A puertas cerradas por la alerta por el Coronavirus hoy amanece el Parque Centenario solitario y pareciera abandonado. Con maleza crecida al rededor de la famosa fuente del cisne, un letrero anuncia, a puertas cerradas, la alerta y la razón de no poder recibir a visitante alguno.
Tampoco hay menores; la mayoría de los niños están en casa realizando actividades escolares con ayuda de sus padres, y alguno que otro tendrá la dicha de celebrarlo, tal vez, con alguna comida especial.