Una política de cero tolerancia con el aborto ha producido una política de cero tolerancia con la anticoncepción en EE. UU.
A todos nos encanta fornicar: es el deporte y el negocio más antiguo del mundo. Pero ahora tenemos 7,600 millones de productos humanos de la fornicación (y otras formas de copular) sobrepoblando el planeta para demostrar este punto.
La fornicación sin alguna forma de control de la natalidad produce una explosión en la población humana, lo que colma los recursos gubernamentales, degrada el medioambiente y provoca migraciones masivas. Si pudiéramos hacer una sola cosa para estabilizar el orbe, esto sería darles a las mujeres un acceso ilimitado y gratuito a la anticoncepción moderna.
Y sí, resulta que el gobierno puede tener un papel importante en la recámara. Basta con ver Colorado, el estado que también, sabiamente, legalizó la cannabis. Este estado púrpura con un gobernador demócrata y una mente abierta ha ofrecido un acceso gratuito o de bajo costo a dispositivos intrauterinos para mujeres jóvenes y pobres desde 2009. El resultado: entre 2009 y 2017, el índice estatal de partos juveniles disminuyó 54 por ciento, y el índice de abortos juveniles cayó 64 por ciento. Como un extra, según The Denver Post, Colorado evitó pagar casi 70 millones de dólares en costos de parto, costos neonatales, gastos médicos, cupones de comida y asistencia en cuidado infantil a causa de tener menos nacimientos por madres adolescentes.
Esto nos parece que encaja a la perfección con los valores conservadores. Pero adivina quién se opone a ese tipo de reducción asombrosa en el índice de abortos. Los republicanos de Colorado, quienes recortaron brevemente el financiamiento al programa en 2015 antes de ser restaurado. Ellos no soportan una historia de gobierno exitoso, y mienten en nombre de la religión al llamar abortivos a los DIU, cosa que no son. Al parecer, los republicanos de Colorado preferirían conmocionar los cerebros de Estados Unidos con un libro de rezos y ver índices de abortos más altos que resolver un problema con anticonceptivos comunes.
Desgraciadamente, este tipo de tierra de la fantasía libre de razón y religiosa ha dominado a Washington por años, lo que ha empeorado por mucho en la era de Trump. Y Estados Unidos está lejos de ser la única víctima.
Uno de los primeros actos de Donald Trump como presidente fue volver a implementar la ley mordaza mundial, que prohíbe destinar financiamiento estadounidense a organizaciones no gubernamentales extranjeras que ofrezcan servicios de aborto o hablen del aborto. Un año más tarde, los profesionales de la salud mundiales dicen que el resultado ha sido desastroso, con el cierre de clínicas de anticoncepción y un aumento en los abortos inseguros y fatales. Incluso si una clínica provee píldoras anticonceptivas, condones, DIU y otros servicios no abortivos, si “habla del aborto”, ahora recibe cero financiamiento estadounidense y tal vez tenga que cerrar. Una política de cero tolerancia con el aborto ha producido una política de cero tolerancia con la anticoncepción.
La sobrepoblación está empeorando, la degradación medioambiental se está acelerando, y las migraciones masivas de países pobres a países ricos están creciendo. Mientras tanto, el Partido Republicano reza y le dice al mundo que sea fructífero y se multiplique, aun cuando envía soldados a la frontera para enfrentar una caravana de mujeres y niños.
Con un Congreso lleno de nuevos rostros, ahora es el momento para cabildear a tu representante (posiblemente demócrata) y acabar con la guerra de la derecha contra las mujeres, la lógica y el sentido común.
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Chelsea Handler es comediante, escritora y activista. Glen Handler es su hermano.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek