Derivado de un secuestro frustrado en 2014 en Santa Teresa, Yahualica, población de la localidad implementó una guardia comunitaria en la que participan alrededor de 15 personas.
“Decidimos formar guardias para evitar situaciones como la de hace cinco años”, mencionó uno de los vigilantes, quien solicitó anonimato.
Los agentes comunitarios portan machetes cuando cuidan el acceso a Santa Teresa, piden identificación a toda persona que ingresa, cuestionan sobre su visita; si se justifica, lo dejan pasar.
“Estamos aquí noche y día, de esto ya saben las autoridades de gobierno y el Ejército: solo tratamos de garantizar la seguridad de los habitantes de la comunidad”, indicó.
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El 12 de mayo de 2014, seis personas secuestraron a un habitante de Santa Teresa. Al enterarse de los hechos, las autoridades solicitaron apoyo a las localidades aledañas y lograron cercar a cuatro presuntos delincuentes, quienes se encontraban escondidos en el cerro.
Los habitantes amarraron y golpearon a los detenidos, y estuvieron a punto de lincharlos, pero intervinieron corporaciones de seguridad y los trasladaron a la comandancia. En la galera se concentraron alrededor de 600 personas dispuestas a hacer justicia por propia mano.
“Por esta situación y por la entrada de vehículos sospechosos a la comunidad, en una asamblea acordamos montar vigilancia desde septiembre del año pasado”, mencionó uno de los guardias.
Francisco Bautista
Yahualica