Los ministros de Exteriores de Venezuela y Guyana iniciaron este jueves 25 de enero una reunión en Brasilia, capital de Brasil, para tratar la crisis sobre el Esequibo, sin que ninguno de los gobiernos haya cambiado su postura sobre la pugna de este territorio rico en petróleo.
El canciller venezolano, Yván Gil, se encontró con su par guyanés, Hugh Hilton Todd, en una reunión que sigue al compromiso en diciembre de los presidentes Nicolás Maduro e Irfaan Ali para evitar el uso de la fuerza en medio de tensiones que despertaron el temor de un conflicto armado en la región.
Ninguno de los dos hizo declaraciones a su llegada a la sede del ministerio de Itamaraty. El canciller brasileño, Mauro Vieira, también participa en el encuentro. Brasil señaló que la reunión servirá para “consolidar la región como zona de paz, cooperación y solidaridad”. Gil llegó el miércoles a Brasilia para “una nueva etapa de diálogo directo”.
“Creo que ya el hecho de reactivar este diálogo directo es un éxito para la diplomacia, porque aleja cualquier posibilidad de conflicto más allá de la controversia territorial que tenemos”, comentó a la televisión estatal VTV.
En la cumbre de San Vicente y las Granadinas, de diciembre, se acordó un nuevo encuentro presidencial en Brasil en un plazo de tres meses. “La reunión es un paso muy importante en el cumplimiento de lo que acordamos en San Vicente. Las conversaciones entre Guyana y Venezuela aumentan la estabilidad y el entorno pacífico”, apuntó Ali en Georgetown, capital de Guyana.
Desde la cumbre de diciembre, las tensiones se recrudecieron a los días con la llegada de un buque de guerra británico a aguas guyanesas, que Venezuela vio como una provocación y respondió movilizando más de 5,600 hombres en ejercicios militares cerca del límite en disputa. La situación no escaló, pero las posiciones de ambos siguen inamovibles.
UN DIÁLOGO ABIERTO, ASÍ DESCRIBEN LOS EXPERTOS LA REUNIÓN DE VENEZUELA Y GUYANA SOBRE EL ESEQUIBO
Venezuela sostiene que el Esequibo, una región de 160,000 kilómetros cuadrados rica en recursos naturales, forma parte de su territorio desde que era colonia de España. Además, apela al acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, antes de la independencia de Guyana del Reino Unido, que sentaba bases para una solución negociada y anulaba un laudo de 1899.
Ese laudo fijó además las fronteras que Georgetown pide a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que ratifique. Aunque se trata de un litigio centenario, la disputa se recrudeció en 2015 luego de que la petrolera estadounidense ExxonMobil descubriera grandes yacimientos de crudo en la zona en reclamación.
Y las tensiones se acentuaron tras la celebración de un referéndum sobre la soberanía del Esequibo el 3 de diciembre en Venezuela, que impulsó la creación de un estado formal en ese territorio, visto por Georgetown —que lo administra—como un intento de anexión.
Maduro creó incluso una zona militar para esta zona de 125,000 habitantes, presente en el saludo oficial castrense: “El sol de Venezuela nace en el Esequibo”. Para Iván Rojas, internacionalista venezolano, el encuentro sirve para mantener el “diálogo abierto”, pero no atenderá negociaciones de fondo.
“Es probable que se centre sencillamente en el aseguramiento mutuo de mantenimiento de la paz. Es decir, este acuerdo existe para que haya comunicación constante entre las partes durante un momento de tensión”, explicó el directivo del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales.
UNA AGENDA COMÚN
Gil aseguró que la agenda de trabajo pasa por “encauzar todas las conversaciones en el marco de este acuerdo de Ginebra” y en especial revisar lo referente “a los espacios marítimos que no han sido delimitados”.
Venezuela quiere “revisar y trabajar en función de evitar que terceras potencias o potencias imperiales o militares de gran escala puedan involucrarse en la controversia”, añadió.
Georgetown ha insistido en que estas reuniones no abordarán la disputa territorial, que deja en manos de la CIJ. Ali dijo que el encuentro serviría más bien para esbozar una agenda con temas relacionados al “comercio, clima, seguridad energética; mejorar nuestra relación de vecindad”.
“Todas estas cosas son cruciales para un entorno estable y pacífico”. N