El organismo de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ha recibido duras críticas debido a que sus agentes arrestaron a una mujer con un embarazo de alto riesgo de cinco meses y medio, durante una entrevista para revisar su permiso de residencia permanente junto con su esposo, que es ciudadano estadounidense, afirman abogados de inmigración. Presuntamente, ambos estuvieron detenidos durante varios días, y a ella se le negó la medicación que necesitaba para garantizar un embarazo seguro.
Durante todo su embarazo, sus médicos le habían ordenado a Carmen Puerto Díaz que “evitara el estrés” y que tomara sus medicamentos para la hipertensión cada 12 horas, declaró a Newsweek el abogado de inmigración Greg Siskind.
Sin embargo, el miércoles pasado, la salud de Puerto Díaz y su bebé nonato fue puesta en riesgo, señala, cuando agentes de ICE la arrestaron durante lo que ella y su esposo, Ricardo Loza, creyeron que sería una entrevista de rutina para verificar sus permisos de residencia permanente, conocidos como “green card”, en una oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, ubicada en Memphis, Tennessee.
“En la entrevista, ella descubrió que tenía una orden de deportación in absentia que databa de varios años atrás”, señaló Siskind, refiriéndose a una orden de deportación emitida por un tribunal de inmigración. “Ella se había mudado y nunca supo de esta orden, por lo que la misma le resultó totalmente sorpresiva”.
De acuerdo con Siskind, que ha asesorado a la familia Puerto Díaz junto con su colega, la abogada de inmigración Johnna Main Bailey, los agentes de ICE le aseguraron al esposo de la mujer que si podía aportar pruebas del padecimiento médico de su esposa, ésta tendría la libertad de irse, pero una hora después, cuando regresó con las pruebas, se le informó que su esposa no sería liberada a pesar de todo.
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En lugar de ello, Puerto Díaz fue trasladada a un centro de detención de ICE situado en Mason, Tennessee, a más de una hora de distancia de Memphis, antes de ser obligada a cambiar nuevamente de ubicación y ser enviada en un autobús, en un trayecto de ocho horas, al Centro de Detención de ICE de La Salle, ubicado en Jena, Luisiana.
Durante todo ese tiempo, señala, Siskind, a Puerto Díaz no se le permitió acceder a los medicamentos recetados, a pesar de haber explicado claramente su padecimiento a los agentes de ICE.
Siskind señala que la situación comenzó a cambiar únicamente cuando su bufete jurídico llamó a los usuarios de las redes sociales a presionar a ICE, inundando al Centro de Detención de La Salle con llamadas para exigir la liberación de Puerto Díaz.
Tras enfrentar la presión de los defensores de inmigración, así como de al menos un miembro del Congreso, afirma Siskind, ICE finalmente le permitió a Puerto Díaz que tomara sus medicamentos la tarde del viernes, y finalmente la liberó al día siguiente.
“Decidimos que necesitábamos aplicar cierta presión del público en el caso, debido a que era una situación verdaderamente ridícula, y el sentido común debió haberles indicado que no era una buena idea”, señaló Siskind.
“Nos preocupaba su salud, y sabíamos que si perdíamos tiempo, ello podría tener repercusiones que la pusieran en riesgo”, dijo Siskind. “Armamos una estrategia de defensa bastante buena en un tiempo muy breve”.
El abogado de inmigración piensa que cuando el centro de detención fue inundado con llamadas, ICE “se hartó de nosotros”, y finalmente decidió liberar a Puerto Diaz.
En su cuenta de Twitter, su colega, la abogada de inmigración Lily S. Axelrod también indicó que Puerto Díaz fue liberada gracias a los esfuerzos de los defensores de la inmigración para presionar a ICE.
“ICE liberó a Carmen en respuesta a TU defensa”, tuiteó Axelrod.
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“Dos días sin medicinas para su embarazo de alto riesgo, cuatro días tras las rejas separada de su esposo estadounidense y temiendo por la vida de su hijo. Todo ello por atreverse a ‘hacer las cosas bien’ y solicitar su permiso de residencia permanente”, añadió la abogada.
Aunque Siskind señaló que la liberación de Puerto Díaz era “una muy buena noticia”, dijo que ella “no está completamente fuera de peligro”, pues su familia aún lucha porque la futura madre obtenga su residencia permanente en Estados Unidos para evitar que vuelva a pasar por todo ese calvario.
Señaló que el caso de Puerto Díaz también debería llevar a que se cuestionaran las prácticas de ICE con respecto a la detención de mujeres embarazadas.
“Si no tienen [a un obstetra] en el personal y si no cuentan con una sala de maternidad cercana, entonces no tienen por qué detener a mujeres embarazadas”, dijo Siskind.
El año pasado, en una investigación realizada por BuzzFeed News, se reveló que las mujeres embarazadas que se encontraban bajo la custodia de ICE habían sido ignoradas y sufrido abusos durante el tiempo que estuvieron bajo custodia de su organismo. Varias mujeres embarazadas dijeron que incluso sufrieron abortos sin recibir ninguna ayuda médica por parte de los oficiales mientras se encontraban bajo el cuidado de ese criticado organismo.
Aunque durante el gobierno de Obama existían lineamientos para restringir la detención de mujeres embarazadas en ICE, esa política fue revertida en el gobierno de Trump, en una acción que provocó una reacción generalizada por parte de más de 250 organizaciones de derechos humanos.
ICE no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios para este artículo.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek