Sara Elizondo I Pachuca
Una de las causas de que se sigan registrando violencia de género y feminicidios en Hidalgo es la impunidad para los delincuentes, coincidieron activistas de distintas organizaciones de la sociedad civil (OSC) en la entidad.
Por ello, pidieron a las autoridades trabajar en medidas preventivas con información desde las escuelas, y capacitar a los funcionarios públicos relacionados con la atención de los casos.
De acuerdo con Ana Lara, de la Colectiva de Mujeres contra la Violencia, los infractores saben que, si hacen daño a alguien, del otro lado no habrá alguien que aplique la ley.
El reporte de Información Delictiva y de Emergencias con Perspectiva de Género, elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) con corte a abril de 2018, ubica a Cardonal, Cuautepec, Mineral del Monte, Mixquiahuala, Pachuca, Tecozautla y Tizayuca como los municipios hidalguenses entre los cien con mayor número de posibles feminicidios en el país.
“Con la experiencia de Seiinac (Servicios de Inclusión Integral, AC) podríamos decir que son más. El reto es la postura de los operadores de justicia”, agregó Lara.
Por su parte, Diana Avilés, directora ejecutiva de Seiinac, señaló que no todas las muertes violentas con razones de género son reconocidas como feminicidios, “no necesariamente porque no lo sean”, pues también cuentan entre la incidencia a los suicidios, accidentes y asaltos.
Según la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), hasta abril en la entidad se iniciaron siete carpetas de investigación por este delito; mientras, Seiinac contabilizó una veintena hasta la semana pasada.
“Mientras no se generen estrategias que permeen en la colectividad, no podremos decir que las cifras se van a reducir”, indicó Avilés, y dijo que las muertes violentas de mujeres y feminicidios son “un mensaje de impunidad”.
¿CÓMO SE DETERMINA UN FEMINICIDIO?
El coordinador de fortalecimiento institucional de Seiinac, Rafael Castelán Martínez, aseguró que, de 2013 a la fecha, se ha registrado un aumento sustancial de muertes violentas de mujeres.
“Desde entonces, cada año rebasan los 22 casos. Una de las situaciones es que el feminicidio no se logra acreditar porque las investigaciones no tienen la suficiente solidez para establecer las razones de género”, indicó.
Entre las características de un feminicidio están que el asesinato haya sido cometido por un familiar, una persona cercana o pareja; que haya existido un antecedente de violencia con pruebas, como una denuncia previa u orden de protección; por la forma en que se ejecuta a la víctima y la forma en cómo se encuentra el cuerpo; además, se registra si previamente al asesinato hubo desaparición y violencia sexual.
“Como sociedad civil, entendemos que hay trabajos para acreditar un feminicidio, pero el problema persiste porque hay una complicidad como sociedad. Debemos exigir a las autoridades que hagan acciones de prevención, acción y sanción. Nos debemos hacer corresponsables de este asunto”, agregó Castelán Martínez en entrevista.
Sin embargo, de acuerdo con Ana Lara, hace falta aterrizar las leyes y acciones de defensa en favor de las mujeres, pues sólo existen normas declarativas y no penales, como la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia. Por ello, en el marco del actual proceso electoral, pidió a los candidatos a los diversos cargos de elección popular que se agreguen todas las formas de violencia al Código Penal para que los operadores políticos puedan trabajar.
JESSICA, EL CASO EMBLEMA
Lara recordó el caso de Jessica “N”, quien en 2014 fue violentada y asesinada por su pareja.
Indicó que la víctima hizo una primera denuncia en 2013, cuando detuvieron al presunto culpable, su expareja, quien estuvo arrestado unas cuantas horas, pero pagó la fianza que le impusieron y quedó en libertad.
“Ella no tenía orden de protección; él regresó y la volvió a agredir, por lo que ella decidió huir e ir con su familia”, dijo.
“Primero buscaron ayuda en el Centro de Justicia para Mujeres, que les buscó un refugio. Ella entró, pero, a decir de la directora, Jessica no siguió los lineamientos de ese lugar y, de acuerdo con el reglamento, podía ser expulsada. La causa: tomó un par de gelatinas que preparaba para venta y se las dio a sus hijos porque le dijeron que tenían hambre. La directora la acusó de robo y la echó, pero para hacer eso antes debía tener otro refugio al que pudiera acudir para que no corriera peligro. Ante la premura, el abogado encontró un departamento, donde (su asesino) esperó a que saliera con su hermano y los mató. Jessica hizo todo lo que debió hacer para protegerse, pero no sirvió de nada”, explicó la activista.
Lo representantes de las OSC urgieron a reforzar las instituciones con recursos, personal capacitado y sensibilización en perspectiva de género, para evitar más casos de feminicidio en Hidalgo.
SIETE INCIDENTES
Cardonal, Cuautepec, Mineral del Monte, Mixquiahuala, Pachuca, Tecozautla y Tizayuca son los municipios de Hidalgo que registraron feminicidios de enero a abril de 2018, de acuerdo con el SESNSP
De acuerdo con la Colectiva de Mujeres contra la Violencia, la revictimizacón de las féminas ocurre en uno de cada dos casos, cuando solicitan apoyo de alguna autoridad