La erupción de un volcán situado al sur de Reikiavik, capital de Islandia, bajó en intensidad este miércoles 20 de diciembre y los islandeses recuperaron poco a poco su vida ante “la fuerza de la naturaleza”, de acuerdo con la oficina meteorológica del país.
“La fuerza de la erupción ha disminuido con el paso de las horas, así como el impacto sísmico y la deformación del suelo. En las últimas imágenes de observación, la actividad se limita ahora a dos cráteres, mientras que antes eran tres, en el sudeste de Stóra-Skogafel”, informó la oficina meteorológica islandesa en un mensaje.
El volcán había entrado en erupción la noche del lunes en una zona donde la actividad sísmica era muy intensa desde inicios de noviembre. La erupción representa la cuarta en los últimos años y tuvo lugar a unos tres kilómetros de la pequeña localidad de Grindavik, evacuada hace un mes por una gran acumulación de magma y hogar de unos 4,000 habitantes.
Grindavik, a unos 40 kilómetros de Reikiavik, está cerca de la planta geotérmica de Svartsengi, la principal empresa de electricidad y de agua para unos 30,000 residentes de la península de Reykjanes, en el suroeste del país.
La ciudad también es cercana al balneario geotérmico Blue Lagoon, popular destino turístico que cerró temporalmente a principios de semana por precaución.
“Todo el mundo está excitado, pero tranquilo. Estamos acostumbrados a ello. Se trata de Islandia y de la fuerza de la naturaleza”, aseguró Anna Dora, de 60 años, una vendedora en Reikiavik, situada a unos 40 kilómetros al noreste del volcán.
LOS ISLANDESES ESTÁN ACOSTUMBRADOS A LA ACTIVIDAD DE UN VOLCÁN
Islandia está entre las placas tectónicas euroasiática y norteamericana y es una de las regiones volcánicas terrestres más activas, con 33 volcanes o sistemas volcánicos catalogados como activos.
Los servicios meteorológicos de Islandia informaron de 500 terremotos en la región entre las 18:00 horas del viernes y las 6:00 horas del sábado, 14 de ellos con una magnitud superior a cuatro.
Islandia declaró el estado de emergencia el viernes después de que la serie de fuertes terremotos sacudieron el suroeste de la península de Reykjanes. Por ello, las autoridades decidieron evacuar Grindavik.
Tres erupciones ocurrieron cerca de Fagradalsfjall, en la península de Reykjanes, en marzo de 2021, agosto de 2022 y julio de 2023. Todas tuvieron lugar lejos de cualquier infraestructura o zona poblada.
“Esta isla del Atlántico norte se superpone a la dorsal mesoatlántica, una grieta en el fondo oceánico que separa las placas tectónicas euroasiática y norteamericana”, apuntó la oficina meteorológica. N