Gestión y asignación de mayores presupuestos para el sector agropecuario de Aguascalientes, el regreso de programas que fueron exitosos durante décadas y su intervención para que el gobierno de la república revise y amplíe a partir del año próximo otros como el Procampo, fueron las principales peticiones que la candidata del PRI al Senado, Lorena Martínez; recibió durante su recorrido por comunidades del municipio de Pabellón de Arteaga.
Pequeños productores expusieron ante la abanderada del PRI, que la situación del campo local, es preocupante, pues este año muchos de ellos dejaron de sembrar por falta de recursos para la compra de semilla, fertilizante y renta de maquinaria; adicional a ello viven una situación casi emergente por la falta de lluvias.
Lorena Martínez reconoció que las últimas administraciones federales y la actual en el estado, han dejado en un segundo o tercer plano al campo, error que debe corregirse lo antes posible, pues no sólo está en riesgo la economía de cientos de familias, si no la alimentación de todo un país.
Entre los compromisos que estableció con los ejidatarios de San Luis de Letras, Emiliano Zapata y la cabecera municipal, están junto con su compañero de fórmula Gustavo Granados y los próximos diputados federales por Aguascalientes, reorientar la inversión para el sector, la ampliación de los programas de financiamiento blando y el crédito a la palabra.
Caso aparte es el programa Procampo, donde gestionará su replanteamiento desde el Senado y con el gobierno federal en turno, pues el monto asignado para entrega de los productores disminuyó radicalmente y no cumple ya su objetivo inicial. Reconoció que será necesario promover créditos e incentivos a proyectos productivos también para las mujeres campesinas, pues de esa manera mejoraría la calidad de vida de miles de familias con un ingreso adicional.
La candidata al Senado, escuchó una vez más, como ha ocurrido en el resto del estado, la situación de inseguridad que aqueja a estas pequeñas comunidades, donde es una constante el robo de animales, de cables, a casa habitación y camionetas; además de las riñas, el exceso de consumo de alcohol y drogas por falta de programas preventivos que alejen a los niños y jóvenes de ello.