La Cuarta Transformación debe hacerse acompañar de sustantivos muy concretos de visión de Estado para consolidar el principio de asentar un nuevo régimen que aporte la solidez de nación tan anhelada y requerida por los tiempos modernos de nuestro querido México.
Así pues, si (y solo si) la denominada 4T se hace realidad como proyecto de transformación nacional, debe contener 5R (cinco respuestas) como herramientas de labor vertebral para hacerse efectiva, real, perdurable, reproducible, asertiva, constitucional, solvente, ética, moral y legal, además de ser legítima, estar apegada a la ley y ser solidaria y universal.
Estamos hablando de la transformación de un régimen y esto no es ni simple ni superfluo ni fácil ni rápido. Por tal motivo, las cinco 5R propuestas son:
1. Renacimiento
2. Re (evolución)
3. Reconstrucción
4. Revaloración
5. Renovación
Existe la concepción de que existe una gran voluntad ciudadana, demostrada durante la elección más grande de la historia de México, en su pasado y en su historia moderna.
El impulso ya no se puede detener, porque se ha apostado a la secundaridad de la moral, como causa de honradez suprema en el ejercicio de elegir un sistema moderno, progresista, con visión de Estado, así como de compromiso constitucional. De un ejercicio democrático intenso, pasado por los años de una tenacidad “lopezobradoriana” que, finalmente, llega al culmen de un movimiento social, ahogado por años en un sistema político-económico y social neoliberal roto en sus paradigmas centrales por corrupción, infiltración del crimen organizado, así como, dicho sea de paso y con firmeza, la nula capacidad (y voluntad política) de querer detener la crisis, que incluso ha sido ejemplo regional de pérdida del Edo de Derecho.
Lo anterior, aunado al desgaste social de la ciudadanía, a la que solo le faltaba ver la realidad de tanta desfachatez de una administración pública hecha pedazos en el fin de sexenio del presidente Peña.
Finalizaron como hacedores de pobres, aumentando la desigualdad hasta límites insospechados de una crisis de educación, salud, hambruna.
Muestra de ello son el olvido, la indiferencia y, por momentos, el cinismo de gobernantes con acciones financieras de corrupción inexplicables, sin razones o argumentos que custodiaran ejecuciones de gobierno que involucraban a la corrupción como agente permanente sin escrúpulo de vergüenza alguna. Justo por ello, ahora están contra la pared los políticos actuales.
Bueno, ya están aquí los nuevos. Ya llegaron, así de simple. Justificados por su trabajo o por la ola que los encadenó a la energía de una votación masiva por el líder en su momento.
Ahora es preciso entregar y construir cuentas personales como satisfactores de la sociedad que los eligió, así como de transformar la nación como lo prometieron. Ahí es donde recomiendo a la 4T comenzar con las 5R.
Ahí justamente está el reto… México está en plena transformación. Y los resultados aún están en gestación.
Gabriel Pérez Corona es médico urólogo. Está doctorado en Economía, Pobreza y Desarrollo Social y en Gerencia Pública y Política Social ([email protected]).