El 1904, Salvador Dalí nació en un edificio modernista de Figueras, ahora, casi 120 años después, aquella casa abre las puertas a las visitas para recordar la intensa vida del genio del surrealismo, que arrancó y terminó en esta ciudad del noreste español.
Tras casi treinta años de gestiones, el ayuntamiento de Figueras adquirió y habilitó este edificio de tres plantas situado en la calle Monturiol, donde Salvador Dalí nació el 11 de mayo de 1904 y pasó sus primeros ocho años. “Se ha hecho un trabajo de recuperación de donde vivía la familia Dalí, que era en el entresuelo. Se han rastreado las habitaciones, se ha hecho una cata en las paredes para saber cuál era el color”, explica Mariona Seguranyes, concejala de Cultura, sobre esta instalación en la que diferentes organismos invirtieron alrededor de 4 millones de euros.
SIN OBJETOS ORIGINALES NI OBRAS, SE EXPONE LA CASA DE SALVADOR DALÍ
Sin objetos originales ni obras del artista, que se exponen en gran parte en el Teatro-Museo que él impulsó también en Figueras, la casa natal propone una visita inmersiva a sus orígenes de alrededor de una hora, apoyada por una audioguía sincronizada con imágenes, videos y luces, que van activándose en cada estancia. El recorrido arranca en la planta baja, donde el holograma de Salvador Dalí padre, figura muy influyente y de confrontación con el artista, recibe al visitante mientras trabaja en la notaría situada entonces en esa mismo lugar.
En el piso superior, se ha recreado el apartamento de la familia Dalí, incluyendo la habitación en la que nació el artista. En la mesita de noche, junto a la cama matrimonial, destaca una foto del primer Salvador Dalí Domènech, el hermano del pintor, fallecido meses antes del nacimiento del artista, en uno de los hechos que marcaron su vida.
LA INTENSA VIDA DE DALÍ
“Era una fotografía que él cada vez que entraba en la habitación de sus padres se la encontraba. Decía cómo voy a competir con una persona que ya no está”, indica Seguranyes. “Es es un elemento que él explica (…) que le traumatizó”, agrega.
En cada estancia del edificio se van entrelanzando los capítulos de la intensa vida de Dalí. Pero, pese a todos los estudios dedicados a su obra, en Figueras piensan que aún queda mucho por descubrir. “Dalí (…) siempre te sorprende, porque era un personaje absolutamente inteligente”, resalta Seguranyes. “Era muy avanzado a su época, por eso se coge de la mano de la ciencia, hoy seguro estaría trabajando con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías. Era un visionario”, indica. N