable en la que los gazatíes pudieran desarrollar las habilidades necesarias para construir una economía y una sociedad modernas.
Hamás, apoyado por la UNRWA, parecía contento con mantener a la población en la miseria y continuar una tradición de 75 años de victimización palestina para que sus dirigentes permanecieran en el poder y lograran sus objetivos islamistas radicales.
Mi pregunta es: ¿podrán los gazatíes salir alguna vez de la desesperación y la desesperanza mientras Hamás siga en el poder? ¿El objetivo de la UNRWA es crear una sociedad moderna o simplemente perpetuar la victimización de los gazatíes?
¿Pueden los Estados miembros de la ONU que votan en numerosas resoluciones antiisraelíes en todos los organismos de la Organización justificar que Hamás siga existiendo?
Muchos podrían decir que un gobierno de Hamás es la voluntad de los gazatíes y que la ONU debe respetarla. De hecho, Hamás fue elegido en unas elecciones violentas en 2007 y no ha celebrado elecciones libres desde entonces.
Tratar a Hamás como un gobierno legítimo es absurdo. Que la ONU le permita utilizar la Organización como escudo para ocultar sus verdaderas intenciones lleva a muchos a preguntarse cuál es el verdadero papel de Naciones Unidas y si está justificado.
¿SE JUSTIFICA EL PAPEL DE NACIONES UNIDAS?
¿Pueden los organismos de la ONU justificar que se señale una y otra vez a Israel como violador de los derechos humanos cuando el dictador sirio Assad ha asesinado a más de 200,000 sirios en una década de guerra? ¿Y cuando Turquía asesina a kurdos como algo normal, cuando los birmanos asesinan a rohinyás y los obligan a huir de sus hogares y cuando Rusia sigue bombardeando sin piedad objetivos civiles en Ucrania?
¿Dónde está la indignación? ¿Puede ONU Mujeres justificar su existencia cuando no organiza manifestaciones mundiales contra las fuerzas de seguridad iraníes que asesinan a mujeres en la calle por enseñar el pelo o contra Hamás por violar, torturar y asesinar a mujeres israelíes? ¿Puede el Consejo de Derechos Humanos de la ONU justificar su existencia cuando Irán preside un foro de ese organismo?
Son preguntas que muchos se han hecho y ahora descubren que las explicaciones son insatisfactorias. Las personas se quedan atónitas cuando los aislacionistas estadounidenses piden la retirada de Estados Unidos de la Organización.
A mí también me horrorizaba esa idea. Pero ahora que el doble rasero de juzgar a Israel de forma diferente al resto de la comunidad mundial es un elemento tan básico de la práctica de la ONU a todos los niveles, me pregunto si Naciones Unidas sigue siendo viable como instrumento multilateral neutral y eficaz. Si bien es cierto que a veces resulta útil ser un foro de debate, ¿es esa la única aspiración que se tiene para la ONU? N
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Eduardo del Buey es diplomático, internacionalista, catedrático y experto en comunicaciones internacionales. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.