En total impunidad y ante la falta de vigilancia y seguridad, personas han comenzado a tirar escombros en zonas restringidas en terrenos próximos a la cuenca de Cobos-Parga-San Francisco, al sur de la capital.

La problemática más grave se encuentra en el acceso norte de la cuenca, aledaña al Fracc. Fundadores, y posteriormente se extiende a una distancia de hasta 3 kilómetros hacia el sur.

Material de construcción en desuso, plásticos, llantas y hasta muebles, se pueden observar a los costados de los caminos de terracería que se extienden hacia la comunidad de El Malacate y al Arroyo de Cobos.

Lo anterior como resultado de tiraderos de escombro que se han realizado de manera clandestina en las últimas semanas, a pesar de que en el acceso a la zona se encuentra un letrero de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (SEMADESU) en el que claramente prohíbe esta práctica.

El presidente del Comité de Guardabosques de la Cuenca de Cobos, Miguel Vázquez Sánchez, señaló que los tiraderos se suelen hacer durante la tarde o la noche para evitar ser vistos por los vecinos, en maniobras que no les llevan más de 10 minutos.

“Las personas que participamos como guardabosques en esta área hemos visto como llegan vehículos y tiran el escombro en cuestión de minutos; en ocasiones vienen en camionetas y traen el escombro en costales para camuflajearlo y pensemos que es arena o material orgánico, y luego los tiran”.

A media hora de la zona se ubican dos tiraderos de escombro autorizados por la SEMADESU, en la comunidad de Coyotes, sin embargo muchas personas optan por arrojar los desechos en zonas restringidas.

El caso más grave es el de un banco de arena y materiales en desuso, en el que se han arrojado cientos de desechos e incluso muebles y electrodomésticos.

Los materiales que son tirados a la intemperie producen un daño importante a los ecosistemas, ya que pueden provocar daños a las especies animales y elevar el riesgo de incendios forestales, comentó Miguel Vázquez.

“Personas que viven por acá nos han dicho que se les han muerto algunas vacas por comer los desechos que se tiran en la zona de los pastos crecidos, entonces se les atoran en el estómago y mueren. También hemos encontrado que además de materiales de construcción o plásticos, a veces vienen y tiran vísceras de animales, seguramente de carnicerías, lo que representa un importante foco de infección”, aseveró.

Tiraderos provocan afectaciones a habitantes de comunidades

Sin embargo, los escombros no sólo representan una afectación al ecosistema y al hábitat natural de muchas especies vegetales y animales de la zona, sino también ha sido una problemática para habitantes del lugar.

Durante el recorrido que hizo Newsweek Aguascalientes con los Guardabosques de la cuenca Cobos-Parga-San Francisco, un vecino de la comunidad de Dolores, en donde viven tres familias, comentó que hace unos días varias personas tiraron escombro en el camino de terracería que conduce hacia sus hogares, bloqueando la circulación de los vehículos.

“Vinieron y nos tiraron el escombro en medio del camino y luego se fueron y nosotros tuvimos que pagar para que nos lo vinieran a quita. Antes de eso, también vinieron a tirar ramas con espinas en una ocasión y a un familiar se le ponchó la llanta de la camioneta, entonces sí es algo muy problemático”.

PROESPA no ha intervenido para evitar la problemática

La mayoría de los tiraderos que han sido avistados por los vecinos de la zona han sido reportados a la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROESPA), sin embargo reconocen que la respuesta de la dependencia ha sido nula, lo que ha favorecido la contaminación del lugar con plena impunidad.

“Este es un tema que ya se ha denunciado a la procuradora estatal pero hasta el momento no hemos visto ninguna respuesta, por lo que les pedimos que se actúe antes de que el daño a los ecosistemas sea mayor”, exclamó Miguel Vázquez.

Incluso, previo a terminar el recorrido, se acercó un pepenador a la zona del banco de escombros en búsqueda de material reciclaje, con previo conocimiento de que en el lugar se suelen encontrar desechos urbanos y domésticos.