En la reciente reunión del consejo de ministros de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), llevada a cabo en Victoria, Columbia Británica, Canadá, se hizo hincapié en la necesidad de abordar de manera efectiva la triple crisis ambiental que afecta a América del Norte: el cambio climático, la pérdida de diversidad y la contaminación.
La CCA, una organización que ha existido durante 30 años, se creó dentro del Tratado de Libre Comercio y ha continuado en el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC). Su función es reunir a los ministros de medio ambiente de los tres países en un esfuerzo por promover la cooperación ambiental.
Al respecto, José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Gestión e Innovación Ambiental (CIGA) comentó que, durante la reunión en Victoria, se resaltó la importancia de la participación social en la toma de decisiones y se hizo referencia a los Consejos Consultivos Público y de Conocimiento Tradicional Ecológico, que incluyen a ciudadanos y pueblos originarios de los tres países.
Destacó que uno de los temas prioritarios en esta reunión fue la necesidad de implementar acciones, a nivel estatal y local, para enfrentar los desafíos ambientales. Se hizo énfasis en la generación de metano fugitivo en el manejo de residuos y aguas residuales, así como en la reducción del carbono negro proveniente de incendios forestales, quema de basura al aire libre y uso de combustible de bajo estándar.
En este contexto, el experto ambiental destacó la tarea pendiente en Baja California, donde se carece de un sistema eficiente para recolectar el metano en los rellenos sanitarios y controlar la contaminación del agua en las plantas de tratamiento de aguas residuales, mencionó la necesidad de alinear las políticas locales con las nacionales y regionales para controlar la contaminación del aire causada por el parque vehicular.
Zavala Álvarez subrayó que otro aspecto relevante abordado en la reunión fue la meta del 30% de áreas naturales protegidas para el año 2030. En este sentido, resaltó la oportunidad de acelerar la declaración de nuevas áreas naturales protegidas en Baja California, aprovechando los recursos naturales y el conocimiento tradicional de las comunidades locales y los pueblos originarios.
El integrante del grupo LEAD por el Colegio de México abordó la importancia de implementar acciones concretas en la región, resaltando que Baja California carece de un sistema eficiente para recolectar el metano en los rellenos sanitarios, lo cual representa una importante fuente de contaminación y contribuye al cambio climático. Además, destacó la necesidad de controlar la contaminación del agua en las plantas de tratamiento de aguas residuales en Baja California.
“A pesar de contar con algunas medidas parciales, aún falta un enfoque integral para captar y manejar adecuadamente la generación de metano en los nodos de aguas residuales” y agregó que “En relación al carbono negro, en Baja California es necesario revisar y ajustar los criterios utilizados por el Banco Norteamericano de Desarrollo (NADBank) para financiar vehículos de transporte público en la región” En esta línea, reiteró que “es fundamental alinear las políticas locales con los estándares de protección ambiental y mejorar la calidad del aire en beneficio de la salud de la población”.
Con respecto a la conservación de áreas naturales protegidas, reconoció el potencial de Baja California para contribuir a la meta del 30 por ciento de territorio terrestre y marino protegido para el año 2030 pues se cuenta en la entidad con áreas como el Arroyo del Gallo y propiedades estatales en San Quintín que ya cuentan con algún grado de cuidado, pero también se resaltó la existencia de otros sitios con potencial para ser declarados como áreas natura-les protegidas, como lagunas, polígonos y valles. N