Cientos de miles de personas están recurriendo a extraños videos susurrantes para aliviar el estrés. Y un científico quiere entender la razón.
Craig Richard no podía dejar de mirar a Bob Ross mientras pintaba. Era 1983 y PBS acaba de estrenar “La alegría de pintar”, el programa televisivo de Ross. Richard iniciaba la adolescencia, pero tan pronto volvía a casa después de la escuela, en Massachusetts, encendía el televisor y se ponía cómodo mientras el artista cubría un lienzo con nubes, montañas y “arbolitos felices”.
Ross tenía el hábito de narrar su proceso creativo casi en susurros. “[Su voz] tenía algo de hipnótico y tranquilizador”, recuerda Richard. “Ponía una almohada en el suelo y me quedaba dormido a la mitad de alguna de sus pinturas. Creo que nunca lo vi terminar una”.
Durante el programa, Richard solía experimentar una sensación hormigueante y eufórica en la cabeza y en la parte superior del cuerpo, la cual evocaba el placer -inexplicablemente relajante- de escuchar a su hermana menor aprendiendo a leer. “Me quedaba dormido cuando pronunciaba las palabras con su dulce vocecilla”.
Transcurrirían 30 años antes que Richard descubriera que esa sensación tenía un nombre. Creció, obtuvo un doctorado y se hizo profesor de ciencias biofarmacológicas en la Universidad de Shenandoah, Virginia cuando, hacia 2013, escuchó un podcast donde los anfitriones describían algo llamado “ASMR”. Durante la explicación, los anfitriones comentaron que las personas que experimentaban ASMR “solían ser muy aficionadas a Bob Ross, porque les causaba un hormigueo en la cabeza. Y pensé, ‘¡Vaya!’”, recuerda Richard.
Poco entendida, aunque disfrutada por muchos, hay diversas maneras de experimentar ASMR (siglas de respuesta sensorial meridiana autónoma), y los desencadenantes pueden ser auditivos, táctiles o ambos. “Para mí, la respuesta se produce con sonidos suaves y relajantes, como pasar las páginas, el roce de un lápiz al escribir en papel o los sonidos crepitantes suaves”, explica Karen Schweiger, quien dirige una terapia de sanación táctica integrativa en Nueva Jersey. La sensación también puede surgir de situaciones en que una persona recibe atención directa y gentil. “Por ejemplo, dejar que me laven o cepillen el cabello, la sensación del pincel de maquillaje rozando mi rostro o el sonido de un gato ronroneando contra mí”, revela Schweiger.
La manía de ASMR ha dado origen a comunidades Internet y canales YouTube desde 2010, cuando Jennifer Allen, proveedora de atención de la salud, acuñó el término y fundó el primer grupo Facebook para compartir la experiencia. Y Richard ha emergido como su cronista más devoto: en 2014 lanzó ASMR Research Project, para el cual ha encuestado a más de 20,000 individuos; y también administra el sitio Web ASMRUniversity.com, donde rastrea, obsesivamente, las investigaciones publicadas sobre el tema.
En su nuevo libro, “Brain Tingles”, Richard presenta una breve historia del fenómeno y proporciona una guía completa para evocar ASMR en otras personas. La extensa clasificación de disparadores sugeridos incluye: ¡Simular que administras un examen de los nervios craneales! ¡Rascar muestras de telas! ¡Explicar la configuración iOS de un dispositivo móvil de Apple! Por supuesto, todo esto cae en la definición de “aburrido”, y tal es el propósito: la excitación es anatema en la experiencia ASMR.
Si bien las instrucciones del libro se antojan extrañas, su llegada no pudo ser más oportuna. Y es que, de pronto, ASMR está en todas partes, fugándose de la marginalidad Internet hacia la tendencia principal. YouTube ofrece más de 13 millones de videos ASMR, y algunos de los creadores (como “Heather Feather” y “Cosmic Tingles”) se han convertido en las celebridades de ese universo. Marcas de renombre, como Ikea, han creado comerciales con influencia ASMR; en mayo, Applebee lanzó un video de 60 minutos de un filete chisporroteante (muy inadecuado para inducir el hormigueo, advierte Richard). Es más, W Magazine convenció a los actores Salma Hayek y Jake Gyllenhaal de hacer videos susurrantes, repletos de utilería común como pinceles y plástico de burbujas.
En junio, el comediante Brandon Wardell lanzó el primer álbum de comedia ASMR del mundo (disponible en Spotify), donde susurra todos sus chistes. “Me encanta pegarme un viaje y mirarlos después”, confiesa a Newsweek. “¡Me pongo cross-faded [cruzado] con kush [una variedad de mariguana] y ASMR!”.
Con todo, lo más importante es que ya hay un pequeño grupo de investigadores que intenta averiguar de qué se trata ASMR y cuál podría ser su utilidad. En junio, científicos de la Universidad de Sheffield y la Universidad Metropolitana de Manchester publicaron el primer estudio sobre los efectos fisiológicos de la experiencia, incluida la disminución de la frecuencia cardiaca. “Nuestras investigaciones demuestran, de manera consistente, que ASMR es una experiencia relajante y tranquilizadora que aumenta la sensación de conectividad social”, informa la coautora Giulia Poerio. Y los resultados han apuntalado a los científicos que opinan que, con el tiempo, podrían recetarse disparadores ASMR a los individuos que sufren de angustia o insomnio.
Craig Richard está en posición idónea para convertirse en la mente maestra extraoficial de ASMR. El científico de 48 años habla con voz suave y tranquilizadora, como una especie de Bob Ross (sin la melena erizada). Y recuerda la fecha exacta del primer intento conocido para definir ASMR: el 29 de octubre de 2007. Aquel fue el día en que un miembro de SteadyHealth.com -un foro de salud en línea- inició la cadena de conversaciones titulada “Weird sensation feels good” (La sensación extraña es agradable). Hubo centenares de respuestas. Entre otras, la frase “orgasmo de la cabeza”, propuesta por algunos usuarios.
Resultó que muchos eran seguidores de Bob Ross. “Solía mirar el programa una y otra vez”, confiesa Schweiger. “Su voz, observarlo pintar, escuchar el sonido del pincel en el lienzo; todo aquello me causaba una tranquilidad asombrosa. La ansiedad ha estado presente en mi vida desde que tengo memoria, de modo que esa fuga fue una bendición”.
Fallecido en 1995, Ross ha alcanzado una eternidad sorprendente. “Es como el padrino de ASMR”, asegura Joan Kowalski, presidenta de Bob Ross Inc. “Su público lo seguía por el efecto ASMR incluso antes de que existiera ASMR”. Kowalski insiste en que al pintor nunca le molestó que su programa durmiera a los espectadores. “La gente solía decirle, ‘No quiero ofenderte, pero jamás termino tu programa. Me duermo después de diez minutos’. Y Ross les siguió el juego cuando comprendió que era importante”.
Aún tenemos una idea muy rudimentaria de lo que hizo popular el programa de Ross. La primera vez que Richard oyó hablar de ASMR, pensó: “Bueno, es una respuesta fisiológica. Y soy fisiólogo. Me intriga leer las investigaciones que hacen al respecto”. Y entonces, buscó el tema en línea. Nada. “Ninguna publicación ni investigaciones de revisión paritaria”. Lo que se sabe es que ASMR puede ser intensamente agradable. También sabemos que, pese a términos como “orgasmo cerebral”, no se trata de una experiencia sexual; bueno, al menos no inherentemente sexual. Richard señala que, como cualquier otro tema debatido en línea, es posible sexualizar ASMR (recuerda la célebre máxima -o “Regla 34”- de la Internet: “Si existe, hay pornografía Internet al respecto”).
“Si buscas ‘erotismo ASMR’ en Google o visitas cualquier sitio porno, encontrarás montones de videos sexuales susurrados”, revela Melinda Lauw, cofundadora de un “spa ASMR” de inmersión llamado Whisperlodge. Aunque Lauw no juzga a quienes encuentran gratificación sexual en esos contenidos, “me parece que la atención debe centrarse en la manera como nos relaja, y no en lo que hace para estimularnos sexualmente”.
La razón de que ASMR tranquilice a las personas sigue siendo desconocida. En su libro, Richard -especialista en ciencias de la reproducción- sugiere que la respuesta tiene una base biológica. Tuvo esta idea mientras observaba a una de sus estrellas favoritas en el género, “GentleWhispering” (también conocida como María, aunque solo usa el nombre de pila por motivos de seguridad), quien le recordó a las madres hablan con un bebé al que intentan consolar. “Tal vez esos videos estimulan algo a lo que estamos predispuestos a responder desde que nacemos”, propone Richard. “Si alguien nos habla con voz baja, nos toca con suavidad o nos mira con afecto, nuestros cerebros están predispuestos a interpretar que esa persona quiere ayudarnos. Y eso hace que nos relajemos, porque nos sentimos a salvo”.
No hay investigaciones concluyentes que confirmen esa conjetura que, no obstante, podría explicar por qué -sin contar a Ross- casi todas las estrellas ASMR de YouTube son mujeres. Richard se sintió intrigado por un artículo BuzzFeed publicado en 2012, el cual propuso por primera vez la idea de que existía una conexión entre ASMR y el intenso placer que experimentan los primates cuando se acicalan. Es posible que los efectos fisiológicos de ASMR sean similares, incluido el incremento en la producción cerebral de endorfinas y oxitocina (la llamada “hormona del amor).
Cuando entrevistó a Amanda Dettmer, neurocientífica primatóloga que estudia el nexo madre-hijo en monos Rhesus, ella reveló que también había visto paralelismos. “He observado que muchísimos monos se convierten en ‘fideos flácidos’ mientras los acicalan, y que la mayoría duerme durante largos periodos”, informó a Richard.
Igual que muchas respuestas y emociones, ASMR parece abarcar un amplio espectro. Para algunos, un susurro o un suave crujir equivale a rasguñar un pizarrón: más que calma, provoca tensión. No hay una razón clara para que esto suceda, sobre todo porque “ni siquiera sabemos cómo hacer pruebas”, reconoce Richard, quien supone que ASMR precipita una respuesta de relajación en cerca de 40 por ciento de la población, mientras que 20 por ciento experimenta un “hormigueo cerebral estático” más eufórico.
“Es probable que investigaciones futuras se dediquen a definir pruebas objetivas”, sugiere Agnieszka Janik McErlean, profesora de psicología en la Universidad de Bath Spa, Gran Bretaña. En 2017, en las conclusiones de su estudio sobre variaciones en las respuestas a ASMR, señala que las personas que experimentan el fenómeno tienen un perfil de personalidad parecido al de quienes experimentan sinestesia (fenómeno perceptivo en que algunos individuos asocian sonidos o números con colores específicos). “Creo que habrá investigaciones que estudien los posibles efectos terapéuticos de ASMR, de manera sistemática”, agrega.
También de Bob Ross Inc., Kowalski sabe de un par de médicos que prescriben los videos de “La alegría de pintar”. “Los imagino escribiéndolos en sus recetas”, comenta, riendo. Por lo pronto, mucha gente está automedicándose.
Schweiger describe su compañía -In Your Arms LLC- como “una práctica de terapia holística integrativa para sanación por contacto, la cual incluye sesiones terapéuticas de abrazos y caminatas meditativas en la naturaleza”. Se sintió muy alentada cuando un cliente le pidió que usara ASMR en una sesión de abrazos y, este otoño, pretende integrar en su estrategia unas sesiones de mediación táctil parecidas.
Con solo 28 años, Ally Maque, creadora YouTube bajo el seudónimo “ASMRrequests”, tiene alrededor de 500,000 suscriptores y se gana la vida con sus videos. Maque ha recibido numerosos mensajes de víctimas de trauma, incluidos “veteranos que regresan del frente y cuentan que mis videos les dan consuelo o los han ayudado a dormir luego de varias semanas de insomnio”.
“Mi impresión inicial fue que ASMR sería una comunidad súper reducida”, comenta Lauw. “Pero parece crecer muy rápidamente. Existen muchas posibilidades de que ASMR se convierta en algo mucho más grande, como la meditación”.
En mi apartamento hay una desconocida que roza mi cara con un pincel para maquillaje. En voz muy baja, describe dulcemente cuáles son los disparadores que utiliza, mientras la música ambiental emana de mi escritorio. Cuando masajea mi cuero cabelludo con un dispositivo que parece un calamar, empiezo a flotar entre nubes.
Chia Lynn Kwa trabaja para Whisperlodge, compañía que Lauw cofundó con Andrew Hoepfner. La empresa se define como una “representación teatral de inmersión y tamaño íntimo”, si bien su propósito es inducir ASMR más que montar una obra shakesperiana. El evento Whisperlodge típico -una “sinfonía narrativa” de sonidos disparadores- se ofrece a grupos pequeños de 10 personas o menos (y, hasta ahora, solo en Nueva York, San Francisco y Los Ángeles). Sin embargo, también brinda un servicio Premium, “Whispers on Demand” (Susurros a demanda), el cual consiste en una sesión personal de cosquilleo. La hora tiene un costo de 100 dólares, casi lo mismo que un buen masaje; y, al menos para mí, la experiencia es igual de relajante (claro está, yo practico ASMR y lo he hecho desde la infancia).
Es posible que Whisperlodge sea el negocio más inventivo que ha emergido del auge ASMR. En su adolescencia, Lauw -artista y curadora singapurense de 26 años- solía mirar los extraños videos YouTube de manera obsesiva, “montones de videos instructivos sobre masaje”, explica. “Y eso, accidentalmente, me condujo a otros videos ASMR”.
Criada en un hogar estricto que hacía énfasis en el trabajo escolar, Lauw los miraba a escondidas para relajarse. “Me avergonzaba mirar videos de masajes”, confiesa, hasta que vio un comentario en YouTube que sugería, “Si esto te gusta, busca ‘ASMR’ en Google”.
“Había toda una comunidad que experimentaba lo mismo y pensé, ‘¡No soy súper rara!’”. Estudió artes visuales en la universidad y decidió hacer su tesis sobre ASMR, pero “me resultó muy difícil rastrear su historia”, revela Lauw, agregando que Richard “es el único que ha estado archivándolo todo”.
Una vez que cayó bajo el influjo del teatro de inmersión, conoció a Hoepfner, su socio en Whisperlodge. Él no tenía la menor información sobre ASMR, aunque había desarrollado su propio programa de inmersión, Houseworld, el cual tenía el efecto inesperado de inducir ASMR en algunos espectadores. Y así, el dúo lanzó su compañía en 2016.
Para “Whispers on Demand”, debo firmar un consentimiento asegurando que no voy a desvestirme y que “todo susurro y contacto… se realizará de manera profesional y no sexual” (también me recuerda que la sesión “no sustituye a la atención médica”). Amistosa y plácida (características esenciales para los “actores”), Kwa se presenta con una bolsita donde guarda sus instrumentos. En una mesilla junto al sofá, deposita un peine, un pincel de maquillaje y el “calamar” para masajes: el arma de Chéjov en una sesión ASMR. En cuanto lo veo, anhelo que lo utilice.
Antes de empezar, Kwa me invita a no avergonzarme de los sonidos corporales que puedan ocurrir, como eructos o gruñidos gástricos. Y tan pronto como inician los susurros y la composición ambiental de Brian Eno, la estructura molecular de la habitación parece cambiar. Se disipa mi incomodidad: me siento en calma, pero también… ¿protegido? Con mucha delicadeza, Kwa arruga papel crepé y de periódico cerca de mi cara.
El cosquilleo es ligero, pero la intensidad aumenta a la vez que Kwa procede con los disparadores táctiles, los cuales tienen el mayor efecto en mí. El suave roce del pincel de maquillaje es electrizante; el peine en mi cuero cabelludo provoca una sensación difusa de euforia. Si esto es lo que sienten los primates cuando los acicalan, quiero reencarnar en mono. Pierdo la percepción del tiempo.
A la larga, la voz de Kwa emerge del éter. “Casi hemos terminado nuestra sesión. ¿Te gustaría un rocío refrescante de romero?”. Sí. Claro que me gustaría.
UN DICCIONARIO DE OBSESIONES EN INTERNET
¿ASMR te parece extraño? Pues hay cosas mucho más raras. No importa cuán excéntricos sean tus intereses, siempre hallarás el subreddit correspondiente: un lugar de encuentro dedicado a un tema específico en el sitio de redes sociales Reddit. En otras palabras: si puedes imaginarlo, puedes hacer un meme. Para quienes han logrado evitar la Internet en las últimas dos décadas, los memes son chistes, imágenes, videos, danzas, desafíos y otras cosas que postean millones de individuos con fijaciones peculiares, con un exceso de creatividad o tal vez, con demasiado tiempo libre. A continuación, una probadita de lo que todo lo que hay por ahí.
Por Anna Menta
A
All Your Base Are Belong To Us (AYBABTU, “Todas sus base son nos pertenece”)
Uno de los primeros memes influyentes que se diseminó de los foros Internet a las camisetas hacia 2001. La oración deriva de una mala traducción de un videojuego japonés y (pese a lo absurdo) se volvió un lema popular entre gamers y nerds.
B
Bronies
Varones adultos fanáticos del programa infantil “My Little Pony: La magia de la amistad”. ¡También son personas!
C
Canela, desafío
Un desafío viral en que graban a los participantes mientras tragan una cucharada de canela. Los resultados suelen ser hilarantes atragantamientos y escupitajos (advertencia: conlleva riesgos para la salud).
D
Dogspotting
Grupo Facebook con más de un millón de miembros dedicados a fotografiar a los perros “más mejores” (sigue las reglas o te expulsarán).
E
Erotic Fanfiction
Obras de ficción originales inspiradas en libros, programas de televisión, películas y demás, escritas por admiradores y con un giro sexi (¿Has oído hablar de “50 sombras de Grey”?).
F
Furries
Gente interesada en personajes animales antropomórficos. Aunque se dicen que tienen relaciones sexuales vestidos como animales, muchos solo son tremendos fanáticos de Sonic the Hedgehog.
G
GGGGG
Subreddit —que, inexplicablemente, tiene más de 25,000 suscriptores— dedicado únicamente a fotografías de la letra G.
H
Homestuck
Cómic Web de 8,000 páginas que se apropiará de tu vida durante un mes. Mucho cuidado.
I
Indestructible Nokia
Nombre Internet del enorme Nokia 3310, semejante a un ladrillo. Gracias a su condición de meme, este celular -introducido en el año 2000- fue relanzado con una cámara mejorada en 2017.
J
Jenkins, Leeroy
Nombre del infame jugador de “World of Warcraft” que se lanzó a la batalla sin pensarlo dos veces e hizo que mataran a todo su grupo. En su honor, debes gritar “¡Leeroy Jenkins!” antes de hacer algo precipitado y equivocado.
K
Kawaii
Estética japonesa de la “lindeza” (conejitos de ojos brillantes y niñas con mejillas sonrosadas). Gracias a la Internet, el animé y Hello Kitty, se ha popularizado en todo el mundo.
L
LOLcat
Meme clásico de principios de los años 2000, consistente en fotografías adorables de gatos, con texto zovre loz ghathithos xkrito azí.
M
Milkshake Duck
Referencia a cualquier fenómeno viral que goza de gran popularidad durante un corto tiempo hasta que la Internet se vuelve en su contra. El término deriva de un tweet que lanzó @pixelatedboat en 2016, describiendo a un pato que bebe malteadas y que resulta ser racista.
N
Netflix and Chill
Eufemismo de sexo. Si alguien te invita a su casa para “Netflix and Chill”, felicidades, vas a darte un revolcón de la era Internet.
O
Old Friends Senior Dog Sanctuary
Este santuario canino de Tennessee ha creado una comunidad de casi 2 millones de amantes de los perros: “el último lugar puro en línea”, según la descripción de la revista New York.
P
Pepe la rana
Creada en 2006, esta caricatura antaño inofensiva se ha convertido en el meme favorito del movimiento alt-right desde las elecciones presidenciales de 2016.
Q
QWOP
Lanzado en 2008, este juego en línea se hizo famoso porque es casi imposible: los jugadores solo pueden usar las teclas Q, W, O y P para que un atleta virtual corra por una pista.
R
Red Pill
Esta referencia inicial a la película “The Matrix” (1999) se ha convertido en código para una comunidad en línea de hombres que odian a las mujeres. Aquel que “trague la píldora roja” ha visto la luz de la misoginia.
S
Shipping
El acto de desear, anhelar y rogar porque, algún día, dos personajes de una obra de ficción terminen en una relación romántica. ¿Entendiste?
T
Tentacle Porn
Justo lo que sugiere: pornografía que incluye animales con tentáculos, muy popular en las creaciones animé y manga niponas.
U
Urbano, diccionario
Diccionario que generan los usuarios en línea y sirve para definir la jerga y el lenguaje Internet… como esta lista.
V
Vaporware
Meme y género musical de corta popular, famoso por la manipulación surrealista de la música ambiental y las imágenes publicitarias de las décadas de 1980 y 1990.
W
Weird Twitter
Comunidad poco definida de usuarios Twitter absurdistas que utilizan la plataforma de microblogueo para diseminar humor surrealista e imágenes extrañas.
X
Xena: la princesa guerrera
Serie fantástica televisiva de los años 90, la cual alcanzó estatus de culto dentro de la comunidad LGBT en línea (consulta: “erotic fanfitcion”, “shipping”).
Y
Sigla de “YouTube poop”. Se refiere a reediciones surrealistas o impactantes de grabaciones preexistentes, como un episodio de “Bob Esponja pantalones cuadrados”.
Z
Zoomies
Inocente subreddit dedicado a imágenes, videos y GIF de animales que corren muy rápido.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek