El grupo Cimarrón utiliza en su música el cacho e’ venao’, el cajón afroperuano, el surdo brasileño y la tambora afrocolombiana. Con estos ha peregrinado por partes del mundo como Europa, África y Asia.
“NOS LLAMAMOS CIMARRÓN porque tenemos un espíritu de libertad”. En los llanos colombianos, el nombre de la agrupación habla de un mundo que no fue conquistado ni marcado, sino que vive como un toro salvaje, así lo describe el maestro arpista Carlos Cuco Rojas, desde la habitación de un hotel en Argelia, después de una de las presentaciones que tuvo la agrupación en ese país.
Cimarrón surgió bajo el liderazgo de Cuco y la cantante de joropo Ana Veydó, en el año 2000. La primera actuación de la banda fue en el escenario principal del Kennedy Center en Washington, uno de los centros culturales más importantes de Estados Unidos.
El joropo es la música regional colombiana que la agrupación ha interpretado en diversos países de América Latina, Europa, África y Asia. Este estilo musical también lo comparten con Venezuela y México al sonar de manera similar al son jarocho, originario del estado de Veracruz.
“Queremos proyectar que la música que hacemos es de raíz llanera, enraizada en el joropo, que es como definimos a nuestra banda”, señala Cuco Rojas.
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El líder de Cimarrón habla con Newsweek México de lo emocionante que es confrontar a otros públicos y las reglas de otras sociedades, pues la banda es pionera en llevar la música llanera a otros países.
México es uno de esos países en los que se han presentado: “Ahí la gente nos asocia con música de Veracruz o Michoacán y suelen decir que nuestras melodías son muy cercanas al son. Ellos así lo identifican y entienden”.
La herencia sonora de los Llanos Orientales colombianos que Cimarrón interpreta ha visitado 35 países de Europa, América, Asia y África, con la conclusión de que la música es un lenguaje que se puede comunicar.
“Tocamos en países con gente que, aunque no habla castellano, todo lo entiende a partir de la energía de la música y la puesta en escena. Ello implica mucho de lo que son nuestras emociones y lo que queremos transmitir”.
Música con instrumentos indígenas
La música que Cimarrón interpreta es de raíz, es decir, a través de instrumentos musicales ancestrales crean y recrean música llanera. Esta revive antiguos cantos colombianos que forman parte de la afrodescendencia en América tras la conquista que los países potencia del siglo XV arremetieron contra este continente.
“Son instrumentos que los africanos esclavizados llegados a América —desde el África occidental— trajeron consigo”.
Como pioneros en la adición de instrumentos indígenas en el joropo, Cimarrón utiliza el cacho e’ venao’ (ocarina de los indígenas Sikuani del Orinoco), el cajón afroperuano, el surdo brasileño, la tambora afrocolombiana y el zapateo llanero como componente de percusión.
“Este es un instrumento de los indígenas de los llanos del Orinoco y lo hemos incluido en algunas canciones como en ‘Tonada de la palomita’, canción que corresponde a nuestro último álbum, Orinoco”, señala Rojas.
En la base instrumental de Cimarrón se encuentra el arpa, instrumento potente e importante en la agrupación y bastante similar a las arpas que se escuchan en México para el son jarocho.
“Ese tipo de arpas son las que se desarrollaron en América Latina a partir de arpas europeas y tres guitarras étnicas”.
Otros instrumentos que dan energía a Cimarrón es el cuatro, instrumento tradicional en Venezuela; la bandola llanera, que es muy cercana al requinto jarocho, y el tiple, un instrumento muy característico de la música andina colombiana, pero que también se toca en la región de los llanos.
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Entre los instrumentos de origen indígena que la banda utiliza en sus presentaciones está el guitarro, muy característico del joropo de Colombia.
Cimarrón también acondicionó el contrabajo eléctrico, o baby bass, como parte de los instrumentos contemporáneos presentes en orquestas de salsa para dar mayor consistencia al sonido; así como las percusiones y las maracas llaneras, que son pequeñas pero virtuosas en la interpretación.
Entre los instrumentos de tradición afrolatinoamericana se encuentran el cajón afroperuano, la tambora afrocolombiana y el surdo brasileño. Todos pertenecen a la tradición africana.
Zapateado y cánticos jornaleros
Para interpretar el joropo colombiano también se toma en cuenta el zapateado, que en México es fácil identificarlo con el son jarocho. En el joropo, los zapateadores forman parte del espectáculo y entran con este sonido en momentos especiales de las canciones.
“En nuestra música —y en la tradición del llano— el canto es muy importante. Se utiliza en el trabajo en las tradiciones europeas, africanas e indígenas”.
De acuerdo con Cuco Rojas, se canta en castellano con melodías tradicionales que interpretan versos de la tradición española o la creación de lugares lejanos; además de poesías populares vueltas canciones de América Latina.
“Son canciones que se cantan cuando se arrea algo o cuando se realizan algunas tareas especiales como la acción de la ordeña. Ejemplo de esto es ‘Tonada de la palomita’, una canción que se canta en las faenas de ordeña de vacas, es un canto que acompaña las tareas de los hombres en el campo”, dice.
El reciente disco de Cimarrón, Orinoco, se compone de otros cantos que son de fiesta y de auténtica música llanera que existe en la región.
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“Lo interesante es que ahora esos cantos son interpretados por una mujer cuando originalmente eran cantos interpretados solo por hombres. En Cimarrón no tenemos una voz líder, aquí la voz es femenina y suena con mucho poder con una música que tiene un alto contenido histórico”.
El rescate de las raíces sonoras
Tras recorrer diversas ciudades de 35 países, los integrantes de Cimarrón reflexionan acerca del rescate de la música de raíz, como el joropo colombiano, para propagar la música llanera colombiana y la herencia sonora de esa región.
“Es importante a los ojos del mundo que esas historias se cuenten. Tienen que saber que hay indígenas que tocaron un instrumento que está conectado con la naturaleza, con el entorno, con el nicho ecológico con el que les tocó vivir, y que también han hecho instrumentos de sus expresiones, de su arte y su espíritu”, señala Cuco Rojas.
Por esa razón, las canciones y melodías que Cimarrón interpreta sitúan al escucha en esa región del mundo a través de instrumentos que son parte de sus raíces indígenas y con cantos de raíces hispánicas que hablan de quienes habitan en América Latina.
“Somos producto de lo que dejaron los españoles acá. Somos producto de una región que tiene una historia”, concreta Rojas, mientras, detrás de él, caía el alba en un país ajeno que esa noche conoció y bailó con el joropo colombiano.