La zona de exclusión de Chernóbil en Ucrania aún es una de las áreas más radiactivas del mundo. El 26 de abril de 1986, la fusión de un reactor en la planta de energía nuclear de Chernóbil provocó el peor desastre nuclear del mundo. La fusión desencadenó dos explosiones devastadoras, en las que se vertieron desechos radiactivos y combustible en el entorno circundante. El territorio todavía es altamente radiactivo hoy en día.
“No es exagerado decir que es uno de los territorios más contaminados de la tierra”, dice a Newsweek Thom Davies, profesor asociado de Geografía en la Escuela de Geografía de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido. “Nunca sabremos exactamente cuántas personas murieron en el desastre de Chernóbil de 1986, y las estimaciones van desde unos pocos miles hasta casi un millón. Sin embargo, lo que es seguro es que los legados nucleares de este sitio continúan hasta hoy”.
La zona de exclusión de Chernóbil hoy parece un pueblo fantasma. Los edificios se están deteriorando y desmoronando porque no se permite a la gente vivir allí. Pero eso no significa que la tierra esté completamente vacía.
A pesar de la radiactividad, los turistas solían visitar la zona. Unas 100,000 personas al año visitan el territorio abandonado. Pero desde febrero de 2022, eso no ha sido posible debido a la invasión rusa.
“Antes de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, solía haber una próspera industria turística en Chernóbil”, dice Davies, un experto en geografía tóxica. “Podrías comprar un pase de un día y realizar un ‘recorrido tóxico’ por el sitio abandonado. Sin embargo, después de que Putin invadió Ucrania, todo cambió”.
¿DÓNDE ESTÁ CHERNÓBIL?
Después del desastre, la Unión Soviética aisló el área en el raión Vyshgorod, del norte del óblast de Kiev, un terreno de 2,693 kilómetros cuadrados, y lo declaró zona de exclusión, considerada el área más gravemente afectada tras el desastre. La zona permanece, aunque el territorio está bajo la supervisión constante de científicos.
El seguimiento se dificultó tras el 24 de febrero de 2022, cuando las tropas del presidente ruso, Vladimir Putin, invadieron Ucrania. “Hay una mayor preocupación sobre la posibilidad de una nueva invasión [a través de Bielorrusia y Chernóbil] por aire”, dice a Newsweek Tim Mousseau, profesor de ciencias biológicas en la Universidad de Carolina del Sur.
Las tropas rusas ocuparon la zona durante un tiempo en febrero y marzo pasados. Hasta ahora, no se han detectado efectos a largo plazo en la distribución de la radiación, indica Mousseau.
“Pero, debido a una mayor presencia militar y una mayor seguridad en la región, no hemos podido realizar las encuestas a gran escala que se necesitan”, añade. “Por lo tanto, nuestros hallazgos en esta etapa son muy preliminares”.
REFUGIO PARA LA VIDA SILVESTRE
Aunque en gran parte se encuentra abandonada, la zona de exclusión de Chernóbil se ha convertido en un refugio para la vida silvestre a lo largo de los años. “El ambiente de Chernóbil es una paradoja”, dice Davies.
“A pesar de su reputación como un páramo, Chernóbil se ha convertido en un sitio de gran biodiversidad. Alrededor de 350,000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares cuando se creó la zona de exclusión en los años posteriores al accidente nuclear de 1986, y desde entonces la naturaleza comenzó a recuperarse lentamente.
“Hoy, la zona alberga un hábitat en desarrollo para poblaciones de alces, lobos e incluso una especie de caballos salvajes en peligro de extinción, que casi desaparecieron en el siglo XX. Personas con las que he pasado tiempo durante mi investigación de doctorado en Chernóbil regularmente entran en la zona para buscar bayas y setas silvestres, a pesar de los riesgos de la radiación”, acota Tim Mousseau.
¿QUÉ CAUSÓ EL DESASTRE NUCLEAR?
El desastre de Chernóbil comenzó durante una prueba de rutina de los sistemas del reactor, cuando se ignoraron las medidas de seguridad. El combustible de uranio en el reactor se sobrecalentó y se derritió a través de sus barreras protectoras.
Los reactores también carecían de una estructura de contención sólida, que se utiliza para sellar la radiación dentro de la planta en caso de un accidente de este tipo. Eso significó que más de 100 elementos radiactivos ingresaron en la atmósfera circundante.
¿SIGUEN VIVIENDO PERSONAS ALLÍ?
Antes del desastre, Chernóbil albergaba a unas 14,000 personas. Aunque se supone que los humanos no deben vivir allí, algunos sobrevivientes permanecen en las aldeas cercanas. No hay niños porque son más susceptibles a los efectos de la radiación y lo más probable es que sufran efectos a largo plazo.
“Partes de él serán [peligrosas] durante miles de años, a medida que la radiación disminuya lentamente”, explica Davies. “Sin embargo, para las personas que viven aquí surgió una amenaza nueva y más inmediata: minas terrestres, municiones abandonadas y proyectiles sin explotar.
“Incluso, cuando termine el conflicto y los rusos finalmente sean expulsados de Ucrania, el legado de esta guerra seguirá afectando la vida de las personas aquí durante muchas décadas. Para quienes viven en los alrededores de Chernóbil, los restos de esta guerra serán, como la radiación en sí misma, una presencia invisible, pero constante”, concluye Davies. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).