El doctor José Cortés Arreguín egresó como médico cirujano de la Universidad de Guadalajara. Cursó el internado de pregrado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Posteriormente realizó su especialidad en Cirugía General en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, en la Ciudad de México.
Tiempo después realizó una subespecialidad en Cirugía Plástica y Reconstructiva en el Hospital General “Dr. Manuel Gea González”. Posteriormente estudió un curso de alta especialidad en Cirugía Estética Facial y Corporal y un curso de alta especialidad en Cirugía Craneofacial en el Hospital Ángeles del Pedregal.
Al preguntarle por qué se inclinó por la medicina, José Cortés afirma que desde joven le gustaban los retos, y esa carrera era uno importante. Luego se enfocó en la cirugía, pues, desde su visión, la actuación de un médico puede resolver un problema sin depender tanto del paciente.
“Existen especialidades en las que, aunque el médico dé un tratamiento correcto, si el paciente no hace caso, no se resuelve la situación. Por ejemplo, un diabético que no se toma sus medicinas. En el área quirúrgica sí está en nuestras manos resolverlo, y eso es muchísimo más satisfactorio”.
Al hablar de la cirugía plástica indica que esta es mucho más que un tema estético, pues impacta en la salud mental y emocional del paciente.
EL DR. JOSÉ CORTÉS Y LOS PACIENTES
“Yo siempre les digo a los pacientes: ‘La cirugía plástica es una ciencia médica, no es un producto de consumo’. Yo tengo que hacer un diagnóstico, y de acuerdo al resultado doy el tratamiento más adecuado. No a todos les hago lo mismo. Sin embargo, es muchísimo más allá, ves cómo impacta en la calidad de vida emocional del paciente, la salud mental, en la salud social. Y, por supuesto, la parte reconstructiva, que es inciso fundamental de nuestra labor todos los días”, asegura.
La cirugía plástica no solo atiende pacientes que buscan mejorías estéticas. También es un área fundamental para tratar, por ejemplo, malformaciones congénitas como el labio y paladar hendido, que se registra en uno de cada 700 nacimientos. O bien, la microtia, que es cuando un bebé nace sin orejas, así como lesiones y traumas a nivel facial.
Atender este tipo de pacientes requiere, además de los conocimientos médicos, cierta fortaleza emocional. “A la vez son los casos más satisfactorios, porque tú ves que son la gente más valiente, los que menos se quejan, los que siempre dicen que sí. Siempre están propositivos, entonces, la verdad hasta te dan energía para hacer esto con mayor gusto”, opina el experto.
TECNOLOGÍA MENOS INVASIVA
Actualmente, el doctor José Cortés está enfocado mayormente en la parte estética, aunque puede ver los otros casos: “Nos enfocamos mucho en los últimos años en la rinoplastia, con un tipo de técnica especial llamada rinoplastia ultrasónica”. Es un procedimiento en el que se usa una tecnología menos invasiva y agresiva, que evita inflamaciones o moretones en los pacientes. Además, la recuperación es mucho más rápida.
Y es que se trata de un área con importantes avances tecnológicos: “Ahora, en vez de usar el cincel y martillo y golpear, utilizamos una especie de lápiz que corta de forma muy precisa y pule, como si fuera un diamante. Entonces, no rompe los vasos sanguíneos, no hay moretones, no lesionan los ligamentos ni los músculos. Por eso no se inflama tanto y el paciente se recupera más rápido con menos dolor y molestias”, detalla el doctor Cortés.
Otros procedimientos, como las liposucciones, también eran muy agresivos en el pasado. Actualmente existen instrumentos que producen vibraciones que destruyen las células de grasa y se retrae la piel. Ello se logra sin realizar cortes exagerados.
La cirugía plástica es un campo que no ha estado exento de malas prácticas. Por ello el doctor Cortés sugiere a quien quiera someterse a un procedimiento que verifique que se trata de un médico certificado.
“Sobre todo, por los grandes riesgos sanitarios que puedan existir. Siempre hay que elegir a un cirujano plástico certificado para esto. Hay que buscarlo en el directorio del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, o en la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva”.
USURPADORES Y CHARLATANES
Si no aparece ahí, dice el experto, “es probablemente que esté usurpando la especialidad, lo que desafortunadamente es sumamente común. Estamos hablando de que, en México, por cada cirujano plástico certificado hay tres que usurpan la especialidad”. Cortés sugiere a los pacientes potenciales que también verifiquen que las instalaciones en las que el cirujano hace sus procedimientos estén autorizadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Como cualquier cirugía, lleva su riesgo. La diferencia entre una persona certificada y alguien que no lo es, es que, si se presenta una complicación, el cirujano plástico va a evitar alguna secuela”, añade.
Reconoce que buena parte de los pacientes que recibe asistieron primero con un médico no certificado, donde no fueron tratados adecuadamente. Así, las redes sociales y el internet en general permiten a los doctores dar a conocer su trabajo, y a los pacientes, denunciar las malas prácticas: “Tenemos una gran responsabilidad sobre que la información y contenido que compartimos sea veraz”.
¿DÓNDE ENCONTRARLO?
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