Compartir la cama con tu pareja a menudo se considera un hito importante en cualquier romance incipiente. Sin embargo, cuando se trata de parejas a largo plazo, aproximadamente uno de cada seis adultos dice que preferiría dormir en una cama diferente a la de su pareja o en una habitación completamente aparte, según encuestas de YouGov. Mientras, dos tercios comparten la cama con sus parejas.
Si bien numerosos estudios demuestran los beneficios de dormir junto a un ser querido, muchos otros han destacado los impactos disruptivos y a veces perjudiciales en el sueño de compartir la cama con otra persona.
Entonces, la pregunta sigue en pie: ¿deberías compartir la cama con tu pareja? Newsweek habló con expertos en el sueño para descubrirlo. “La salud del sueño se reconoce cada vez más como una parte integral de la salud”, responde el Dr. Michael Grandner, director del Programa de Investigación del Sueño y la Salud en la Universidad de Arizona. “Los efectos de dormir solo o con alguien pueden tener un impacto en la salud mental y física al mejorar o empeorar el sueño”.
Uno de los beneficios más inmediatos de dormir juntos es la sensación psicológica de seguridad derivada de dormir al lado de una pareja amorosa. “Estos estados afectivos son una señal importante para el cerebro de que está bien reducir la sensación de vigilancia y caer en el sueño”, explica Wendy Troxel, científica sénior del comportamiento que forma parte de RAND Corporation think tank (grupo de expertos) y profesora en la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Utah.
DORMIR CON TU PAREJA TRAE GRANDES BENEFICIOS
Estos sentimientos de seguridad se pueden ver amplificados por la hormona del amor, la oxitocina, que ha demostrado hacer que las personas duerman más rápido, descansen de manera más eficiente y pasen más tiempo en la fase de sueño REM (movimientos oculares rápidos, por sus siglas en inglés) restaurador.
La oxitocina también puede reducir los niveles de la hormona del estrés, el cortisol, que se libera naturalmente por nuestro cuerpo por la mañana para despertarnos, pero que también puede mantenernos despiertos por la noche.
En un estudio realizado en 2022, publicado en la revista especializada Sleep, Grandner y su equipo en la Universidad de Arizona encontraron que las personas que acostumbran compartir la cama con su pareja “la mayoría de las noches” informaron insomnio menos grave, menos fatiga, menos apnea del sueño, más sueño y podían conciliar el sueño más rápidamente. Dormir con una pareja también se asoció con menores niveles de depresión, ansiedad y estrés; y mayor apoyo social y satisfacción en la relación y en la vida.
Otros estudios también han mostrado asociaciones entre el sueño compartido y periodos más largos de sueño REM, un aumento en el tiempo total de sueño, eficiencia del dormir y una mejor percepción en la calidad general del sueño. Sin embargo, esto dependerá en gran medida de la compatibilidad de los hábitos de sueño tuyos y de tu pareja.
ADVERSIDADES DE COMPARTIR LA CAMA
“Hay muchos factores individuales que pueden contribuir a la compatibilidad del sueño de una pareja”, dice Troxel. “Por ejemplo, si uno de los dos tiende a dormir muy ligero, y su sueño se interrumpe fácilmente, puede enfrentar más desafíos al compartir una cama, ya que incluso los ruidos o movimientos más leves pueden interrumpir su sueño.
“Y si tienes una pareja que ronca, que da vueltas, roba las sábanas, tiene un patrón de sueño diferente al tuyo, por ejemplo, es un noctámbulo y tú eres madrugador; o tiene otros comportamientos que interrumpen el sueño, como mirar su teléfono o insistir en mantener la televisión encendida toda la noche, todos estos son factores que pueden interrumpir tu sueño y, potencialmente, llevar a conflictos en la relación también”.
El psicólogo clínico y especialista en sueño Michael Breus, fundador del sitio web Sleep Doctor, dice que las tres quejas más comunes que tiene de sus clientes son desacuerdos sobre la temperatura, la televisión y los ronquidos.
“Hay cosas que se pueden controlar y otras que no”, explica a Newsweek. “Por ejemplo, si alguien tiene bochornos a causa de la menopausia, entonces la solución podría ser que ambas personas necesiten una habitación más fresca (o una persona se mude a otra habitación), pero si el problema son ronquidos, entonces una persona puede necesitar tratamiento”.
CUIDAR LA RELACIÓN
Tu capacidad para compartir una cama también puede depender de tu propia historia personal. “Algunas personas que son sobrevivientes de trauma tienen mucha dificultad para sentirse seguras cuando están en la cama, y a veces tener a alguien más allí al lado puede aumentar algunas de esas tensiones”, explica Michael Grandner.
Lidiar con mal sueño y con un compañero de cama disruptivo puede desencadenar en resentimiento en cualquier relación, por lo que siempre es importante dialogar estos problemas antes de que estallen.
“Si tú o tu pareja no duermen bien regularmente, y ya descartaron otras causas probables, incluido un posible trastorno del sueño en cualquiera de ustedes u otros factores conductuales que contribuyen al mal sueño (por ejemplo, beber demasiado alcohol), entonces podría ser el momento de conversar sobre probar camas o habitaciones separadas”, menciona Troxel.
“Existe mucho estigma asociado a dormir separados en nuestra sociedad, ya que tendemos a equiparar dormir separados con una relación sin amor o sin sexo. Y, sin embargo, para muchas parejas tomar intencionadamente la decisión de dormir separados, para que cada pareja pueda obtener el sueño que necesita, y a su vez, ser un mejor compañero, puede ser una clave para el éxito de su relación.
“La ciencia nos muestra claramente que cuando estamos bien descansados somos más felices, más saludables, más divertidos, mejores comunicadores y menos propensos a conflictos, todos los cuales son bloques críticos para construir relaciones saludables”.
CONSEJOS PARA COMPARTIR CAMA DE MEJOR MANERA
Aunado a esto, dormir en habitaciones separadas no necesariamente significa que debas renunciar a la intimidad asociada con compartir una cama. “Para muchas parejas, el tiempo que pasan juntos antes de quedarse dormidos es lo más importante para fomentar esos sentimientos de cercanía, intimidad y comodidad, que son fundamentales tanto para relaciones sanas como para un sueño saludable”, asegura Troxel.
“Así que, para todas las parejas, recomiendo crear un ritual nocturno con tu acompañante, ya sea abrazarse, hablar sobre sus días, ser íntimos o leer juntos. El objetivo es encontrar algo que sea relajante y placentero para ambos y que les permita estar presentes sin las distracciones habituales del día”, añade la especialista.
Y para aquellos que prefieren compartir la cama, Breus tiene algunos consejos sencillos:
- Conseguir un colchón más grande.
- Resolver problemas de ronquidos y hablar con un especialista del sueño.
- Probar diferentes posiciones para dormir.
- Comunicarse con la pareja.
- Mantener a los niños y las mascotas fuera de la habitación.
- Hacer que la habitación sea más propicia para el sueño. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)