En un mundo que trata de avanzar hacia un modelo ambientalmente sostenible ¿qué hacer con millones de baterías agotadas? Una empresa pionera recicla estos desechos en Costa Rica en busca de un futuro de economía circular.
Teléfonos, ordenadores portátiles, tabletas, vehículos eléctricos y receptores solares necesitan de baterías de litio para su funcionamiento. La cuestión es qué hacer con ellas cuando se agotan y pasan a ser basura que tarda 500 años en descomponerse.
“Hoy sabemos que la basura no existe, sabemos que son recursos que podemos renovar”, dice a la AFP Guillermo Pereira, director general de Fortech, una empresa con sede en Cartago, a 27 kilómetros al este de San José, dedicada hace 27 años al reciclaje de productos tecnológicos y desde hace seis años de baterías de litio.
Unas 1,500 toneladas de baterías quedan en desuso anualmente en Costa Rica, dice Francisco, director de proyectos de la empresa. Mientras multinacionales mineras buscan extraer litio de los salares de Chile, Bolivia o Australia, en Costa Rica esta compañía innova con una “minería urbana” que recicla minerales.
“Es importante que rompamos paradigmas”, afirma Guillermo, de 54 años, quien ayudado por su hijo Francisco (25), creó un sistema para triturar baterías agotadas y extraer los metales que las componen para venderlos y crear nuevas baterías.
Agrega que “en el mundo hace falta la economía circular”, o sea, aquella que recicla y renueva los productos existentes el mayor tiempo posible con el fin de revertir el cambio climático. Las baterías se recolectan en puntos de acopio en centros comerciales, tiendas de electrónica o concesionarios de vehículos eléctricos.
MINERÍA URBANA EN COSTA RICA
Daniel Rivas, gerente técnico encargado de las baterías en Fortech, dice a la AFP que buscan “recuperar los materiales para poder llevar una minería urbana” y no tener que “ir a una mina a hacerle más daño al medioambiente”. En Costa Rica la minería está prohibida por ley.
Esta planta de Fortech “pone a Costa Rica como pionera en América Latina en la valorización de baterías de litio usadas”, destaca la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo GIZ.
La Universidad de Aachen en Alemania calcula que para 2028 la cantidad de baterías desechadas superará a la capacidad de reciclaje en Europa. Cuando las baterías de litio llegan a la planta industrial de Fortech, pasan a una cinta mecánica que las introduce en una trituradora para generar un desecho de diversos metales.
Cuando estos metales son separados en el laboratorio, se consigue el “blackmass”, un polvo grisáceo compuesto por óxido de cobalto, níquel, manganeso y litio.
“Son la parte fundamental de la batería. Son metales escasos, de alto costo en el mercado, por lo que es importante recuperarlos además de que su desecho por medios tradicionales produce contaminación en el ambiente”, explica a la AFP Henry Prado, químico de Fortech.
Ese polvo gris se descompone para separar los metales, pero la empresa aún no ha implementado este proceso.
Por eso vende el material obtenido a industrias en Europa dedicadas a refinar el material y fabricar nuevas baterías con el litio existente en el “blackmass”. Para 2035 se producirán anualmente solo en Europa unas 1.4 millones de toneladas de baterías para reciclar, según estimaciones de la Universidad de Aachen.
CADA BATERÍA DE LITIO RECICLADA TIENES CASI 60 POR CIENTO DE “BLACKMASS”
De cada batería reciclada, un 57 por ciento del material resultante es “blackmass”. El resto es cobre, aluminio, plástico o hierro que también se vende reciclad. La tonelada de “blackmass” cuesta en el mercado internacional unos 8,000 dólares en promedio.
Más allá de la producción de baterías nuevas a partir de extractos de las viejas, se elimina así la contaminación que producen estos materiales si se desechan en el medioambiente, dice Prado.
Además, “hace que no tengamos que ir hacia las fuentes naturales para extraerlos”, agrega. El químico explica que cada tonelada de litio extraída de reciclaje de baterías genera una cuarta parte del CO2 que se emite a la atmósfera en la minería tradicional de litio.
Este mineral, llamado “oro blanco” o “petróleo del siglo XXI”, ha visto su precio dispararse desde 5,700 dólares la tonelada en noviembre de 2020 a 60,500 en septiembre de 2022 gracias al auge de los vehículos eléctricos, en la carrera por abandonar los combustibles fósiles.
Sin embargo, el lado oscuro de la recuperación del litio es que cada planta de extracción consume millones de litros de agua por día. Claus Kruse, representante de la agencia de Cooperación Alemana en Costa Rica, que asiste Fortech en su innovación, señala que buscan lograr una cadena de reciclaje mundial.
“Las baterías que llegan de Asia, de Europa o de Estados Unidos a Costa Rica se usan acá, terminan su vida útil, se reciclan, se recuperan los materiales y eso se envía, por ejemplo, a Europa para la producción de nuevas baterías en una lógica de economía circular”, afirma Kruse a la AFP. N