DURANTE los últimos meses la humanidad se ha acoplado a una nueva forma de vivir y desarrollarse dentro de la dinámica de la pandemia por el covid-19. La nueva normalidad ha generado necesidades que cubrir, desde laborales hasta psicológicas. Haciendo frente a la situación mundial, poblaciones de todo el mundo tuvieron que adoptar nuevos métodos para realizar sus actividades en distintos rubros: desde modalidades en línea, hasta el empleo de medidas sanitarias como el distanciamiento y la cuarentena.
Sin embargo, hay aspectos que son aún más importantes que atender, como el de la salud mental. Dentro de las problemáticas que han surgido, una de las más comunes es el agotamiento mental; al estar todo el día sentados trabajando frente a la computadora, especialmente sin cambiar de espacios entre las dinámicas de hogar y oficina, existe una amplia posibilidad de presentar esta sobrestimulación provocada en su mayoría por el aislamiento.
De acuerdo con datos de una investigación realizada por Adecco, compañía alemana de estudios en recursos humanos, el deterioro de la salud mental es una consecuencia que se ha presentado alrededor del mundo y afecta a todos por igual, sin importar sexos y edades.
La encuesta, realizada a casi 15,000 personas de países como México, Estados Unidos, Brasil y Canadá demostró que el 71 por ciento de los participantes considera que necesitará ayuda profesional en el futuro para mejorar su salud mental y esperan que su empresa lo considere como una prioridad.
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En el caso de México, 40 por ciento de los encuestados argumentó que sí han padecido agotamiento mental en el último año debido a fuertes cargas de trabajo y largas jornadas laborales; no obstante, el 72 por ciento de ellos aún encuentra motivación para continuar trabajando.
Por otro lado, el estudio indicó el porcentaje de personas que sufren agotamiento mental divididas por generaciones, y concluye que los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) han sido los más afectados, mientras que los millennials (nacidos entre 1980 y 1990) han presentado menos casos.
¿QUÉ ES EL AGOTAMIENTO MENTAL?
Al adentrarnos en la nueva normalidad y adaptarnos a las condiciones pandémicas salen a flote más complicaciones psicológicas y emocionales en la población internacional. Pero, ¿qué es el agotamiento mental cómo tal?
De acuerdo con el maestro Adrián Alavés, fundador de Naturaleza Humana y creador del método de neurotransformación, el agotamiento mental está ligado al sistema simpático de nuestro organismo, el cual nos mantiene alerta en todo momento como un instinto de supervivencia. Este está ligado a síntomas de ansiedad, pues el cuerpo y la mente buscan ponerse a salvo de cualquier tipo de peligro al que se enfrente, desde contraer los músculos hasta los órganos y las pupilas, lo que eleva los niveles de estrés y el ritmo cardiaco.
“Cuando estás en un constante estado de alerta y angustia, colapsa nuestro organismo. ¿Qué es colapsar? Si nosotros dividimos nuestro cerebro en tres niveles encontramos lo siguiente: primero, la parte sensorial, que está ligada a nuestro sistema nervioso central; segundo, el sistema límbico, que se refiere a las emociones, química y movimiento; por último, el pensamiento que se trata sobre el córtex. Colapsar es que el sistema nervioso central está tan alerta que se paraliza, afectando al sistema límbico y al pensamiento”.
El agotamiento mental provoca una sensación constante de peligro debido a un colapso nervioso, según el especialista, ya que el cuerpo lo resiente como una amenaza. En grados extremos, también puede resultar en alteraciones del cerebro y la psique como la psicosis y trastornos obsesivos compulsivos (TOC).
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De igual forma, al ser seres sociales, mientras más separados estemos los unos de los otros, la poca convivencia provoca angustia; durante la pandemia, nos orillamos a una constante sensación de peligro y supervivencia.
“El ser humano tiene tres pulsiones que nos permiten desarrollarnos como especie. La primera es la supervivencia; la segunda, la reproducción; y la tercera es la colaboración. Lo interesante son los conceptos con los que relacionamos las tres pulsiones: la supervivencia es entendida como salud, la reproducción como amor y la colaboración como economía o bienestar socioeconómico.
“En la pandemia —continúa el experto— colapsamos las tres pulsiones porque nos encerramos, nos separamos y teníamos la sensación de que ya no íbamos a sobrevivir. El cerebro pensaba que mientras más aislado esté del mundo, más posibilidades hay de salvarse. Tenemos una fórmula natural de supervivencia, pero nuestro cerebro nos lleva a un extremo de desarmonía conforme a las necesidades humanas, terminando en colapsos o agotamiento mental”.
¿CÓMO EVITAR EL AGOTAMIENTO MENTAL?
El maestro Alavés menciona algunas prácticas que pueden ayudar a la prevención de este síntoma tan sonado durante la pandemia, entre los cuales menciona trabajar y entrenar la mente; asimismo, es importante mantener una buena alimentación combinando los nutrientes que generen un estado de armonía en el organismo sin comer en exceso. Tener relaciones sanas es otro de los aspectos fundamentales, especialmente con las personas con quienes convivimos durante la cuarentena, para así generar espacios de bienestar y confianza. Por último, recomienda elevar el nivel de consciencia.
“Cuando elevamos nuestro nivel de consciencia podemos vernos a nosotros mismos en un espejo: nos damos cuenta de nuestra propia capacidad de observar nuestras propias acciones y pensamientos. Si logramos pensar desde afuera de este personaje, podemos evitar comportamientos y pensamientos. De esta forma, nos colocamos en la posición del observador, fuera de cualquier juicio, para ser más objetivos sobre las preocupaciones con las que estamos luchando”.
El agotamiento mental es un fenómeno que es cada vez más común y afecta a muchos sectores de la población alrededor del mundo, por eso debe ser tratado con mayor atención y consideración, ya que la pandemia no solo tuvo efectos negativos sociales y económicos, también hubo impactos psicológicos y emocionales. N