El 24 de abril de 2007 ocho personas fueron privadas de su libertad por un grupo armado, cuando se encontraban al exterior del antro Maverick, sobre Av. Aguascalientes en la zona norte de la capital, en su mayoría eran albañiles que se encontraban realizando obras de construcción en el lugar, así como los propietarios del antro. Desde ese día, no se volvió a saber de ellos.
Este sábado, familiares de los desaparecidos e integrantes del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) -asociación que ha brindado acompañamiento moral y legal- se manifestaron en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir justicia y verdad en las investigaciones de sus seres queridos, las cuáles se han mantenido sin modificaciones desde hace años.
A pesar de las exigencias legítimas, la fiscalía les cerró las puertas, por lo que la manifestación se tuvo que llevar a cabo al exterior de las instalaciones.
Javier Espinosa Granados, padre de Francisco Javier Espinosa, lamentó la falta de sensibilidad y apertura por parte de las autoridades que han estado al frente de la fiscalía y de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para atender la problemática de las personas desaparecidas en Aguascalientes.
“Hay falta de sensibilidad, falta de querer arreglar las cosas y únicamente el protagonismo, nos dan atole con el dedo, ni siquiera ha habido disculpas públicas cuando han declarado cosas sobre el tema, no les importan los desaparecidos, lo que está ocurriendo, como el puesto es transitorio, pasarán como los otros siete procuradores y fiscales que han pasado”.
En el caso del Maverick, señaló que con el paso de los años se han complicado las investigaciones, debido a que muchas pruebas han perdido su vigencia, además de que no existe un seguimiento continuo a las carpetas de las personas cuyo paradero se desconoce.
“Nunca se siguió el tema, en este momento estamos peor porque en aquel entonces las pistas que se tenían eran frescas, el tiempo era vital para la vida de todos los que se llevaron y ahorita no hay nada, la semana pasada tuve una reunión con el agente ministerial pero no hay nada de investigación, les puedo asegurar que estamos peor hoy que en 2007, cuando pasó el evento”.
Agregó que la capacitación que ha recibido el personal de la fiscalía en materia de localización de personas desaparecidas, es insuficiencia cuando se carece de tacto con los familiares que exigen justicia y verdad para sus seres queridos.
“Posiblemente tendrán mucha capacitación, mucha preparación, pero eso no significa que den buenos resultados”, subrayó.
Del 2007 al 2017 se abrieron 203 carpetas de investigación por personas desaparecidas, de las cuáles no se ha vuelto a saber información de ellos, por lo cual es necesario que se coloque el tema como prioridad en la procuración de justicia, agregó Javier Espinosa.
Finalmente, mencionó que en los últimos 14 años se ha tenido que aprender con el dolor, los amedrentamientos por parte de las autoridades en turno, e incluso con la zozobra de perder la vida en busca de sus familiares.
“En su tiempo sí me amedrentaron, yo tuve que salir del estado, algunas personas que estaban en aquel entonces ya fallecieron, otras ya no están aquí o están en la cárcel, nosotros hacíamos marchas desde el 2007 al 2009 pero después tuvimos que salir huyendo; se aprende a vivir con el dolor, yo tengo que morir en la raya, ha habido dos padres que han desaparecido y fallecieron, ya no se volvió a saber nada de ellos”, concluyó.