El consumo de cigarrillos es terrible para nuestra salud en muchísimas formas, pero los científicos piensan que podría no afectar una parte de nuestros cromosomas relacionada con el envejecimiento, como se creía anteriormente.
Un equipo internacional de científicos analizó la manera en que el tabaquismo afecta los telómeros, que son complejos situados en el extremo de nuestros cromosomas y se encargan de protegen nuestro ADN. Se les considera como el reloj de la vida, ya que envejecemos conforme se acortan.
Dado que los telómeros humanos se acortan con la edad, muchas personas piensan que el tabaquismo precipita el envejecimiento al acelerar este proceso.
Para este nuevo estudio, publicado en la revista Open Science, los investigadores estudiaron 18 conjuntos de datos existentes que contienen información sobre 12,579 personas adultas, recopilada en 10 países de cuatro continentes. Entre los participantes se encontraban 4,678 fumadores y 7,901 no fumadores. Al inicio de cada estudio, se obtuvieron muestras de sangre de cada participante, lo cual se repitió en un periodo promedio de 8.6 años después. Esto les permitió a los investigadores analizar si la longitud de los telómeros había cambiado con el paso del tiempo.
La información confirmó los resultados de estudios anteriores, la cual indica que los fumadores tienen telómeros más cortos. Sin embargo, los científicos no encontraron que los telómeros de los fumadores se acortaran más rápidamente que los de los no fumadores.
Los autores afirman que su trabajo indica que el tabaquismo podría no explicar por qué los telómeros de los fumadores son cortos, y que el análisis de la longitud de un telómero podría no ser tan útil como se cree para evaluar los efectos de actividades poco saludables como el tabaquismo.
En lugar de ello, los científicos piensan que los telómeros podrían no cambiar demasiado durante la vida adulta, y es posible que no sean modificados por conductas como el consumo de alimentos sanos o dañinos.
Los científicos no están seguros de la causa por la que esta porción de los cromosomas de los fumadores podría ser más corta y gruesa. Una posible explicación es que los fumadores presentan otra variable en común, por ejemplo, tener telómeros más cortos desde el inicio. Esto podría deberse a algún sufrimiento o abuso emocional en la niñez.
La autora principal, la profesora Melissa Bateson de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Newcastle, comentó: “La importancia de este estudio es que nos obliga a reconsiderar el valor de la longitud de los telómeros como un indicador de la forma en que nuestro estilo de vida actual influye en nuestro cuerpo.
“No ponemos en duda las abundantes pruebas que indican que el tabaquismo es perjudicial para la salud, sino únicamente las pruebas de que la longitud de los telómeros es una buena forma de evaluar el daño biológico provocado por el tabaquismo y, posiblemente, por extensión, por otras conductas poco saludables”.
El tabaquismo daña casi todos los órganos del cuerpo, advierten los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, y es una de las causas principales de muertes prevenibles relacionadas con padecimientos como las cardiopatías y el cáncer.
Bateson afirmó: “En términos más generales, los hallazgos subrayan la necesidad de ser precavidos cuando interpretemos datos relacionales. El solo hecho de que dos variables se correlacionan no significa que una variable provoca a la otra”.
Esta investigación podría abrir un debate con relación a distintos artículos científicos, como uno publicado el año pasado, en el que los investigadores estudiaron la forma en que distintos tipos de ejercicio influyen en los telómeros.
En el estudio, publicado en la revista European Heart Journal, se indica que el entrenamiento por intervalos de alta intensidad y el entrenamiento de resistencia aeróbica aumentaban la longitud de los telómeros y aumentaban la actividad de la telomerasa. Sin embargo, el entrenamiento de resistencia muscular no tuvo el mismo efecto.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek