En entrevista para Newsweek Coahuila, el exdiputado Armando Luna Canales habló sobre su proyecto de fabricación de productos medicinales y cosméticos hechos a base del cannabis sativa, luego de que en 2017 se modificara la Ley General de Salud para eliminar la prohibición de esta sustancia para su uso medicinal.
A raíz de la legalización del uso médico del cannabis, Armando Luna Canales y un grupo de socios tienen el proyecto de crear una empresa que trabajará en una línea de productos de medicamentos y cosméticos elaborados a base de cannabis, con la idea de generar exportaciones a países que cuentan con un mercado legal.
El exdiputado asegura que, aunque existe un sector que se relaciona con el consumo recreativo, ellos solamente están concentrados en la cuestión médica.
«Estamos concentrados exclusivamente en la parte médica para usos que están científicamente comprobados», puntualizó.
Asimismo, afirmó que el hecho de que exista una autorización legal para el uso de medicamentos a base de cannabis pero no para su producción es una de las tantas contradicciones que las leyes mexicanas presentan. Sin embargo, agregó que, debido a la presión social, los congresos han aceptado a la sustancia para su uso medicinal.
«Nuestro proyecto en su etapa final es la siembra, la cosecha, la extracción y el proceso, hasta llegar al aceite del cannabis para utilizarlo en términos medicinales, siempre respaldado con la receta del médico o con registro sanitario.
«Esto es un proceso a mediano plazo, estamos trabajando profundamente en hacer un buen proyecto técnico y llevarlo ante la autoridad correspondiente para poder tener permisos concretos en las mejores condiciones, en los mejores estándares y que se incorporen las mejores prácticas”.
Al preguntarle sobre los efectos del cannabis y el alcohol, Luna Canales mencionó que es necesario centrarse en el aspecto terapéutico de la marihuana y dejar que la discusión de cuál sustancia es más adictiva sea en el tema de su uso recreativo.
Por otra parte, Armando Luna aseguró que a raíz de estas acciones no ha recibido ningún comentario negativo por parte de algún ciudadano y afirmó que hoy en día la sociedad está preparada para esta situación.
«Creo que ya pasamos una etapa de desmitificar a un país que estaba completamente cerrado a la producción del cannabis y ahora hay interés para poder emprender nuevos proyectos».
Aunado a esto, mencionó que, ante el surgimiento de distintas empresas enfocadas al negocio del cannabis con fines terapéuticos, el mercado puede generar una riqueza, y que, por consiguiente, traerá beneficios, tales como la generación de empleos, la retribución de los inversionistas y la redistribución del bienestar de la sociedad. Además, aseguró que la producción local favorece a la existencia de precios más competitivos y mucho más accesibles.
Ante la regulación del cannabis por parte de la Cofepris, mencionó que existe un proyecto de mejoras regulatorias donde se plantea lo que la ley estipula, pero que hace falta la existencia de un reglamento que establezca la producción de los medicamentos. Además, por el lado de la COFEMER, asegura que ya se tiene regulada la parte de la producción a partir de la importación de esta planta.
Agregó que se estará trabajando en lo que resta de este 2018 y los siguientes meses del próximo año para poder tener el permiso y en el año 2020 comenzar a lanzar los primeros productos al mercado.
Finalmente, ante la pregunta de si la introducción del cannabis al mercado marcaría una diferencia en los índices de violencia que se viven hoy en día en el país, puntualizó que, desde su punto de vista, las drogas ilegales que generan violencia son aquellas que vienen de precursores químicos, como la cocaína, las anfetaminas, los sintéticos, entre otros, y aseguró que el negocio de la marihuana como sustancia ilegal no genera márgenes de utilidad en comparación con las anteriores.
El uso medicinal del cannabis “no es un elemento para eliminar la violencia, al menos no la violencia exacerbada” comentó al respecto, y añadió que hay muchas personas en prisión por un delito que en términos de peligrosidad es mínimo. «Lo que es un hecho es que sí va a permitir quitar un poco de tensión que existe actualmente en la sociedad», concluyó.