Su protesta inspiró un movimiento mundial de jóvenes contra el calentamiento global llamado #FridaysForFuture.
La primera vez que supimos de Greta Thunberg fue porque el congreso de Suecia, su país de origen, la propuso como candidata al premio Nobel de la Paz en marzo de 2019.
La noticia pudo pasar inadvertida, salvo por un detalle: Greta tiene 16 años y ya es una férrea activista contra la crisis climática.
“Hemos propuesto a Greta Thunberg (para el premio Nobel de la Paz) porque, si no hacemos nada para detener el cambio climático, será la causa de guerras, conflictos y desplazamientos”, dijo el legislador noruego Freddy André Øvstegård a la agencia de noticias VG a principios de este año.
Te puede interesar: Greta Thunberg protesta frente a la ONU con estudiantes de EU
Todo empezó el 20 de agosto de 2018. Greta tenía 15 años y ese día decidió que, en lugar de ir a la escuela, iba a protestar frente al Parlamento de Suecia, donde prometió no regresar a clases hasta que los legisladores garantizaran acciones contra el cambio climático.
Ese año, una ola de calor causó 50 incendios forestales que arrasaron con 20,000 hectáreas de vegetación en Suecia. El verano de 2018 ha sido el más caluroso registrado en la historia de ese país.
Desde ese 20 de agosto, todos los viernes Greta Thunberg se abstiene de ir a la escuela y se sienta con una pancarta frente al parlamento para exigir cambios a favor del medioambiente. Esto inspiró un movimiento mundial de jóvenes contra el calentamiento global llamado #FridaysForFuture (Viernes por el futuro).
“Protesto por el cambio climático, porque a nadie parece importarle lo que está ocurriendo. Nadie parece estar haciendo algo”, contó Thunberg en una entrevista con la BBC. “Sé que mis padres quieren que vuelva a la escuela, pero también entienden lo que estoy haciendo aquí”.
Al principio, sus padres —el actor y productor Svante Thunberg y la cantante de ópera Malena Ernman— no estaban de acuerdo con que Greta abandonara la escuela, pero después decidieron apoyar su causa.
UN VIAJE EN VELERO
En junio pasado, Greta anunció que se tomaría un año sabático para asistir a cumbres internacionales por el cambio climático.
Como parte de estas actividades, la joven activista informó que viajaría en un velero ecológico de Europa a América.
El velero “Malizia II” partió del puerto de Plymouth, Reino Unido, y se dirigió rumbo a Nueva York con Greta a bordo, acompañada de su padre, Svante Thunberg; Pierre Casiraghi —hijo de la princesa Carolina de Mónaco (y piloto del velero)—; un navegante alemán de nombre Boris Herrmann y un cineasta que realizará un documental sobre el trayecto de la joven.
Lee: Greta, Luisa, Anuna… Las jóvenes que movilizaron a europeos por la emergencia climática
Con el objetivo de “crear una opinión y movimiento internacional para que la gente se una y presione a los poderosos”, Greta recorrió 3,000 millas náuticas en dos semanas para llegar a la cumbre mundial de la ONU a favor del medioambiente.
Durante este viaje, la tripulación contó con muy pocas comodidades; en lugar de baño, una cubeta de plástico; cuatro camas para cinco personas y un hornillo de gas para calentar agua y rehidratar la comida vegana que llevaron.
“Soy una de las pocas personas en el mundo que puede hacer esto, así que aproveché la oportunidad”, dijo al empezar el viaje.
Greta viajó en velero porque, como parte de sus acciones para combatir la crisis ambiental, evita trasladarse en avión y es vegana.
Recientemente, Greta Thunberg fue nombrada por Vogue de Reino Unido como una de las 15 mujeres “pioneras del cambio”; GQ la llamó la “game changer” del año y la revista Time la incluyó dentro de la lista de las personas más influyentes del mundo en 2018.
La voz de Greta Thunberg se ha convertido en la de toda una generación, una generación joven que está sufriendo ya las consecuencias de la crisis ambiental.