Las señales visuales que trasmites en las reuniones en línea y por correo electrónico dicen mucho en la nueva era del trabajo a distancia.
Todos comprendemos la importancia del lenguaje corporal en el trabajo: la forma en que los brazos cruzados de un colega pueden comunicar hostilidad, o los pies de un director sobre su escritorio podría ser un intento de mostrar dominación. ¿Pero acaso esto se traslada al ámbito digital, ahora que tantos de nosotros trabajamos desde casa y desarrollamos gran parte de nuestra vida laboral a través de videos en línea?
Es aquí cuando entra Erica Dhawan, autora de Get Big Things Done (Lograr grandes cosas, sin traducción al español) y Digital Body Language (Lenguaje corporal digital), de próxima aparición, y quien recientemente estuvo conmigo en Better, mi programa de entrevistas semanal de Newsweek, para hablar de cómo los profesionales se pueden comunicar en forma más efectiva cuando trabajan digitalmente. Ella compartió con nosotros los siguientes cuatro consejos.
El lenguaje corporal digital no tiene que ver solo con tu cuerpo. Quizás imagines que la frase “lenguaje corporal digital” se refiere simplemente a tus expresiones faciales cuando estás en Zoom. Desde luego, tienes que asegurarte de no fruncir el ceño o mostrar aburrimiento, señala Dhawan, pues este lenguaje es un concepto mucho más amplio.
Como ella señala, “el lenguaje corporal digital [se relaciona con] los indicadores y señales que enviamos en nuestra comunicación digital y que constituyen el subtexto de nuestros mensajes. Así que abarca todo, desde la línea del asunto que usamos [en nuestros correos electrónicos], hasta nuestro tiempo de respuesta: ¿respondemos en dos minutos, o en cinco minutos, o en cinco días?”. Incluso las decisiones más sutiles, como si incluyes una copia abierta u oculta para alguien, la puntuación que usas y si tu redacción parece abrupta, todo ello es parte del contexto en el que se reciben tus mensajes. En otras palabras, la decisión de comenzar un mensaje diciendo “Querida Erica”, comparado con “¡Hola, Erica!”, forma parte de cómo “nos proyectamos a través del cuerpo de nuestro lenguaje”, de acuerdo con Dhawan.
Ahora, leer atentamente equivale a escuchar atentamente. A nadie le gusta estar en una reunión donde un colega parece desconectado o no presta atención. Eso también se aplica a las charlas en video. Pero Dhawan afirma que el mismo principio se extiende a la comunicación escrita, que se ha vuelto mucho más predominante en el trabajo desde casa. Ella menciona el ejemplo de un ejecutivo que envió un mensaje de texto a su jefe, llamado Tom, preguntándole: “¿Quieres hablar el miércoles o el jueves?”. Y la respuesta de Tom fue, “sí”. Eso provocó confusión e hizo que se perdiera tiempo con mensajes adicionales para pedir aclaraciones.
Además, señala Dhawan, esa actitud descuidada puede hacer que las personas pierdan la confianza en sus líderes. Por el contrario, dice, “si muestras que has leído las cosas, eso te llevará a un nivel totalmente nuevo de comprensión, colaboración y confianza en tu entorno de trabajo”.
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No todo tiene que estar en video. Quizá pienses que es una buena idea sostener todas tus reuniones en video para maximizar la participación. Eso es verdad hasta cierto punto, dice Dhawan, pero la fatiga de pantalla es real, y el video no es la panacea: “Existen muchos matices en la comunicación en video. La pantalla se congela, el sonido se apaga, o hay interrupciones que pueden ser un obstáculo para la seguridad psicológica cuando las personas hacen una lluvia de ideas.
“También está el hecho de que, para nosotros, no es natural ver nuestro propio video en la cámara mientras tratamos de hablar con otras personas”, afirma Dhawan. Esto puede resultar particularmente discordante para las personas introvertidas, que podrían sentirse presionadas para “participar” si están en cámara. Como antídoto, ella recomienda priorizar si una reunión debe realizarse en video (no todas tienen que serlo) y sostener algunas por teléfono, o incluso simplemente intercambiar correos electrónicos si el tema es directo y sin complicaciones. Si una reunión tiene que ser realizada en video, ella recomienda realizarla antes de las dos de la tarde “para que las personas no tengan más tarde ese agotamiento por Zoom”.
No temas adaptar tu estilo. Así como es probable que ajustes tu lenguaje corporal físico en distintas circunstancias, Dhawan afirma que deberías hacer lo mismo en el entorno digital. “En el lenguaje corporal tradicional, cara a cara —señala—, si te reúnes con alguien por primera vez, es posible que le des un apretón de manos, lo saludes mirándole directamente a los ojos y te sientes en la mesa con un programa claro para dirigir una reunión con una presentación de PowerPoint”. En contraste, “si te reúnes con alguien a quien conoces desde hace mucho tiempo, es posible que lo mires y lo abraces”.
De manera similar, “si te reúnes con alguien a quien no conocías y que quizá tiene más tiempo que tú en la compañía, o con alguien a quien le tratas de vender algo, quizá le enviarías antes un correo electrónico a su asistente para programar una cita. No le enviarías simplemente un mensaje rápido”.
Por otra parte, “si esa persona es un colega con el que has trabajado durante mucho tiempo, o si es tu asistente otro compañero de equipo, posiblemente recurras al teléfono porque está trabajando en varias cosas a la vez mientras ayudas a tu hijo con la escuela, o quizá le envíes un breve correo electrónico diciéndole: ‘Llámame ahora’”. No hay ninguna forma universalmente correcta o equivocada de manejar tu lenguaje corporal digital, dice; cada forma solo es correcta o incorrecta en un conjunto determinado de circunstancias, y nosotros debemos adaptarnos según corresponda.
Actualmente, todos vivimos en un mundo digital, por lo que es aún más importante que los mensajes que enviamos sean claros. Al seguir estas estrategias, podemos recuperar el control de nuestro lenguaje corporal digital y de la forma en la que los demás nos perciben.
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Dorie Clark, autora de Entrepreneurial You (Tu yo empresarial, sin traducción al español) y catedrática de la Facultad de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke, conduce Better, la serie semanal de entrevistas de Newsweek, en newsweek.com/linkedinlive.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek