Al sur de Austria, en Europa, se encuentra Carintia, un pueblo rodeado de montañas nevadas y campos abundantes, con poco más de 500,000 habitantes y actividades económicas que giran en torno a la producción de pan, queso, cerveza, mantequilla y otros ingredientes. Esta región austriaca que colinda con Italia y Eslovenia es el primer destino Slow Travel a escala mundial.
En 2016, la organización Slow Food International creó el concepto Slow Travel para impulsar una manera distinta de viajar, una en la que el turista no solo llegue, se hospede, conozca los sitios más populares, coma en los restaurantes más famosos, tome cientos de fotos y luego regrese a su país, sino que se relacione de una manera más profunda con el sitio que visita y su gente, especialmente con los productores, hombres y mujeres fundamentales para el desarrollo gastronómico.
¿El objetivo principal? Apoyar el trabajo de los pequeños productores y ayudar a mejorar sus condiciones de vida con este tipo de turismo.
En Carintia, por ejemplo, hasta el momento se tienen registradas 24 experiencias gastronómicas bajo el concepto de Slow Travel, entre ellas, la visita a panaderías tradicionales, cervecerías artesanales, heladerías, queserías y molinos de trigo.
“Detrás de cualquier destino hay historias, tradiciones, sabores y artesanías que los ciudadanos han creado y mantenido durante siglos (…) Las experiencias gastronómicas son una parte integral de la experiencia turística (…) Slow Travel nos permite descubrir productos, lugares de producción y paisajes que están en contacto directo con los productores, cocineros y anfitriones que realmente valoran su cultura”, dice el secretario internacional de Slow Food, Paolo di Croce.
Carintia es el primero, pero Slow Food continúa con el apoyo y promoción del modelo Slow Travel en el mundo.
Aunque no está registrado como Slow Travel, lo que sucedió con la isla de Chiloé, al sur de Chile, es un ejemplo del desarrollo económico derivado del impulso de la gastronomía local aun en un sitio tan pequeño (¡tiene menos de 200,000 habitantes!).
El coordinador del Globally Important Agricultural Heritage Systems (GIAHS) de la FAO, Yoshihide Endo, explicó que el turismo en la isla de Chiloé se desarrolló a partir de su cocina tradicional y la forma de producir sus ingredientes, entre ellos, las papas.
Durante una ponencia en Terra Madre Salone del Gusto 2018, en Turín, Italia, Endo explicó que, además, los agricultores de Chiloé se certificaron como guías de agroturismo y turismo gastronómico para impulsar la cocina tradicional. “También hay que animar a los productores locales a ver lo que tienen para aprovecharlo”, aseguró.
VIAJAR DIFERENTE
Slow Travel no es necesariamente viajar lento, pero sí tomarse el tiempo de buscar las peculiaridades de una región, tanto a escala gastronómica como artística.
Un ejemplo cercano. Para los turistas que visitan Ciudad de México, ir a Xochimilco y surcar sus canales en trajinera es una actividad imprescindible que casi siempre se acompaña con litros de alcohol, mariachi, quesadillas y esquites.
Para el turismo, Xochimilco es fiesta. Sin embargo, Xochimilco también es la única región chinampera en México, hogar de un sistema de cultivo milenario que podría desaparecer en el año 2050.
Afortunadamente hoy existen proyectos —como Yolcan o Tianquiskilitl— que buscan rescatar la zona, apoyar a los productores e invitar a la gente —no solo a los turistas— a conocer las chinampas, los cultivos y a los agricultores.
Sí, conocer Xochimilco —o cualquier otro lugar del mundo— puede ser una experiencia distinta si lo haces slow.
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Seven Buddhas: salud y comida rica en un mismo lugar
La idea de crear un sitio para promover la alimentación consciente surgió luego de un viaje a Asia. Ahí, las hermanas Andrea y Lorena Linage concibieron Seven Buddhas Healthy Bar, un espacio ideal para desconectarte un rato de la vida cotidiana mientras bebes un poderoso jugo nutritivo.
La especialidad de la casa son los bowls inspirados en los siete chakras y sus colores, tazones que combinan fruta con yogur, leches vegetales, especias y semillas. Los smoothies también son protagonistas indiscutibles del menú y se elaboran al momento con ingredientes frescos y superalimentos como la cúrcuma, un condimento al que se le atribuyen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Un combo fabuloso es pedir el smoothie Smile —elaborado con acaí, mix de berries, miel, vainilla y leche de almendras, el más vendido— y algún sándwich para acompañarlo, como el avo toast con pan campesino artesanal, aguacate, arúgula, aceite de oliva y ajonjolí.
Para los paladares dulces, los waffles de matcha o de plátano y el pan sin gluten son imperdibles. Cambia el café de la mañana por una taza de leche dorada o golden milk, una especie de latte pero con cúrcuma, por lo que es un poquito picante, perfecto para esta temporada.
¿Se te antoja pedir para llevar? Hazlo sin culpa, todos sus empaques son biodegradables. Todos los días hay promociones y descuentos.
Dirección: Guadalajara 93, Roma Norte; y Altadena 54, Nápoles; CDMX
Facebook: @sevenbuddhasnapoles
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Parcela, un pedacito del campo en la ciudad
Una parrilla al aire libre que te transporta al campo, esto es Parcela. El chef Alan Sánchez diseñó un menú versátil con guiños a la cocina e ingredientes tradicionales de Oaxaca como los chapulines, el tasajo y la hoja santa.
Para abrir el apetito hay que pedir el guacamole con chapulines para después continuar con un ceviche de arrachera y chile poblano, el cual se acompaña con pan de masa madre hecho en los hornos de Parcela.
El sello en casi todo el menú es el uso de la parrilla. Por ejemplo, los elotitos para la crema de elote con queso Cotija se parrillan antes de ser molidos y el aguacate para los tacos de nopales también.
Para el plato fuerte no te pierdas la trucha con esquites sazonados en salsa verde y un toque de anís, acompañada de tostadas de chapulines, y para pasar bocado, el Parcelita, un coctel con mezcal y arándanos. Otra excelente opción es el Cano, un trago elaborado con gin o ruibarbo.
Las opciones sin alcohol no son nada aburridas, vas a encontrar mezclas de romero con piña o de frambuesas con oolong y sandía.
Un gran punto a favor de Parcela es que cuenta con un área para niños con juegos y un menú especial —¡con una hamburguesa de tasajo y chips de vegetales!— hasta las 8 de la noche. Después de esa hora prepárate, que tienen distintos invitados para ambientar tu noche con música en vivo.
Dirección: Querétaro 217, colonia Roma, CDMX
Facebook: @Parcela