Un nuevo estudio afirma que los residuos radiactivos de la planta de energía nuclear japonesa, Fukushima Daiichi, siguieron vertiéndose en la Bahía de Tokio durante cinco años luego del desastre de 2011.
Hideo Yamazaki, ex profesor de análisis ambiental en la Universidad de Kindai, informó a The Asahi Simbun que habían encontrado 20,100 bequereles de cesio por metro cuadrado en el fango del río Kyu-Edogawa, cinco años después que un tsunami ocasionara el accidente en la planta nuclear.
Producto peligroso de la fisión nuclear, el cesio-137 es un isótopo radiactivo que se encuentra en los reactores y en las armas nucleares. Y los residuos depositados en el río fueron vertidos en la Bahía de Tokio.
El equipo de Yamazaki midió un máximo de 104,000 bequereles de cesio por metro cuadrado en el fango que él y sus colegas recolectaron, en la misma zona de la bahía, en julio de 2016. El cesio liberado cuando dio inicio la fusión en la planta de Fukushima fue localizado río arriba, en la prefectura de Chiba. A la larga, el isótopo fluyó con la corriente hacia la Bahía de Tokio y se filtró en el barro, explicó Yamazaki a la publicación. Un bequerel es el Sistema Internacional de Unidades (SI) utilizado para medir la radiactividad.
Durante el estudio de 2016, el nivel de radiactividad más alto detectado en el fango fue de 350 becquereles, según The Asahi Simbun. El gobierno japonés anunció que la tierra con 8,000 becquereles o menos de cesio radiactivo por kilogramo podría utilizarse para construir nuevas carreteras.
La fuga del peligroso isótopo radiactivo ocurrió después que un terremoto de magnitud 9.0 y un tsunami asolaran Japón el 11 de mayo de 2011. Esos fenómenos devastadores dejaron un saldo de 20,000 personas muertas o desaparecidas. El tsunami se estrelló contra los malecones y provocó que se interrumpiera la energía en la planta nuclear de Fukushima Daiichi. Dichos desastres naturales causaron que tres de los seis reactores nucleares de la planta Fukushima No. 1 sufrieran graves fusiones.
En abril, un hombre que trabajaba en la planta cuando ocurrió el accidente nuclear declaró ante un tribunal japonés que su antiguo jefe postergó repetidas veces la construcción de un muro de protección, aunque bien sabía que un tsunami podría alcanzar las instalaciones.
En un reportaje anterior, The Asahi Simbun reveló que una prueba de seguridad llevada a cabo en 2008 había demostrado que, de ocurrir un terremoto, el sismo precipitaría un tsunami de 16 metros de altura. El empleado de la planta agregó que Tokyo Electric Power Company (TEPCO) estaba dispuesto a construir el muro, pero Sakae Muto, ex vicepresidente de TEPCO, descartó el proyecto.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek