Vecinos de las colonias Camino Real, Bellavista, La Ermita y Santa Lucía, por donde pasará el Tren Maya y que corresponden al segundo tramo licitado y ganado por el consorcio integrado por Operadora CICSA y FCC Construcción, se resisten a ser reubicados.
Por otro lado, familias que se oponían a la megaobra, aceptaron dialogar con la representación en Campeche de ONU-Hábitat a fin de escuchar la mejor propuesta.
El avance en las licitaciones del segundo tramo de vía del tren maya, que abarca del municipio de Escárcega a Calkiní, con una extensión de 235 kilómetros, ha llevado a los vecinos de estas demarcaciones a buscar un encuentro con personal de ONU-Hábitat para conocer las condiciones de reubicación.
Personal de ONU-Hábitat, en coordinación con el gobierno del estado y del municipio de Campeche, realizaron del 13 al 20 de abril entrevistas con vecinos que residen junto a las vías del tren, en las colonias Camino Real, Bellavista, La Ermita y Santa Lucía.
Uno de los vecinos del Camino Real indicó que el diálogo fue positivo y le ofrecieron la compra a terceros.
“He localizado una casa de precio justo, y vale la pena, no tengo que aferrarme a esta casa aunque aquí hayan crecido mis hijos y nietos”, dijo pidiendo el anonimato.
Por otro lado, vecinos de Calakmul, con el apoyo del Consejo Regional Indígena y Popular de Xoujil (Cripx) tramitaron un amparo, similar al que ganaron en esa región.