El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este miércoles 15 de febrero que en su campaña electoral de 2012 haya recibido dinero de narcotraficantes, como señaló la defensa de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad de México enjuiciado en Estados Unidos.
El martes, el abogado del exfuncionario mexicano interrogó al exnarcotraficante Jesús “Rey” Zambada, testigo de la fiscalía, sobre un supuesto pago de 7 millones de dólares para el ahora mandatario.
“Este abogado falsario, calumniador, chueco (corrupto). Nosotros no somos mafiosos, ni somos corruptos”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina al ser cuestionado sobre el juicio que se sigue en Nueva York.
Este supuesto pago, según la defensa, se habría hecho a Gabriel Regino cuando era secretario de Seguridad de Ciudad de México y López Obrador era alcalde. A las preguntas de César Castro, abogado defensor, el exnarcotraficante respondió que recordaba haber pagado dinero para una campaña, pero no para López Obrador.
“Resultó más derecho (legal) Zambada. Si se analiza, este abogado es parte de la misma mafia de García Luna (…) y de toda la red de delincuencia política financiera de cuello blanco”, dijo el presidente.
LÓPEZ OBRADOR CUESTIONA ACTUAR DE LAS AGENCIA ESTADOUNIDENSES
El dinero, a decir de la defensa, supuestamente habría sido para la campaña del político izquierdista para la elección presidencial de 2012, que perdió ante Felipe Calderón.
En el gobierno de Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), García Luna fue nombrado secretario de Seguridad y era considerado como uno de los hombres con más poder en México.
López Obrador cuestionó además que las agencias estadounidenses encargadas del combate al narcotráfico no hayan estado enteradas de las actividades de García Luna, de su cuantiosa fortuna, de sus propiedades en Estados Unidos.
“¿Por qué no declararon ellos (agentes estadounidenses)?”, dijo al tachar de “montaje” la estrategia de la defensa.
CONCLUYE JUICIO CONTRA GARCÍA LUNA
Con los alegatos finales, el juicio al exsecretario Genaro García Luna concluye este miércoles, casi cuatro semanas antes de lo previsto, en el que los doce miembros del jurado tendrán que determinar si es culpable o no de ayudar al Cártel de Sinaloa, de Joaquín “Chapo” Guzman, a traficar cocaína.
A lo largo de un mes de juicio buena parte de los más de 20 testigos de la fiscalía que han desfilado por la Corte de Brooklyn han esbozado el poder corruptor del dinero de la droga desde la política a las fuerzas de seguridad, pasando por los funcionarios de aduanas y personal de puertos y aeropuertos.
En aquella época, el llamado “superpolicía” ya llevaba varios años monetizando su influencia con el “Chapo” Guzmán, según lo acusó el Departamento de Justicia estadounidense en 2020.
En el juicio también se ha apuntado hasta lo alto del estado. El exfiscal de Nayarit Edgar Veytia mencionó en la Corte de Brooklyn, que instruye el caso, el nombre del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), jefe de García Luna, quien habría dado órdenes de apoyar a la facción de Joaquín “Chapo” Guzmán —condenado a cadena perpetua en Estados Unidos— para acabar con la guerra intestina entre los cárteles. Calderón lo negó de plano en un tuit.
Jesús “Rey” Zambada, mano derecha de su hermano Ismael “Mayo” Zambada, que seguiría liderando el Cártel de Sinaloa, según el primero, negó haber pagado 7 millones de dólares para la campaña presidencial de 2006 de Andrés Manuel López Obrador, a través de Gabriel Regino, entonces responsable de seguridad del Distrito Federal.
“No pude haberlo dicho porque no es verdad”, zanjó Zambada, ante la insistencia del abogado defensor, que le preguntó por una confesión que habría hecho en 2013 a la justicia estadounidense luego de su extradición un año antes.
PAGOS MILLONARIOS A CAMBIO DE PROTECCIÓN
Según varios testigos, García Luna, que rehusó declarar para defenderse en su propio juicio, habría recibido pagos millonarios de los cárteles a cambio de protección.
La justicia estadounidense acusa al que fuera “superpolicía” de convertirse a partir de 2001 en “miembro de la conspiración del cartel de Sinaloa”. Zambada aseguró haber pagado 5 millones de dólares al acusado; Sergio Villarreal Barragán “El Grande”, otro protegido de la justicia estadounidense, dijo que su entonces jefe Arturo Beltrán Leyva le hacía igualmente pagos mensuales de al menos 1,5 millones de dólares directamente a García Luna o a través de su mano derecha Luis Cárdenas Palomino.
Óscar “Lobo” Valencia también le habría pagado más de 10 millones de dólares al que fuera el arquitecto de la guerra contra el narcotráfico, que ha dejado más de 340,000 muertos, la mayoría atribuidos a las organizaciones criminales.
La defensa del acusado, dirigida por el abogado César de Castro, ha tratado a lo largo del juicio de quitar credibilidad a unos testigos que a menudo han caído en contradicciones y que, sobre todo, pese a su historial criminal se han beneficiado de fuertes reducciones de pena en Estados Unidos a cambio de colaborar con la justicia.
DESTINO DEL SUPERPOLICÍA EN MANOS DE 12 JUECES
García Luna está acusado de cinco cargos: participación en empresa criminal continua; conspiración de distribución internacional de cocaína; conspiración de distribución y posesión de cocaína; conspiración para importar cocaína y falsedad en una declaración para obtener la nacionalidad estadounidense en 2018. Podría ser condenado a entre diez años y cadena perpetua.
Su destino está en manos de doce jueces que a partir de este miércoles se retirarán para deliberar, siguiendo unas pautas pactadas por el juez instructor Brian Cogan, la fiscalía y la defensa.
Tendrán que determinar si este ingeniero mecánico de 54 años, que se trasladó en 2012 a vivir a Estados Unidos en busca de tranquilidad y seguridad, como aseguró su esposa Cristina Pereyra al tribunal la víspera, es culpable o no culpable.
El gobierno de México, que ha pedido a Estados Unidos su extradición, también reclama 700 millones de dólares presuntamente malversados por el exsecretario, acusado de supervisar la detención en diciembre de 2005 de la francesa Florence Cassez y de su exnovio Israel Vallarta, una operación denunciada como un montaje. N
(Con información de AFP)