Desde hace un par de semanas, la pequeña población polaca de Miejsce Odrzanskie ha sido el inesperado centro de atención de los medios internacionales a resultas de lo que el New York Times denomina “una extraña anomalía poblacional”. Y la razón es que ha transcurrido casi una década desde que la comunidad diera la bienvenida a un recién nacido varón, en tanto que los 12 bebés más recientes han sido niñas.
El reportaje periodístico cita al alcalde de la región, quien afirma que ha surgido cierto “interés científico” en explorar las causas de esta extraña tendencia (probablemente, por parte de genetistas). Así mismo, el funcionario detalla los consejos -patentemente desinformados- que han recibido los habitantes para aumentar sus probabilidades de engendrar varones, con sugerencias que abarcan desde cambiar la dieta de las madres hasta “poner un hacha bajo el lecho conyugal”.
Sin embargo, el artículo también menciona un propuesta muy poco imaginativa y que, con mucho, es la más probable, pues argumenta que el fenómeno es mera coincidencia estadística.
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¿Cómo explicar esta situación? Igual que sucede cuando lanzamos una moneda, todo nacimiento tiene dos resultados probables y así, la probabilidad de que el bebé sea niña es de ½ (50 por ciento). Por otra parte, hay que enfatizar que el género de cualquier nacimiento es independiente del anterior. Es decir, si una mujer concibe una niña, las probabilidades de que otra madre también dé a luz una bebé son las mismas.
Por consiguiente, la probabilidad de que nazcan dos niñas de manera consecutiva es de ½ x ½ = (½)2 = ¼. Por extensión, la probabilidad de que nazcan 12 niñas consecutivas en Miejsce Odrzanskie es (½)12 = 1/4096.
Si consideramos esta probabilidad de manera aislada, podemos apreciar que es en extremo reducida. Por ejemplo, si alguien te dijera que la probabilidad de que llueva mañana es de una en 4,000, ni siquiera te molestarías en salir con paraguas. No obstante, hay que tener presente que la probabilidad que estamos considerando tiene que ver con una interrogante muy específica: ¿Cuál es la probabilidad de que nazcan 12 niñas consecutivas en Miejsce Odrzanskie?
Dicha población polaca nada tiene de particular, y la tendencia que ha hecho noticia también habría llamado la atención internacional de haber ocurrido en una pequeña aldea de Lituania o de Hungría. Es más, de haber nacido 12 niños consecutivos en vez de niñas, esto también habría copado los titulares.
Ahora que, si modificamos nuestra pregunta por “¿Cuál es la probabilidad de que los últimos 12 bebés nacidos en cualquier ciudad del mundo sean todos del mismo sexo?”, el planteamiento se vuelve completamente distinto. Y aquí tendríamos que recurrir a GeoNames, una base de datos en línea que conjunta los detalles de todas las ciudades con una población mayor a 500 habitantes, y cuyos datos sugieren que hay poco menos de 200,000 de estas poblaciones en todo el planeta.
A partir del total de poblaciones, creamos la ecuación 1/4096 x 200,000, la cual resulta en que unas 50 de esas ciudades registrarán el nacimiento de 12 niñas consecutivas, mientras que otras 50 recibirán 12 niños sucesivos. Desde esta perspectiva, si bien la tendencia femenina se antoja un fenómeno extraño y único para los habitantes de Miejsce Odrzanskie, la realidad es que puede haber otras 99 ciudades donde esté sucediendo algo parecido en este preciso momento.
Pese a ello, la causa de que la aldea polaca haya acaparado la atención mediática estriba principalmente en la escala temporal de la tendencia. Miejsce Odrzanskie es un pueblo muy pequeño, con apenas 272 habitantes, y su tasa de natalidad es de apenas un nacimiento por año. Esto significa que la racha de 12 niñas se prolongado casi una década, y es justo eso lo que llama la atención.
Comparemos este caso con el de Glasgow, Escocia, donde se registraron 6,852 nacimientos durante 2017, cifra equivalente a unos 19 bebés al día. Si las madres de Glasgow hubieran tenido 12 niñas sucesivas en determinada fecha, nadie se habría tomado la molestia de señalar el hecho, ya que habrían nacido varios varones ese mismo día, así como el día anterior y el siguiente.
Paradojas e ilusiones
Todo esto es parte de lo que Persi Diaconis -eminente matemático (y mago)- llama “la paradoja de la brizna de hierba”. Supongamos que entras en un prado y arrancas una brizna de hierba. Ahora bien, había varios millones de hojas de pasto y pudiste haber cortado cualquiera, así que no obstante la que hayas elegido, la probabilidad de que arrancaras justamente esa brizna particular era de uno en varios millones. En otras palabras, aunque cada resultado es altamente improbable, uno de ellos tiene que suceder.
Observamos esto mismo en la Lotería Nacional del Reino Unido: la probabilidad de que ganes con los seis números de tu boleto es de una en 45 millones; y por supuesto, la misma probabilidad aplica a los seis números que genera la máquina.
Es bien sabido que los seres humanos somos pésimos para identificar y entender la aleatoriedad, porque nuestros cerebros funcionan reconociendo patrones. Este concepto de hallar patrones en datos aleatorios es lo que se conoce como la “ilusión de agrupación” o la “falacia de la mano caliente”.
Volvamos ahora con la tendencia de las niñas polacas. Hemos visto que la probabilidad de que ocurra la secuencia exacta FFFFFFFFFFFF (F de femenino) es de 1/4096; sin embargo, la misma probabilidad de 1/4096 aplica a la secuencia FFMMFMFMMFMM (F de femenino y M de masculino niño), ya que ambas dependen de 12 eventos aleatorios consecutivos, cada cual con una probabilidad de ½. Pero si Miejsce Odrzanskie hubiera registrado la segunda secuencia a lo largo de la última década, nadie habría prestado la menor atención porque parece más “normal”.
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Los estadísticos tenemos la misión de encontrar sentido a este tipo de paradojas probabilísticas. De modo que, en vez de responder a la pregunta: “¿Cuáles son las probabilidades de que esto suceda?”, lo que hacemos es plantear el problema contrario: “Esto ha sucedido. ¿Cuál es la probabilidad de que sea meramente aleatorio?”.
Si analizamos el mundo de esta manera, nos daremos cuenta de que muchas cosas que se antojan improbables -como las 12 niñas consecutivas de Miejsce Odrzanskie- son, de hecho completamente normales. Y es más, esperables.
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Craig Anderson es profesor de estadística en la Universidad de Glasgow, Reino Unido.
Este artículo fue tomado de The Conversation bajo una licencia de Creative Commons. Lea el artículo original.
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