Las zonas muertas son áreas de los cuerpos de agua del mundo que contienen muy poco o nada de oxígeno, creando condiciones letales para la vida marina.
Cada año, en los meses de verano, una de estas zonas muertas, o hipóxicas, se forma en el Golfo de México en uno de los ejemplos más grandes de este fenómeno en el planeta.
Ahora, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) ha pronosticado que la zona muerta de este verano en el Golfo de México podría crecer hasta más de 12,500 kilómetros cuadrados, o aproximadamente del mismo tamaño que el estado de Massachusetts, según los datos recopilados por el Servicio Geológico de EU.
Si la zona muerta alcanza este tamaño, superaría con creces el promedio de los últimos cinco años (casi 10,000 kilómetros cuadrados), aunque no será la más grande registrada. Ese título va a la zona muerta del Golfo de México 2017, que creció a un tamaño de más de 14,000 kilómetros cuadrados.
Los científicos dicen que el fenómeno que se repite anualmente es causado por la contaminación excesiva de nutrientes, que se origina a partir de la actividad humana en granjas y áreas urbanas, que drenan a la cuenca del río Mississippi y finalmente se lavan en el Golfo.
Cuando este exceso de nutrientes, particularmente nitrógeno y fósforo, ingresa al Golfo, alimenta un rápido aumento en el crecimiento de ciertos tipos de algas, también conocido como floración de algas. Cuando estas algas se descomponen, consumen oxígeno, creando así un estado de hipoxia que es inhóspito para la gran mayoría de la vida marina.
NOAA predicts this summer’s Gulf of Mexico #DeadZone – an area of low-to-no oxygen that can kill fish & other marine life – to be 'very large' … about 7,829 sq. miles (roughly the size of Massachusetts). More: https://t.co/Jtzgw4zQ0f @noaaocean
— NOAA (@NOAA) June 10, 2019
Según los científicos de la NOAA, se espera que la zona muerta este año sea particularmente grande, debido a las lluvias inusualmente fuertes en la región de la Cuenca del Misisipi esta primavera.
Esto llevó a flujos de ríos récord y un lavado de nutrientes más alto que el promedio en el Golfo. De hecho, los datos del USGS indican que solo en el mes de mayo, aproximadamente 156,000 toneladas métricas de nitratos y 25,3000 toneladas métricas de fósforo se vertieron en el mar desde el Mississippi.
Las predicciones para el tamaño de la zona muerta se basan en modelos de computadora que realizan cálculos basados en las condiciones climáticas típicas para los meses de verano. NOAA hace hincapié en que el tamaño real de la zona muerta podría diferir de sus estimaciones debido a los efectos de eventos climáticos significativos, como huracanes y tormentas tropicales.
“Los modelos ayudan a predecir cómo se vincula la hipoxia en el Golfo de México con los aportes de nutrientes provenientes de toda la cuenca del río Mississippi”, dijo en un comunicado Steve Thur, director de los Centros Nacionales para la Ciencia Oceánica Costera de NOAA. “Los flujos fluviales históricos y sostenidos de este año pondrán a prueba la precisión de estos modelos en condiciones extremas, que probablemente ocurran con mayor frecuencia en el futuro, según la última Evaluación Nacional del Clima”.
“La evaluación predice un aumento en la frecuencia de eventos de precipitaciones muy fuertes en las regiones del Medio Oeste, las Grandes Planicies y el Sudeste, lo que impactaría la entrada de nutrientes en el norte del Golfo de México y el tamaño de la zona hipóxica”, dijo.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek